El coro del convento participará de un importante concurso de canto. Pero las “hermanas conspiradoras” intentan que Esperanza no forme parte. Están celosas de su encanto y su talento. Una vez más, el padre Tomás ayudará a la joven novicia a que llegue a tiempo a la competencia y deslumbre al auditorio.
Esperanza y las monjas del convento asisten a un retiro espiritual en el Tigre y el padre Tomás también es de la partida. La jornada se verá opacada por una molesta alergia que afectará a la joven novicia. Nuevamente el cura se convertirá en “su salvador” y esa “sospechosa cercanía” entre ambos será retratada por sor Genoveva.
Esperanza decide reactivar la investigación sobre la muerte de su madre adoptiva y debe encontrar a un contador con vínculos con la fábrica, que suele frecuentar un bar. Así, tendrá que cambiar su perfil para seducir al hombre y poder conseguir información. ¡Pero corre el riesgo de ser descubierta por el padre Tomás!
Sor Clara ha solicitado un traslado hacia otro convento y Esperanza se lamentará muchísimo. Pero ese no será el único acontecimiento inesperado del día. Aparecerá Miguel, ex novio de la joven novicia, quien ha descubierto su paradero y, sin mediar palabra, la besará…con Tomás como involuntario testigo de la escena.
Esperanza y las monjitas del convento visitan un hogar de niños justo el día en que una de las nenas cumple años. Pero el feliz acontecimiento tendrá un abrupto e inesperado desenlace. Sin embargo, habrá “segunda vuelta” para la joven novicia, quien contará con el apoyo incondicional del padre Tomás.
Tomás intenta tomar distancia de Esperanza, ya que ha llegado a oídos de la curia que ambos mantienen una relación “un tanto especial”. Para la joven novicia, esa lejanía impuesta supone un duro golpe a su corazón. Y, en una catarsis repentina con Sor Clara, Esperanza confesará que está enamorada del sacerdote.
Esperanza asume la responsabilidad de buscar a la madre de Lola para que firme unos papeles referentes a la guarda de su hija. Y, junto a otras tres monjitas, recalará en un “bar de copas”, donde la mujer suele trabajar por las noches. Por supuesto, las Hermanitas atraerán la atención de todos los habitués del lugar.
Esperanza y el Padre Tomás se fueron a un campamento que organizó un grupo de alumnos que fue financiado por la fundación del sacerdote. Gracias a esto, Eva encontró la excusa perfecta para poder ir a ese lugar para "controlar" a su cuñado, de quien está enamorada. A las chicas del colegio no les gusta mucho su presencia y deciden hacerle una broma, dejando a Eva en una situación muy comprometida. Lo malo es que Esperanza termina involucrada y todos creerán que fue ella la autora del hecho.
El padre Tomás sufre las consecuencias de su supuesta paternidad: es removido del convento, además de tener que enfrentar el asedio de los medios. Todo se aclarará gracias a la intervención de Esperanza, quien descubrirá la verdad. Y su amado sacerdote volverá así al claustro, donde será recibido con “bombos y platillos”.
Esperanza tiene que sacar el registro para poder manejar, pero le va muy bien en el examen y la terminan reprobando. A pesar de eso, la chica que se metió en el convento para escaparse de su barrio les miente a todos diciendo que ya tiene la licencia, sin pensar los problemas que podría tener en un futuro.
Esperanza ayuda a la Hermana Clara a escaparse del convento para reencontrarse con Jorge, que se hospeda en un hotel cercano. El padre Fortunato se entera de las intenciones de su discípula y parte raudo a buscarla. Hacia allí también se dirige Tomás, con el fin de conciliar a ambas partes. El destino nuevamente lo juntará con Esperanza. Para ocultarse de Fortunato, ambos terminarán escondidos en un baño, más precisamente bajo la ducha. Ambos, empapados, no podrán quitarse los ojos de encima.
El Padre Tomás no soporta más y ya no esconde lo que siente por Esperanza, confesando que cambió todo desde el primer día en el que se cruzaron en el convento. Luego del profundo acercamiento que protagonizaron en el envío de ayer, el sacerdote va a la casa y le dice que la quiere. Esperanza -sensibilizada por lo que pasó- se pone a llorar y espera que esa sinceridad haga que el Padre Tomás tome una decisión.
nalmente Esperanza y Joaquín se suben al escenario en nombre del convento Santa Rosa. A pesar de los nervios en el comienzo, el dúo deslumbra con sus voces y su dulce canción de amor. La aprobación del jurado no tardará en llegar; y un aplauso cerrado de todo el auditorio será el corolario de una brillante presentación. Mientras tanto, Tomás no puede reprimir lo que siente por su amada “ex novicia”. Y propiciará un nuevo acercamiento, que incluirá un apasionado beso.
Un rumor inquietante llega a oídos de Esperanza. "Me acabo de enterar que quieren tirar abajo el convento y hacer un hotel ahí. ¿Vos sabes algo de esto?", le pregunta la novicia a Nicolás. Conmovidos por la noticia, la joven y el seminarista deciden ir a un hotel propiedad del encargado del proyecto, sin saber que se van a meter en serios problemas. Genoveva llama a Tomás para darle una noticia que lo sacudirá: "Su nuevo secretario y la novicia Esperanza están en un hotel". El obispo decide ir hasta el lugar y cuando ambos, que se habían infiltrado en el edificio, se esconden de él.
Luego de finalizado el casamiento en el que Tomás y Esperanza se reencuentran, el cura no puede evitar besarla una vez más. Para Tomás, no hay momento del día en el que no desee estar con ella. Evidentemente (y se lo aclara a la joven) su destino es sufrir por amor. Sin embargo, la respuesta de la novicia lo sorprenderá: no está dispuesta a hipotecar su felicidad en pos de un sueño que, por lo pronto, no llegará a buen puerto. Tomás queda devastado ¿es el momento de tomar una decisión crucial en su vida?
Gilda organiza la fiesta de cumpleaños de Esperanza en el convento, sin que ella sospeche nada. Asisten todas las hermanas y la novicia se muestra feliz. Al momento de pedir los deseos, la joven posa sus ojos en el padre Tomás, como un ruego para que eso que tanto anhela se haga pronto realidad. Pero no será la única sorpresa que le depare el día: Clara está muy cerca de revelarle que es su madre
Esperanza se entera de que la fundación está en números rojos y decide ir a encarar a Tomás a su propia casa. "¿Usted no tiene que contarme nada?", lo apura la novicia. "¿Qué cosa?", se sorprende el obispo. "Que la fundación está quebrada por ejemplo. ¿No se da cuenta lo que significa para mi ésto? Era lo único que compartíamos", se desborda ella."Calmate, Esperanza", le pide el religioso. "Era lo único que hacíamos juntos", se lamenta la joven antes de comenzar un forcejeo, que termina con la caída y el desmayo de la novicia. Desesperado, el obispo busca reanimarla, aunque todos sus intentos resultan en vano. En el presente capítulo se ven las primeras escenas del personaje de José María Listorti, quien interpreta a un relaciones públicas de un restaurante al que asisten Gilda y las hermanas del convento.
Nicolás discute una vez más con Tomá. Ante las irreconciliables diferencias, el seminarista decide abandonar el convento. Pero antes de partir decide jugarse una última carta: le pide a Esperanza que lo siga. Por unos instantes, la duda se instalará en la joven novicia. Y Nicolás comenzará a saborear las mieles de la venganza: su estrategia de victimización parece estar provocando el efecto deseado.
Esperanza se siente algo culpable por lo sucedido con Nicolás y decide ir a verlo sin previo aviso a sus superiores en el convento. Cuando llega a la casa del seminarista, lo encuentra pintando el frente de la vivienda. Divertida, la joven novicia se suma a la tarea, sin tener en cuenta el paso del tiempo. Cuando regresa al claustro (tarde, por cierto) Esperanza descubre rastros de pintura sobre su hábito…que también serán notados por el padre Tomás. ¿Qué dirá el sacerdote de la actitud “rebelde” de su amada?
Llega una nueva edición del reality Cantalo fuerte y Esperanza se muestra exultante por seguir en carrera. Quedan pocos participantes y ella es una de las preferidas del público. Sin embargo, ciertos manejos espurios durante la competencia (que involucra incluso a gente cercana a la joven novicia) pueden dejarla afuera del certamen… parece que, por un pedido especial, se debe favorecer a Eva en desmedro de los demás participantes.
Tomás y Máximo discuten por temas inherentes al manejo económico de la Fundación. La entrega de unos cheques sin fondo, con la firma fraguada del sacerdote, genera una nueva rispidez entre los hermanos. Esperanza trata de mediar y hará todo lo que esté a su alcance para conciliar a ambas partes. Pero luego de este momento de tensión, la joven novicia sufre una descompensación y prácticamente se desmaya, generando preocupación en todos. Rápido de reflejos, Tomás será el primero en asistirla para lograr que su amada se recupere pronto.
Una cabaña de madera acogedora. Fuego encendido en la chimenea. Música suave como telón de fondo. Tomás aparece vestido de civil y abraza a su amada novicia por la cintura. Sus bocas se funden en un profundo beso… Luego, él la conduce hacia otro ambiente, adornado con hermosas flores y velas encendidas. Se recuestan sobre una cálida alfombra y comienzan a besarse más efusivamente…se prodigan caricias…la pasión se apodera de sus cuerpos… ¿Se tratará de la realidad misma o el mejor de los sueños para Esperanza?
Finalmente Clara considera que es el momento indicado para revelarle a Esperanza que ella es su madre. Tomás será quien ayude a concretar ese encuentro privado, para que la Hermana pueda confiarle a la novicia su secreto mejor guardado. Esperanza no podrá dar crédito a los dichos de Clara. La joven no atinará a comprender en toda su dimensión las palabras de quien ella considera su mejor amiga…y los nervios ganarán la batalla…
Esperanza se descompensa luego de enterarse de que Clara es su madre biológica. Tomás intentará ayudarla pero, ante el estado de inconciencia de la joven, deciden llevarla al hospital donde queda internada. Los estudios confirmarán la peor de las noticias: la novicia padece una enfermedad grave y necesita ser tratada con urgencia. Y la consaguinidad es unelemento indispensable para su recuperación. Así, Clara deberá recurrir a Jorge e inevitablemente deberá confesarle la verdad, con el fin de poder ayudar a su hija.
Ya repuesta de su padecimiento, Esperanza evita cruzarse con Clara. No logra digerir que le haya ocultado la verdad durante tanto tiempo. Se siente traicionada. Una vez más, Tomás será su bálsamo en estos días aciagos. Sin pensarlo demasiado, el cura y la novicia volverán a besarse apasionadamente, en el mismo lugar donde lo hicieron por primera vez.
Repentinamente, se desata un conflicto vecinal en el barrio 1º de Mayo, en el cual la Fundación suele prestar asistencia. Preocupados, Tomás y Esperanza partirán hacia el lugar para intentar calmar los ánimos. La capacidad conciliadora del cura hace que pronto las partes involucradas depongan su actitud violenta. La joven novicia sentirá admiración por el compromiso y el trabajo de su querido Tomás. Pero Nicolás, empecinado en “hundir” al sacerdote, le hará notar que el hombre que ama nunca abandonará su vocación religiosa. La duda se instalará en Esperanza: tal vez está luchando por una causa que ya está perdida…
Mientras Tomás y Nicolás discuten acaloradamente por Esperanza, la novicia decide dejar los hábitos. "Me fui del convento para siempre", le comunica la joven a su prima Gilda. "¿A vos te molesta más que Tomás te haya mentido con lo de Clara o que no deje todo por vos?", le pregunta Gilda. "Que no deje todo por mí", admite la joven. En tanto, en una charla con El Gato,, el obispo confiesa: "Tenía toda mi vida armada para ser religioso y, de repente, llegó Esperanza". "Hay una carrera entre Dios y Esperanza y parece que Dios le sacó varios cuerpos de ventaja", reflexiona su amigo.
El silencio que Tomás creyó prudentes mantener ante el secreto mejor guardado de Clara, terminó por condenarlo: Esperanza no le perdona que le haya ocultado la verdad sobre su madre biológica. No bastan los ruegos y pedidos de disculpas. La joven se siente traicionada por la persona que más ha amado en la vida. Este punto de inflexión en la relación será aprovechado por Nicolás quien intentará acercarse cada vez más a Esperanza con la sola intención de incordiar al sacerdote…
Después de que Clara, su madre, la convenciera de que viaje con Tomás a Roma, Esperanza no llegó a tiempo al aeropuerto y no pudo acompañar a su amado. Nicolás, siempre al acecho, estaba cerca de la terminal aérea y se acercó a la exnovicia. "Aunque ahora parezca imposible, todo este dolor que sentís va a pasar. Lo único que te puedo decir es que estoy seguro de que a él le debe estar pasando lo mismo", le dijo. "Lo único que espero es que no me olvide", le contestó ella, aún dolida. Este desencuentro acercará a Clara y Esperanza, quien ya no se mostrará tan reticente a hablar con su madre biológica. Paralelamente, en el mismísimo Vaticano le cuestionan al obispo su relación con la joven.
El Obispo regresa de su misión en el Amazonas tras seis meses de trabajos caritativos y descubre que su amada rehizo su vida. Sin embargo, él no sabe que esta realidad es producto de la trampa más cruel. A pesar de la desilusión, él sabe que está completamente enamorado y hará todo lo posible por no dejarla ir.
Los desencuentros vuelven a jugarle una mala pasada a Tomás y Esperanza. A horas de casarse con Nicolás, ella intenta hablar con su amado, pero se encuentra con que él ya partió a Roma. Lo que no sabe es que el Obispo tomó una decisión completamente distinta: irá al convento Santa Rosa para impedir la ceremonia. ¿Lo logrará?
La historia de amor entre la exnovicia y su amado Tomás no fue sencilla. Muchas piedras se interpusieron en su camino hacia la felicidad, pero en medio de las tormentas también hubo momentos de luz. Y cada una de estas alegrías desató el increíble talento que ella tenía escondido detrás de su uniforme.
Tomás y Esperanza viven con sus mellizas en plena felicidad. De hecho, se mudan a su nueva casa en el “Barrio Esperanza” ¡Pero el destino les tiene preparó aún más sorpresas! Todo es compartido con las adorables monjitas del convento y con Clara. Mucho romanticismo, música y color para cerrar esta hermosa historia de amor.