Máximo no da puntada sin hilo. Empecinado en ganarse la confianza de Esperanza, no duda en fingir una postura empática para acercarse más a ella. La joven reconoce el gesto como genuino. Y se deja llevar por la contención que aquel hombre le ofrece…
Tomás siente que su hermano ha ocupado su lugar; el lugar de amigo, compañero y confidente de Esperanza. Ahora ha sido desplazado. Es que ese terreno que con tanta seguridad ha transitado, para él -como religioso- tiene un límite infranqueable…que Máximo sí está dispuesto a cruza
El cura es testigo de cómo su hermano Máximo se acerca cada vez más a su querida “ex novicia”. Con un dejo de angustia, se resigna a pensar que la ha perdido.