Con Valeria Ros charlamos sobre la lujuria, sobre las ganas de follar que tenemos todos o no. ¿Y si lo que nos pasa es que no queremos estar solos y disfrazamos la necesidad de compañía con lujuria alocada? Recordamos los primeros ligues y comidas de boca de Valeria y Vicky cuando había que enrollarse con alguien para hacer check.
¿Cuándo han sido peores personas contigo y cuándo has sido tú peor persona? Vuelve Malas Personas en una segunda temporada con unos invitado que vais a flipar. Abrimos la lata con fuerza con el mayor podcaster de España, el Joe Rogan Español, el enemigo de las camisetas con mangas: Jordi Wild. Un hito en la historia del programa. Poned el programa y pedid un deseo.
Rubentonces habla con Victoria del positivismo tóxico, la gente que te drena la energía y de la torta del Casar. Una conversación de un martes cualquiera. También hablan de lo de ser mala persona y todas esas cosas, pero eso ya lo sabéis. ¡Ah! Y Rubén remata el programa con una receta. ¿Somos ahora el Masterchef de los podcasts? Sí somos.
En esta vida se puede ser egoísta, se puede ser una mala persona, incluso un neonazi, pero no hay nada peor en el mundo que ser una persona ABURRIDA. Róbame la cartera, pero no me des el peñazo. En este episodio trataremos la gente sin alma con Judith Tiral, divagaremos sobre la gente que ha tirado la toalla en la vida y le quitaremos valor al aprendizaje, porque no todo lo que nos pasa nos tiene que dejar huella, que vale ya de tanta enseñanza.
Victoria habla con el padre Carmen sobre celebrar. Sobre esas celebraciones de las que nos hemos adueñado los paganos porque cualquier excusa es buena para tocarse el pepe un día cualquiera. O esas otras que hemos importado de Estados Unidos porque, no nos engañemos, no tenemos ninguna personalidad.
Ya era hora de hablar claro sobre este tema. Si eres impuntual también eres un irresponsable. Eso está directamente relacionado. Pero bueno, hay planes para los que no merece la pena ni salir de casa. Galder Varas, como representante de los impuntuales, ha venido a echar el rato con Victoria esta semana. Dos personas debatiendo sobre quién siente menos y quién es más frío de los dos. Aunque llegan juntos a una interesante conclusión y es que el impuntual lo es porque es optimista.
Este capítulo de Malas Personas es una declaración de guerra a las magufadas. Victoria Martín invita a Ana Morgade a rajar sobre todos los que creen en el horóscopo, la reencarnación y los espíritus. ¿Por qué todos los que creen en esas cosas piensan que son la reencarnación de Cleopatra? A nadie le apetece pensar que en su vida pasada fue una hormiga que duró 45 minutos en la Gran Vía porque la pisó un caballero con zapatos de charol. Pero el tema de la muerte les da para mucho más. Eso y hablar de medicina alternativa, meterse cosas por el coño y todo tipo de costumbres delirantes.
Miguel Maldonado ha venido a Mala Personas a rajar con Victoria Martín sobre ser un rata y un miserable. ¿Hasta dónde serías capaz de llegar por ahorrarte un cochino euro? o lo que es peor… ¿Qué harías por dinero? Reflexionan sobre cuánto dinero tienes que tener para volverte un déspota o si eso viene de fábrica. Un capítulo al uso, con muchas faltadas. Como debe ser.
Victoria habla con el padre Carmen de los hij*s de p*ta. Aquellas personas que hacen la vida imposible a su entorno, sean familiares, amigos, compañeros de trabajo o simplemente seres con los que te cruzas un día en el parking de un supermercado y acaban convirtiendo tu vida en un infierno. ¿Y cuál es la conclusión de Victoria? Que Jennifer Lopez es la peor de todas.
Las personas favoritas de Victoria Martín son las protagonistas del capítulo de hoy: LOS MENTIROSOS. Empezando por Clara Lago, que asegura ser su fan número uno y que se moría por ser la siguiente invitada, pero todos sabemos que eso es imposible; ha venido obligada. Hay gente que tiene la suerte de vivir de la mentira (trileros, magos, vendehumos, chamanes…) y otra que simplemente la usamos como vía de escape a la monotonía de nuestra vida de mierda. Visto lo visto, mejor ser el mentiroso que el que está orgulloso de su sinceridad y va jodiéndole el día a todo el que se cruza en su camino.
Victoria habla con el padre Carmen del pasado y de cómo se suele idealizar (eso si no has sufrido bullying en tu infancia, claro). Pero para pasado bueno, el de la Edad Media, que no tenían que proyectar un futuro más allá de los 30 porque, o bien se morían por alguna enfermedad relacionada con un problema de salud pública, o bien les condenaban a muerte por alguna travesurilla indecente. Y si tuvieras que reencarnarte en alguien del pasado, ¿a quién elegirías? Probablemente no coincidas con la opinión de Carmen y Victoria…
¿Por qué no paran de escribirse artículos defendiendo los beneficios del semen en la cura del cáncer? ¿Por qué se siguen pintando penes y testículos en las paredes de todos los institutos como hacían los antiguos griegos? Pues por la misma razón que hoy en día si no te llaman guarra, te llaman monja, dependiendo de a qué lumbreras misógino le preguntes. Hoy vienen a Malas Personas Silvia Llop y Patricia Espejo a cagarse en todos estos desgraciados y a hablarnos de lo que mejor saben hacer: el follicio. O eso les gustaría a ellas, que toda su experiencia en Tinder no equivale a las mismas habilidades sexuales.
Victoria habla con el padre Carmen del espíritu aventurero y de cómo casi muere ahogada en un barrizal durante lo que parecía un simple paseo en pareja. Porque si algo es ella, es aventurera. No como los Disney adults, que su máxima emoción es ver en persona a un Mickey Mouse de foam gigante relleno de un señor francés amargado en Disneyland Paris. O los fans del pádel de los cojones, que se pasan la semana deseando juntarse con sus colegotas para el partidito del domingo. Pero si algo está claro es que nadie disfruta del domingo como una persona de ultraderecha, con su misa, su hípica y su paellita en la finca.
Hoy Victoria llega calentita y dispuesta a cagarse en las peores personas del mundo (peores incluso que los egoístas, ratas, impuntuales y todas las que ya ha comentado en capítulos anteriores): los pusilánimes. Esa gente que le saca jugo a dar pena con sus dramas, que magnifican o se inventan, cuando en realidad lo único que quieren verdaderamente es ser el centro de atención. Y para gente que quiere llamar la atención, los protagonistas del podcast de Clara Tiscar, que viene a Malas Personas a hablarnos de sus crímenes favoritos y de cómo sería su crimen perfecto.
Victoria habla con el Padre Carmen sobre ser activista. O mejor dicho, sobre creerse activista, que eso de poner un hashtag protesta cada día no te hace más reivindicativa, Mariví. ¿Se puede ser activista de cualquier cosa? Por supuesto que sí. Hoy en día puedes luchar a la vez por los derechos de los animales que de los gilipollas o del cuello vuelto, que no todo el mundo sabe llevarlo con dignidad. Todo se ha convertido en algo que defender. Carmen elige luchar por Victoria y su integridad, que bastante tiene con aguantarse a sí misma. Y tú, ¿qué causa elegirías?
Esas personas que no tienen ningún talento pero hacen teatro de tenerlo. Personas tan sucias que son capaces de afiliarse al PSOE por convicción de su jefe cuando en realidad odian a Pedro Sánchez, solo por conseguir unos días extras de vacaciones o un despacho para seguir tocándose los cojones sin que nadie les vea. Y un detalle, ¿os habéis dado cuenta de que “trepa” se usa muchísimo más para referirse a mujeres? Porque cuando un hombre hace lo mismo, se dice que es ambicioso, con espíritu de superación, un mad men, claro. Hoy viene al programa una persona más que acostumbrada a tratar con estos seres y, sobre todo, a huir de ellos: Carolina Iglesias. Aunque, para qué engañarse, ni ella ni Victoria son tan interesantes como para que alguien haya intentado aprovecharse de su posición.
Victoria habla con el Padre Carmen sobre hacerse viejo. Y sobre cómo ya no viven la vida con tanta intensidad como cuando eran jóvenes (a pesar de tener 32 años). Cumplir años tiene lo mismo de positivo que de negativo. Eres más sabio, sabes enfrentarte mejor a los problemas (eso si has pagado tus buenas sesiones de terapia), pero también tienes más achaques y la gravedad empieza a afectar sobre tu cuerpo. Digamos que cuando eres joven lo bueno va por fuera y lo malo por dentro, y eso se va revirtiendo con los años. ¿No sería increíble tener un retrato como el de Dorian Grey que envejeciera por nosotros y pudiéramos seguir dejando toda la mierda oculta dentro? Porque, no nos engañemos, todos sabemos que la apariencia es lo único que importa.
Todos tenemos amigos (y si no, háztelo mirar) peores y mejores. Unos que lo dan todo por ti, están siempre que les necesitas y puedes contar con ellos cuando tienes que deshacerte de un cadáver, y otros que no solo no hacen nada de eso, sino que su único deseo es que se te caigan el pelo y los dientes, pero, por alguna razón, les sigues invitando a tu cumpleaños. Aunque a veces una misma persona puede encajar en ambas descripciones, lo importante para diferenciar un buen amigo es saber que en el fondo le quieres y te alegras cuando le va bien, y si no lo que eres es un hijo de puta y por eso estás solo en la vida. Si hay alguien que conoce bien las miserias de las amistades y las relaciones humanas son Ignasi Taltavull y Tomàs Fuentes, integrantes de La Ruina, y no porque la suya sea mala, sino por la cantidad de desgraciados que han pasado por su podcast a contar todas sus vergüenzas.
Victoria habla con el Padre Carmen sobre ser influenciable (o tener menos personalidad que un Teletubbie). ¿Vosotros en el colegio érais más de sentar cátedra con vuestra opinión o de cambiarla cada cinco minutos en función de lo que dijera el popu de la clase? Lo cierto es que ahora mismo hay demasiada gente influenciando en la sociedad (o intentándolo, al menos), pero no necesariamente para bien. Y esa gente tiene que parar, ¿no se dan cuenta de que lo único que están haciendo es causar el mal cada vez que abren la boca? Deberíamos asumir ya que no vale la opinión de todo el mundo y empezar a valorar más los silencios.
Durante los siglos de los siglos se ha usado una palabra mágica para mantener a raya a las mujeres más brillantes de la historia: “loca”. Cuando alguna destacaba, conseguía un hallazgo importante para la humanidad, no quería casarse, tener hijos o, simplemente, tomaba decisiones propias, se la tachaba de loca para bajarle los humos, no fuera a ser que dañara la masculinidad frágil de algún ofendidito. Por supuesto, esto ha servido históricamente a los hombres para llevar a cabo su plan perfecto: relegarnos a las tareas del hogar para mantener su tiempo libre intacto y así tener la posibilidad de preguntarse por qué llueve, cómo funciona el cuerpo humano, de dedicarse a pintar, a escribir, a esculpir, en definitiva, a lo que les saliera de los cojones. Hoy tenemos en Malas Personas a la más loca de todas, Nagore Robles, una mujer tan desequilibrada que no se ha dejado pisotear ni mangonear un segundo en sus 41 años porque siempre ha tenido las cosas muy claras.
Victoria habla con el Padre Carmen sobre el arte del cotilleo, en el que no todo vale. Lo principal es transmitir una imagen de persona de confianza y que no te vean demasiado interesada en enterarte del chisme, porque eso canta, algo que Victoria no sabe hacer y por eso todas sus amigas se callan cuando llega ella cada vez que quedan. Además, es importante saber qué puedes contar y qué no, porque como empieces a compartir historias aburridas van a dejar de confiar en ti como cotilla oficial del reino. El chisme es sano, es tradición popular y además mantiene relaciones y familias unidas por los siglos de los siglos. ¿O acaso prefieres que te digan a la cara lo que opinan de tus decisiones de mierda?
Eso de cuidarse está muy bien, es necesario. El problema viene cuando te lo dice un tío sectario que se cree superior por levantarse a las 5 de la mañana y hacer 80 burpees antes de desayunar. ¿Acaso nos han visto cara de que nos importe? El verdadero secreto para aumentar la calidad de vida no tiene que ver con madrugar, tomar aminoácidos o hacer cookies de avena y plátano, sino con dejar el trabajo y dedicarse a la vida contemplativa, pasear por los jardines de una mansión italiana, leer a Dante Alighieri y a Beta Coqueta y, sobre todo, no producir, nada. Por ahora nos conformamos con que Sergio Peinado no venga a Malas Personas a leernos la etiqueta del Kit Kat y a predecir nuestra esperanza de vida, sino a largar de la vida fitness y del lado oscuro del deporte.
Victoria habla con el Padre Carmen sobre los complejos y sobre cómo es totalmente lícito vivirlos con resentimiento y pagarlo con la sociedad. ¿Desde cuándo se ha visto que tengas una hermana más guapa, más alta y con mejor pelo que tú y no acabes maltratando psicológicamente a tus empleados para apaciguar tu resquemor? Todo el mundo sabe que la mejor forma de enfrentarse a los complejos propios es volcarlos hacia fuera e intentar compensarlos sobreesforzándose en otros campos, al menos te saldrá más barato que invertir miles de horas en terapia para tratarlos y superarlos.
Puede parecer que la gente tonta y la gente inculta tienen algo que ver, pero no, hay gente con carreras y 300 másters que es completamente estúpida, y gente que solo tiene la ESO y es listísima. Luego están los gafapastas, que son casi peor, porque no hay nada más asqueroso que ir de afrancesado y decir que solo ves cine iraní de los 60; ser tonto es una cosa, ser gilipollas es algo muy diferente. A las mujeres se nos ha educado para hacernos las tontas a lo largo de la historia para no destacar nunca, pero al menos lo hemos sabido aprovechar. La gente que se hace la tonta es la gente que llega a la cima, que es precisamente donde está nuestra invitada de hoy, Lalachus, algo que puede tener que ver con eso o con que quizás tenga algo de talento, tendréis que comprobarlo en la entrevista.
Victoria habla con el Padre Carmen sobre la infancia y plantean el primer dilema importante: ¿niños sí o no? ¿Deberían ocupar los mismos espacios comunes que los adultos o deberían tener los suyos propios donde poder subirse por las paredes después de una sobredosis de azúcar sin molestar a nadie? Mejor nos guardamos nuestra opinión porque es un debate muy polarizado. ¿Y si todos siguiéramos teniendo un niño interior y mantuviéramos la ilusión y las ganas de jugar hasta la eternidad? Quizás es un poquito síndrome de Peter Pan, sí, hay que asumir responsabilidades y pagar a Hacienda, pero tampoco hace falta volverse un coñazo de personas por el simple hecho de entrar en la edad adulta, ¿no?
El postureo es un arte ancestral que existe desde que el ser humano se puso los primeros trapitos, ahora simplemente tenemos redes sociales que nos lo evidencian aún más y nos dejan ver cada día lo estúpidos que somos. Y si no, que se lo pregunten a la amiga de mi madre, que en los 90 recortaba todas las fotos de Lady Di de las revistas y se hacía los mismos vestidos para sus eventos sociales, pero de nailon y mal cosidos, porque a pesar de no tener un duro, lo importante siempre es aparentar. Cosa que no le pasa a los old money, que no necesitan posturear porque nacieron sobre un lecho de billetes cosechado por los padres de los padres de los padres de sus padres. En el lado opuesto, en cambio, tenemos a los autodenominados influencers, que viven de chupar la sangre a marcas y restaurantes, porque si hay algo que no les gusta nada a esta gente es apoquinar. Hoy tenemos en Malas Personas a Lorena Macías, mejor conocida como Hazme una foto así.
Victoria habla con el Padre Carmen de gastar dinero. Una es más agarrada que el socarrat y la otra derrocha en gilipolleces inútiles. Lo que más dinero se lleva son siempre los hobbies, hay gente que se lo funde en entradas de conciertos, otros en el pádel y otros muchos en viajar. Viajar, la actividad más de moda desde el covid que promete tantos beneficios para el individuo. Dicen que rejuvenece nuestro cerebro, nos causa bienestar y nos libera del estrés. ¿Acaso ha viajado alguna vez la persona que dijo eso? Que si reserva los vuelos corriendo por si se acababa el último asiento a ese precio -ya desorbitado-, haz una maleta adecuada para la climatología incierta del destino, déjate un riñón en el taxi para llegar al aeropuerto porque no has conseguido salir a tiempo para ir en metro, chúpate la cola del control, encuentra la manera de llegar a tu hotel. En fin. Probablemente esa persona era rica y todos estos pasos se los saltó; así cualquiera disfruta de viajar, claro.
El fracaso es directamente proporcional a las expectativas que tengas de la vida. Si tu sueño es trabajar con Tarantino, como le pasa a nuestro invitado de hoy, Carlos Areces, es normal que te sientas como un fracasado y pienses que no merece la pena seguir viviendo al no alcanzar tu meta. Sin embargo, si lo que más te motiva es mantener vivo el ficus que te regalaron por tu cumpleaños, es bastante más probable que lo consigas y, por tanto, te sientas realizado. Moraleja: cuanto más mediocre seas y menos aspiraciones tengas, más feliz serás, ¿y acaso no es ese el objetivo vital de todo ser viviente? Carlos Areces tiene precisamente ese problema, que siempre ha soñado a lo grande y ha sido muy ambicioso, lo que le ha hecho ser una persona infeliz e incompleta. ¿Que también le ha llevado a trabajar con Almodóvar y Álex de la Iglesia? ¿A protagonizar la mitad de las series y películas españolas de las últimas décadas? Puede ser, pero ese no es el tema.
Bienvenidas de nuevo a Malas Personas, una temporada más de Victoria cagándose en todo y en todos. Hoy, la (autodenominada) reina del podcast confesional nos habla de reyes y reinas, como Luis II de Baviera, el rey twink más interesante, que siempre se escabullía de sus compromisos sociales para liarse con actores, cantantes y militares de la corte de Baviera. Pero no solo se centrará en los de castillo y pololos, sino también en las estrellas, las divas, las mejores en su campo, como ella (en su humilde opinión). Para eso viene al programa Jorge Ponce, que algo sabe de estar en lo más alto, de las batallas de audiencias, y sobre todo, que comparte su hobby favorito con Victoria: rajar. Por si acaso, nos vamos despidiendo de todos y todas, porque en este capítulo no va a quedar títere con cabeza.
Vuelve Padre Carmen y esta vez con algún que otro giro de guión. Como ya no les quedan temas sobre los que rajar y a Victoria no le quedan preguntas que hacer ya, han decidido dedicar este capítulo a Donald Trump. Un ser al que se le podrían dedicar infinitas temporadas de este podcast. Por todas sus virtudes, por supuesto, y por actos tan encomiables como cobrar un cheque de 13 centavos, el tío rata. La verdad es que no es ningún regalo que un capítulo de Padre Carmen lleve tu nombre en el título…
Hoy Victoria le dedica el programa a una persona muy especial: Ellen DeGeneres. Alguien que personifica muy bien una clase de perfil impaciente, exigente e intransigente: los tocapelotas, aquellos que se creen que pueden exigir una prenda a su medida en Zara y un prosciutto cotto italiano en el Vips solo por ser ellos, seres de luz especiales y únicos que merecen un trato exquisito (algo que, por supuesto, ellos no dan a los demás). Un sector de referencia en este sentido son los influencers, exigentes e impertinentes por naturaleza, y quién mejor para desmentir (o confirmar) todos los prejuicios de Victoria en este ámbito que Paula Gonu, la invitada del programa de hoy, posiblemente la única influencer que no siente un odio desmedido por ella.
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