Victoria habla con el padre Carmen del espíritu aventurero y de cómo casi muere ahogada en un barrizal durante lo que parecía un simple paseo en pareja. Porque si algo es ella, es aventurera. No como los Disney adults, que su máxima emoción es ver en persona a un Mickey Mouse de foam gigante relleno de un señor francés amargado en Disneyland Paris. O los fans del pádel de los cojones, que se pasan la semana deseando juntarse con sus colegotas para el partidito del domingo. Pero si algo está claro es que nadie disfruta del domingo como una persona de ultraderecha, con su misa, su hípica y su paellita en la finca.