Hoy les toca el turno a los pijos, o mejor dicho, a los cayetanos, que aunque se parezcan, no son exactamente lo mismo. Se puede ser pijo ganando el salario mínimo interprofesional, porque ser pijo es una actitud, mientras que el cayetano es necesariamente de clase acomodada y lleva todas sus prendas de ropa de color beige o verde kaki. ¿Pero por qué no colocarles a todos en el mismo saco para poder meterse con ellos a gusto? Pues así va a ser, porque Victoria hace lo que quiere con su programa. Por eso ha decidido traer como invitados a gente como ella, con la que se siente en su salsa, dos pijos de tomo y lomo que escriben chistes y se ríen de las clases altas desde la comodidad de sus sillones de terciopelo, porque si hay algo que no pueden negar es que tienen el morro y el culo muy finos. Ellos son Pantomima Full.