Victoria habla con el Padre Carmen sobre ser influenciable (o tener menos personalidad que un Teletubbie). ¿Vosotros en el colegio érais más de sentar cátedra con vuestra opinión o de cambiarla cada cinco minutos en función de lo que dijera el popu de la clase? Lo cierto es que ahora mismo hay demasiada gente influenciando en la sociedad (o intentándolo, al menos), pero no necesariamente para bien. Y esa gente tiene que parar, ¿no se dan cuenta de que lo único que están haciendo es causar el mal cada vez que abren la boca? Deberíamos asumir ya que no vale la opinión de todo el mundo y empezar a valorar más los silencios.