A Mario Estrada, un carismático abogado de moral distraída y acostumbrado a que todo le salga bien, están a punto de torcérsele las cosas más de lo que nunca podría haber imaginado. El día había empezado de la mejor manera posible para Mario: ganando un caso. Sin embargo, todo lo malo que tenía que pasarle hoy parecía aguardar tras la puerta para precipitarse en las próximas horas. A pocas semanas de su boda y después de 12 años de noviazgo, Dani está a punto de descubrir que su novio y socio de bufete, Mario Estrada, es tan canalla como todos le advirtieron. Mientras ella pensaba cómo preparar una cena sorpresa para su prometido, él planeaba cómo aprovechar el supuesto viaje de Dani para pasar la noche con otra mujer. Hoy es el primer día de trabajo para David, el nuevo abogado junior, y la bienvenida de Gonzalo, tercer socio del despacho, no ha sido precisamente lo que él se esperaba. Tal vez sea mejor eso que la absoluta indiferencia que han mostrado Dani y Mario, los otros dos socios de Lex, ellos ni siquiera se han percatado de su presencia. Parece que la falta de escrúpulos no le importa lo más mínimo a la otra abogada junior del despacho, Silvia Marall, hija de un prestigioso letrado. David no será la única cara nueva en Lex. Eli, la hermana pequeña de Mario y estudiante de derecho, ha decidido que David es una excusa estupenda para pasar más tiempo en el despacho de su hermano "recreándose la vista" con el nuevo.
Dani se encuentra bastante mal últimamente y no porque esté deprimida como todos creen. Mario, por su parte, la echa de menos. Siempre se ha considerado un hombre fuerte e independiente pero no soporta la idea de no estar junto a ella nunca más. Por otro lado, Silvia se siente completamente desplazada en el bufete debido a la contratación del nuevo abogado: David Vega. A la señora Camps su marido la ha demandado por lesiones. Ella le sorprendió en la cama con otra y decidió tomarse la justicia por su mano clavándole la barra de la cortina de la ducha en cierta parte de su anatomía. Es un caso difícil porque la acusada parece una mujer fría y la enajenación mental no colará como eximente. El señor y la señora Vernet desean incapacitar legalmente a su hija Miriam, que ha quedado gravemente traumatizada tras perder a su novio en un accidente de tráfico. La joven, de quince años, está embarazada y desea tener el bebé porque es lo único que le queda del amor de su vida.
Mario está en shock, se acaba de enterar de que, dentro de unos meses, puede convertirse en padre y no porque Dani se haya decidido, por fin, a contarle que está embarazada. Marta –la joven con la que tuvo la aventura que provocó su ruptura con Dani- está embarazada y le ha contado que el hijo puede ser suyo. Eli, que últimamente se deja caer mucho por el despacho, ha conseguido despertar los celos de Silvia. Parece que todos, desde Kat hasta David, tienen sólo ojos para ella cuando aparece por el bufete. Tal vez ése sea el motivo por el que ha aceptado la invitación de David para tomar algo después de trabajar. El señor Gil no quiere operar a su hijo Andrés, de 17 años y en coma tras un accidente, por el enorme peligro de muerte que entraña la operación a la que tendrían que someterle. Sin embargo, la señora Gil se aferra a la posibilidad de que la intervención sea un éxito y su hijo pueda recuperarse y volver a ser el que era. El problema es que se necesita el consentimiento de ambos padres. Por eso, la señora Gil ha decidido recurrir a los tribunales asistida por Mario Estrada. Al señor Giner le han echado del trabajo de la noche a la mañana a pesar de que los informes del departamento de Recursos Humanos siempre habían subrayado su eficiencia. Le han despedido simplemente porque estaba enamorado de su jefa y así lo ha reconocido ella misma ante el juez.
Esta vez Marc Ledesma lo tiene difícil para librarse de la cárcel aunque de su caso, como siempre, se vaya a ocupar Mario Estrada. La policía ha encontrado un maletín repleto de heroína en su armario, en la habitación del hotel en que se hospeda. Aunque el cliente defiende que la droga no es suya, Mario da por supuesto que es la excusa típica de cualquier delincuente. La madre de Mario, preocupada por su futura paternidad, le ha enviado un muñeco de simulación para que vaya practicando. El primer impulso de Mario será deshacerse cuanto antes del juguete pero cambiará de opinión cuando se pique con Dani. Ella piensa que Mario no aguantará ni 48 horas cuidando del "falso bebé". Parece que a Dani no le está sentando demasiado bien el embarazo. Las habituales náuseas matutinas se traducen, en su caso, en un malestar constante durante todo el día. Para colmo de males, le ha tocado llevar el caso de Gabriel Lozano, un enfermo terminal al que le quedan pocos meses de vida. Su mujer pretende declararlo incapaz para meterle en un psiquiátrico, una medida que a Dani no le parecerá del todo descabellada cuando se enfrente a las excentricidades del enfermo.
Es el cumpleaños de Mario y, aunque está hecho polvo, se ha propuesto que nadie lo note. Tan contento y despreocupado le ve Dani que no puede evitar cierto resentimiento, pues parece que haya borrado de un plumazo los recuerdos de todos los cumpleaños que pasaron juntos. Sin embargo, Dani cuenta con una gran distracción para no pensar en Mario: el caso de Tacho Santana, un actor porno preocupado porque cree que van a despedirle de la película que está rodando. Cuando el director grita "acción", la actriz principal le dice cosas al oído que le hacen perder la... concentración. Inés Alís ha denunciado a la compañía eléctrica Electya por poner una torre de alta tensión cerca de su casa. Aparentemente, la torre cumple con la normativa de Sanidad pero a Inés le han detectado recientemente un linfoma cuyo origen podría estar relacionado con dicha instalación. El problema reside en demostrar esa relación, máxime cuando la otra parte es defendida por un temible adversario: Jaime Marall, el padre de Silvia.
Rocío está acusada de la muerte de uno de sus amantes. Al fin y al cabo es el tercer hombre que se muere después de hacer el amor con ella. Algo, como poco, sospechoso. Rocío quiere que la defiendan los mejores y sabe que, para eso, es a LEX a donde tiene que acudir. Lo sabe porque ella también es abogada y conoce su fama pero también porque los socios del bufete, Dani, Mario y Gonzalo, fueron sus compañeros de facultad. Mario y Gonzalo también la recuerdan a ella con perfecta claridad: su chepa, sus granos, su bigote… pero el dinero es el dinero y Rocío ha pagado lo suficiente como para saltarse la lista de espera del despacho. Mario y Silvia tratarán de afrontar con naturalidad su furtivo y desatinado encuentro amoroso de la pasada noche. Sin embargo, no es un secreto que deban guardar sólo ellos dos. La tercera en discordia, Eli, que les vio besándose, tal vez no sea tan indulgente como ellos con lo sucedido. Mario no quiere estropearlo todo una vez más y menos ahora que el corazón de Dani parecía haberse reblandecido después de que fuesen juntos a la primera ecografía del bebé que esperan. Lex ha caído del primer puesto al octavo en el ranking de los mejores bufetes del país. Necesitan hacer algo para recuperar su prestigio y popularidad y Gonzalo está convencido de que la clave está en conseguir más presencia mediática. En la puerta del juzgado encontrará su perfecta oportunidad: un chico que ha sido detenido por dar marihuana a su madre para aliviarle el dolor de la quimioterapia. Un caso muy apropiado para mostrar la mejor imagen de LEX sobre todo porque ha suscitado un gran interés en los medios Mientras investiga un caso, Gema salva la vida de un hombre que estaba a punto de electrocutarse. Gracias a su intervención se ha hecho sólo un rasguño y por eso la sorpresa de Gema será mayúscula cuando le vea aparecer en su despacho con muletas y collarín, dispuesto a ponerle una demanda si no le paga treinta mil euros por las s
Gracias al apoyo incondicional de Mario y Gema, por fin Dani ha conseguido levantarse de la cama para ir a trabajar. Sólo han pasado dos semanas desde el aborto pero tal vez el trabajo sea la mejor terapia para superar la pérdida. Mientras tanto, Silvia se ha encargado de tener al día todos los asuntos de Dani que, agradecida, está pensando en ofrecerle a Silvia pasar a ser socia del bufete. Silvia no tendrá tiempo de celebrarlo antes de que todo empiece a torcerse para ella. Dani ha decidido hacerse cargo de uno de los casos de Gonzalo: una mujer torero que ha denunciado a un empresario taurino por discriminación. Lo que no sabe es que esa cita se anuló y la mujer a la que acaba de recibir es Vicky, una prostituta de lujo que asegura que un famoso cliente suyo, fallecido el mes pasado, la nombró heredera universal de todos sus bienes antes de morir. Tiene pruebas: un vídeo doméstico no apto para menores. Gonzalo no puede hacerse cargo de ese caso porque está muy ocupado con el juicio de Rocío (Paz Vega). Según ella, no conocía de nada a su último amante, algo que les resulta imposible de creer a todos ya que él, antes de morir, le dejó toda su herencia en el testamento. Hay algún dato que se les escapa o, sencillamente, Rocío les está mintiendo. A Pedro no le ha quedado otro remedio que secuestrar a su propia hija, Teresa, a la salida del colegio ya que su exmujer no le permite ver a la niña bajo ningún concepto. La niña, que cada vez que ve a su padre tiembla de miedo, ha llamado a la policía para pedirles que le salven y su padre ha acabado detenido en comisaría. David tendrá que hacerse cargo de la defensa de Pedro, algo que detesta porque todo apunta a que, efectivamente, Teresa tiene algo que temer de su progenitor. A Mario, como siempre, parece no importarle el trasfondo del asunto sino el dinero que le reportará aunque David sabe que, en realidad, tampoco para Mario es plato de buen gusto.
Gonzalo no puede más con la culpa y cree que tiene que confesarle a Mario cuanto antes que fue él y no Eli el que le contó a Dani su lío con Silvia. Tal vez de esta forma Mario hubiese conseguido perdonarle, pero la mala suerte ha querido que Mario se entere antes por boca de otros. No es el único que no soporta la situación, Silvia ha dejado LEX y no le ha quedado más remedio que explicarle a David el motivo de su precipitada decisión. Acaba de estallar la guerra dentro del bufete. La empresa de navegadores GPS "Cekar", una de las cuentas más importantes del despacho, ha sido demandada por uno de sus clientes, que ha denunciado a su GPS por darle indicaciones equivocadas y hacer que cayera por un barranco. Parece un caso fácil, ningún juez condenaría a la empresa por un fallo en uno de sus GPS. Lo complicado de este caso no es el asunto en sí, sino la identidad del demandante, que no es otro que el padre de Gonzalo. El jurado ya ha deliberado y tiene un veredicto: Rocío ha sido absuelta de todos los cargos que se le imputaban. No es la única buena noticia que recibirá Rocío, Dani, Mario y Gonzalo han decidido ofrecerle que se quede con ellos en LEX, a cargo de las cuentas internacionales, algo que para Rocío podría suponer un gran paso en su carrera profesional.
Gonzalo todavía no puede creerse que desperdiciase su oportunidad de acostarse con Rocío, un error que su presencia en el despacho le recordará todos los días, por lo que le propone a Rocío acostarse con él. Ella acepta y quedan esa tarde en su hotel. Sin embargo, cuando aparece un hombre muerto tras mantener relaciones sexuales en el mismo hotel donde se aloja Rocío, Mario está más convencido que nunca de que ella es culpable, y más cuando se lo pregunta directamente a ella y Rocío confiesa. Mario ha atropellado a un indigente que trataba de limpiarle el limpiaparabrisas del coche. Ha sido un accidente pero los únicos testigos que pueden dar cuenta de ello son Gonzalo y Gema. El mendigo ha demandado a Mario aconsejado por su abogado, Raúl Serra, uno de los discípulos de Jaime Marall. El mendigo acusa a Mario de intento de homicidio, y su testimonio será aun más creíble cuando aparezca en la sala con una escayola. Mario lo tendrá difícil para demostrar su inocencia. Germán Torres ha llegado a los juzgados para hacerse cargo de la sala número 8, donde LEX tiene varias causas abiertas. La mala suerte ha querido que el nuevo magistrado al que Mario arruinó en su divorcio. El juez juró venganza y parece que ahora tiene la oportunidad perfecta para hacerle a Mario la vida imposible. Mario y Gonzalo quieren limar asperezas con él, y Dani se ofrece para proponerle cena, aunque Germán está interesado en cenar solo con ella. Mario y Gonzalo se preocupan ante la idea de que Dani y Germán se atraigan. Eli ha decidido hacer borrón y cuenta nueva y volverse a Madrid a vivir de nuevo con su hermano. Quiere retomar su carrera, la buena relación que tenía con Mario y, sobre todo, quiere volver a tener cerca a David. Ha pasado poco tiempo pero las cosas han cambiado mucho a ojos de Eli: Silvia y David han roto y él se ha ido a vivir con Kat, a un piso donde queda una habitación libre. Kat y David le ofrecen que se vaya a vivir con ellos, y Eli, est
Tina, una conocida de Mario, acude al bufete en busca de ayuda porque ha envenenado accidentalmente a su criada y la ha matado. Tina afirma que dejó una botella de whisky con arsénico por si entraban ladrones en su casa, y la criada se lo bebió sin saberlo. Para Mario supone un gran problema, ya que su cliente no parece ser consciente de la gravedad de la situación. En el juicio y, sintiéndose bajo presión, Tina confiesa que para quien iba destinado el veneno era para su pareja, pero que en el último momento se arrepintió y se le olvidó tirar la botella. Gonzalo está malherido tras la paliza que recibió de los matones enviados por Espinosa, un poderoso empresario cuyas cuentas manipuló Rocío antes de irse. Gonzalo se ha visto obligado a vender su casa y pide a Mario que le acoja en la suya durante un tiempo. Mario va con Gonzalo a pedirle a Espinosa que les conceda más tiempo para recaudar todo el dinero, pero Espinosa no está dispuesto a concedérselo. La tensión entre David y Silvia sigue latente, por lo que Mario toma cartas en el asunto y les asigna a los dos un caso de divorcio. Sin embargo, el caso se asemeja bastante a la historia vivida entre ellos, no solo por el gran parecido físico que guarda su cliente con Mario, sino porque le ha sido infiel a su mujer. David y Silvia no pueden evitar llevar el caso a su terreno personal olvidando su deber como abogados y llegando al punto de ignorar a su cliente. Eli ya está instalada en su nueva casa con David y con Kat, y parece que con David las cosas van mejor. Su cercanía se acentúa por el hecho de que David tenga que trabajar en el mismo caso con Silvia, a la que aparentemente no puede soportar. Eli está indecisa y no sabe si debe lanzarse y confesarle sus sentimientos. Kat le anima a que lo intente.
La crisis ha llegado a LEX y Mario anuncia que se han visto obligados a sacar a la venta el 60 % de las acciones de la empresa y que Jaime Marall las ha comprado, por lo que pasa a ser el nuevo jefe del bufete, y no viene solo, se trae con él a Raul Serra, su mano derecha. Marall propone a Silvia que se vaya a trabajar con él a su despacho en Bruselas, una suculenta oferta que su hija se planteará. La convivencia entre Mario y Gonzalo no parece agradar a Mario, que le molesta el estilo de vida que lleva su amigo. Mario se queja de que su casa ha pasado a ser un "picadero", y Gonzalo admite que tiene razón y decide irse. Por otra parte, a Eli no le llega el dinero para pagar el alquiler y necesita un trabajo urgentemente. David le sugiere que pida a Mario que la contrate como becaria en el bufete, pero a Mario no le parece tan buena idea y le aconseja a su hermana que se busque la vida por sus propios medios. Antonio, un hombre desesperado, irrumpe en un juzgado dispuesto a agredir al juez Silva. Antonio acusa al juez de negligencia jurídica al haber puesto en libertad al violador que mató a su mujer. Mario se ofrece a defender a Antonio y Marall, que parece interesado en el caso, y le propone a Mario llevarlo conjuntamente. Mientras Mario intenta comprender a Antonio y demostrar que se puede confiar en la justicia, Marall quiere proteger a toda costa sus intereses, entre ellos, su “amistad” con el juez Silva. Gema anima a Dani a acostarse con Germán, ya que lleva mucho tiempo sin mantener relaciones sexuales. Dani y Germán pasarán su primera noche juntos, pero no saldrá como ellos esperaban. Cuando Dani se sincera con Gema sobre lo ocurrido, Gonzalo escucha la conversación y no puede evitar contárselo a Mario y burlarse de Germán, poniendo en peligro la incipiente relación entre Dani y el juez.
Han dado permiso penitenciario a Pacheco, un asesino al que Gonzalo consiguió encarcelar hace muchos años y que juró vengarse. Gonzalo no piensa que su vida corra peligro hasta que le envían a casa una cabeza de cochinillo con amenaza incluida. Gonzalo se queda escondido en casa de Mario, y Gema acude a darle clases de defensa para prepararle para el posible ataque de Pacheco. La relación entre Dani y Germán parece más consolidad cada día. Hacen muchos planes juntos, y a Mario no le queda más remedio que ver como la mujer de la que está enamorado es feliz con otro hombre. Dani le sugiere que rehaga su vida en vez de estar pendiente de lo que ella hace, y para demostrarle que ya lo ha superado, Mario acaba ligando con un chica que resulta ser prostituta. Raúl quiere asignar a Mario un caso de una empresa importante que quiere renovar sus estatutos. Sin embargo, Mario lo ve muy aburrido y consigue escaquearse cuando un hombre irrumpe en el bufete y amenaza con suicidarse si no consigue un abogado para esa tarde: Su mujer murió hace unos meses y su suegra quiere quitarle la custodia de su hija. Se trata de un ex adicto que tuvo una recaída cuando murió su mujer, pero asegura que no volvería a caer por su hija. Eli destruye accidentalmente un testamento de un caso de Raúl y los dos buscan la forma de reconstruirlo. El acercamiento entre ambos es cada vez más evidente, y no pasa desapercibido por David, a quien parece preocuparle más la situación de lo debido. David advierte a Eli de que tenga cuidado con el nuevo abogado, pero ella no puede evitar sucumbir a los encantos de Raúl, que la trata muy bien.
En LEX ya se ha corrido el rumor de que habrá algunos despidos y la preocupación de todos va en aumento. Raúl encarga a Silvia que escriba un informe de rendimiento de todos los abogados del bufete, y decide que David sea uno de los que pueden prescindir. A pesar de los intentos de Mario por defender a su protegido, la decisión no está en sus manos y es el propio Mario quien se lo debe decir. Adolfo, un amigo de Kat, pide ayuda a Mario. Quiere separarse de su pareja, otro hombre, y quedarse con la custodia exclusiva de su hijo. Adolfo acusa a su pareja de haberle sido infiel. Mario está seguro de que va a ganar ya que por norma general la custodia la gana siempre la “madre”, en este caso su cliente, quien asegura que se quedaba cuidando en casa del niño. Sin embargo, las dificultades empiezan cuando descubre que el juez que va a llevar su caso es Germán. Gonzalo se encuentra con Laura, una mujer con la que mantuvo relaciones y que le acusa públicamente de haberle arruinado la vida y destrozado el corazón. Cuando el escándalo termina salpicando al bufete, Raúl pide a Gonzalo que ponga una demanda para aclarar el asunto y limpiar la imagen de LEX. Cuando Gonzalo va a juicio, la demanda se vuelve en su contra y se encuentra con que hay otras muchas mujeres apoyando a Laura a las que también decepcionó. A David cada vez se la hace más difícil soportar los encuentros de Eli con Raúl en su propia casa. Él es el único que sabe que están juntos, pero no puede evitar confesárselo a Silvia ya que le preocupa la clase de persona que pueda ser Raúl y lo que pueda esconder. Eli no puede soportar más que David se meta en su vida y decide que la mejor solución es irse de casa. Silvia, por su parte, se ha dado cuenta de que David en realidad está enamorado de Eli y le abre los ojos.
Una importante empresa de Hong-Kong de alta tecnología está interesada en el mercado financiero español y ha elegido LEX para que lleve su salida a bolsa. Raúl distribuye el trabajo entre todos, pero es Gonzalo quien debe quedarse al mando preparando el contrato y la presentación mientras Dani y Mario se encargan a escondidas de Raúl de otro caso. Se trata de la acusación de robo al hijo de la peluquera de Dani. Ésta quiere ayudarles y convence a Mario, que se apunta sólo porque sabe que a Raúl le disgustan los casos que no aportan beneficio al bufete. Se trata de una familia de inmigrantes y Dani está convencida de que el dueño de la tienda ha acusado al hijo de su peluquera porque es racista. Dani y Mario pondrán todo su empeño en defenderles, pero en el juicio descubren que la familia les está mintiendo y no entienden el motivo. Gema acude en ayuda de Gonzalo cuando éste le llama porque una mujer le ha dejado esposado a la cama. Gema no puede evitar aprovechar la situación para hacerle fotos y reírse de él. Cuando Gonzalo está reunido con los directivos de la empresa de Hong Kong para presentar el proyecto, aparecen sus fotos comprometedoras en el ordenador. Gonzalo no puede creer que Gema le odie hasta el punto de haberle hecho algo así y está muy dolido con ella.
Amelia es acusada de acuchillar a su marido, pero en el juicio no aceptan como prueba una grabación que demostraba que él la maltrataba y que ella lo hizo en defensa propia. Amelia quiere impedir que su marido se quede con la custodia del hijo y acude a LEX en busca de ayuda. Silvia ayuda a Amelia a fugarse a Francia y es acusada de obstrucción a la justicia. Mario pide a David que mienta ante el juez y diga que él estuvo con Silvia en Paris, con el riesgo de que si les descubren, les inhabiliten a los dos. Raúl y Eli siguen con su relación también a escondidas. Mario les sorprende besándose en el bufete y no le sienta nada bien, su primera reacción es acusar a Raúl de aprovecharse de su hermana pequeña. Eli se enfada mucho con su hermano porque no deja de tratarla como a una niña. Gonzalo y Gema quieren mantener en secreto su relación, pero cuando Gonzalo presume de conquista delante de Mario, aun sin desvelar que se trata de ella, Gema se molesta y decide poner fin a su aventura. Por otra parte, la casa de Gema y de Dani se ha inundado; mientras Dani está decidida a irse a casa de Germán, Gema accede a quedarse con Gonzalo, retándose mutuamente a no sucumbir ante el otro. Germán pide a Dani que se case con ella repentinamente, dejándola bajo shock. Ella, que iba a instalarse en casa de Germán, ante la nuevas circunstanciaos cambia de idea y se traslada con Mario y con Gonzalo porque necesita tiempo y espacio para aclarar sus ideas y pensar.
Dani y Germán planean su boda, ella no encuentra el momento de decírselo a Mario y a Gonzalo porque teme su reacción. Cuando, finalmente, lo hace, se sorprende de que Mario se lo tome bien, y Dani, que en el fondo tiene dudas, reprocha a Mario que no haya reaccionado ante la noticia. Gonzalo, por el contrario, no puede disimular su disgusto, por lo que pone fin a su relación con Gema y le confiesa que está enamorado de otra mujer.