Han dado permiso penitenciario a Pacheco, un asesino al que Gonzalo consiguió encarcelar hace muchos años y que juró vengarse. Gonzalo no piensa que su vida corra peligro hasta que le envían a casa una cabeza de cochinillo con amenaza incluida. Gonzalo se queda escondido en casa de Mario, y Gema acude a darle clases de defensa para prepararle para el posible ataque de Pacheco. La relación entre Dani y Germán parece más consolidad cada día. Hacen muchos planes juntos, y a Mario no le queda más remedio que ver como la mujer de la que está enamorado es feliz con otro hombre. Dani le sugiere que rehaga su vida en vez de estar pendiente de lo que ella hace, y para demostrarle que ya lo ha superado, Mario acaba ligando con un chica que resulta ser prostituta. Raúl quiere asignar a Mario un caso de una empresa importante que quiere renovar sus estatutos. Sin embargo, Mario lo ve muy aburrido y consigue escaquearse cuando un hombre irrumpe en el bufete y amenaza con suicidarse si no consigue un abogado para esa tarde: Su mujer murió hace unos meses y su suegra quiere quitarle la custodia de su hija. Se trata de un ex adicto que tuvo una recaída cuando murió su mujer, pero asegura que no volvería a caer por su hija. Eli destruye accidentalmente un testamento de un caso de Raúl y los dos buscan la forma de reconstruirlo. El acercamiento entre ambos es cada vez más evidente, y no pasa desapercibido por David, a quien parece preocuparle más la situación de lo debido. David advierte a Eli de que tenga cuidado con el nuevo abogado, pero ella no puede evitar sucumbir a los encantos de Raúl, que la trata muy bien.