La crisis ha llegado a LEX y Mario anuncia que se han visto obligados a sacar a la venta el 60 % de las acciones de la empresa y que Jaime Marall las ha comprado, por lo que pasa a ser el nuevo jefe del bufete, y no viene solo, se trae con él a Raul Serra, su mano derecha. Marall propone a Silvia que se vaya a trabajar con él a su despacho en Bruselas, una suculenta oferta que su hija se planteará. La convivencia entre Mario y Gonzalo no parece agradar a Mario, que le molesta el estilo de vida que lleva su amigo. Mario se queja de que su casa ha pasado a ser un "picadero", y Gonzalo admite que tiene razón y decide irse. Por otra parte, a Eli no le llega el dinero para pagar el alquiler y necesita un trabajo urgentemente. David le sugiere que pida a Mario que la contrate como becaria en el bufete, pero a Mario no le parece tan buena idea y le aconseja a su hermana que se busque la vida por sus propios medios. Antonio, un hombre desesperado, irrumpe en un juzgado dispuesto a agredir al juez Silva. Antonio acusa al juez de negligencia jurídica al haber puesto en libertad al violador que mató a su mujer. Mario se ofrece a defender a Antonio y Marall, que parece interesado en el caso, y le propone a Mario llevarlo conjuntamente. Mientras Mario intenta comprender a Antonio y demostrar que se puede confiar en la justicia, Marall quiere proteger a toda costa sus intereses, entre ellos, su “amistad” con el juez Silva. Gema anima a Dani a acostarse con Germán, ya que lleva mucho tiempo sin mantener relaciones sexuales. Dani y Germán pasarán su primera noche juntos, pero no saldrá como ellos esperaban. Cuando Dani se sincera con Gema sobre lo ocurrido, Gonzalo escucha la conversación y no puede evitar contárselo a Mario y burlarse de Germán, poniendo en peligro la incipiente relación entre Dani y el juez.