Mario está en shock, se acaba de enterar de que, dentro de unos meses, puede convertirse en padre y no porque Dani se haya decidido, por fin, a contarle que está embarazada. Marta –la joven con la que tuvo la aventura que provocó su ruptura con Dani- está embarazada y le ha contado que el hijo puede ser suyo. Eli, que últimamente se deja caer mucho por el despacho, ha conseguido despertar los celos de Silvia. Parece que todos, desde Kat hasta David, tienen sólo ojos para ella cuando aparece por el bufete. Tal vez ése sea el motivo por el que ha aceptado la invitación de David para tomar algo después de trabajar. El señor Gil no quiere operar a su hijo Andrés, de 17 años y en coma tras un accidente, por el enorme peligro de muerte que entraña la operación a la que tendrían que someterle. Sin embargo, la señora Gil se aferra a la posibilidad de que la intervención sea un éxito y su hijo pueda recuperarse y volver a ser el que era. El problema es que se necesita el consentimiento de ambos padres. Por eso, la señora Gil ha decidido recurrir a los tribunales asistida por Mario Estrada. Al señor Giner le han echado del trabajo de la noche a la mañana a pesar de que los informes del departamento de Recursos Humanos siempre habían subrayado su eficiencia. Le han despedido simplemente porque estaba enamorado de su jefa y así lo ha reconocido ella misma ante el juez.