El olor a putrefacción desvelará un cuádruple asesinato en un chalet de una urbanización de Pioz. Un matrimonio, una niña de 3 años y un bebé son brutalmente asesinados y descuartizados. El hallazgo de sus cuerpos dará inicio a una larga investigación.
Patrick Nogueira huye de España y regresa a Portugal. La policía pronto descubrirá que no solo asesinó a sus tíos. Los fotografió y relató su sufrimiento a través de WhatsApp. La noche de los hechos no estaba solo. Su mejor amigo le aconsejaba a miles de kilómetros de distancia.
Patrick Nogueira decide entregarse y volver a España. Su defensa se volcará en demostrar que el joven tiene una malformación cerebral y por eso no puede evitar matar. ¿Convencerá la defensa al jurado para que eluda la prisión?
El 2 de junio de 2013, los gritos desesperados de una mujer, desvelarán las aberraciones sexuales por las que muchas mujeres pasaron en el gimnasio de Juan Carlos Aguilar, más conocido como el falso Shaolín.
El gimnasio del falso Shaolín esconde un cadáver troceado y Ada ha muerto en el hospital pero ahí no acaba la investigación. Una agenda y unas fotos de mujeres aparentemente muertas que aparecen en la casa de Aguilar encenderán todas las alarmas. ¿Cuántas víctimas más hay?
Madrid empieza el año 2003 sumida en el pánico. Un asesino anda suelto por las calles. Mata sin motivo y lo que es peor, cualquiera puede ser su víctima. Marca cada uno de sus crímenes con un naipe. Es el asesino de la Baraja.
¿Quién es el asesino de la Baraja? Siempre usa la misma arma, una tokarev, con la que ejecuta a sus víctimas. Todo apunta a que podría ser un militar pero la policía continúa completamente perdida y a la espera de una nueva víctima. La Guardia Civil tiene una sospechosa clara, la novia del padre, Ana Julia Quezada. Después de una semana, están convencidos de que Gabriel está vivo. Tienen que ser cautos y esperar a que la sospechosa los lleve hasta él.
El 27 de febrero de 2018 desaparece Gabriel Cruz, un niño de 8 años, en la localidad de las Hortichuelas, en el Cabo de Gata. Su búsqueda es la más importante que se ha llevado a cabo en España. Miles de personas buscarán por tierra y mar al pequeño Gabriel.
La Guardia Civil tiene una sospechosa clara, la novia del padre, Ana Julia Quezada. Después de una semana, están convencidos de que Gabriel está vivo. Tienen que ser cautos y esperar a que la sospechosa los lleve hasta él.
El 15 de febrero de 1999, la joven Marina Ruiz aparece brutalmente asesinada entre las vías del tren en la localidad de Cervera, en Lleida. El principal sospechoso es su novio, Serafín Cervilla pero los Mossos d’Esquadra no tienen forma de demostrarlo.
Serafín Cervilla, el novio de Marina Ruiz, es el principal sospechoso de su muerte. La marca de un mordisco en el pecho de la víctima será determinante para poder resolver el caso.
El 15 de febrero de 2012, en una zona rural del Valle de Mena, en Burgos, la propiedad de unas tierras para pasto de ganado provoca la muerte de Javier Ezkerra, un conocido abogado vasco. Dos hermanos ganaderos son los presuntos artífices de este asesinato.
El 22 de agosto de 2016, la joven Diana Quer desaparece cuando regresa de las fiestas de A Pobra do Caramiñal, en la Coruña. La investigación será una de las más complejas a las que se ha enfrentado la Guardia Civil y el caso se convertirá en uno de los más mediáticos de los últimos años.
La información del teléfono de Diana Quer es vital para la investigación. En ese dispositivo están las pruebas que pueden incriminar al principal sospechoso de la desaparición de Diana, José Enrique Abuín, alias El Chicle.
Los investigadores tienen cercado al Chicle y conseguirán que confiese dónde está el cuerpo de Diana Quer. 500 días después de su desaparición, la joven aparece muerta en un pozo de agua potable no muy lejos del lugar donde desapareció.
El 19 de enero de 2002, la localidad de Santomera, en Murcia, despierta conmocionada. Dos niños de 4 y 6 años han muerto asfixiados con un cable de teléfono en su casa. La asesina es su propia madre. ¿Qué puede llevar a una mujer a matar a sus propios hijos?
El 12 de abril de 1993, Anabel Segura es secuestrada en la urbanización de la Moraleja. Este secuestro durará más de dos años y se convertirá en uno de los más mediáticos de la historia criminal de España.
Esta es la historia del atracador más buscado de España: el Solitario. Un hombre que durante más de 14 años mantiene en jaque a la Guardia Civil. Su carrera delictiva empieza en 1993 y en su historial se acumulan más de 30 atracos y dos asesinatos.
El Solitario es el hombre más buscado pero su osadía le lleva a cometer un atraco en Canillas, Madrid, a escasos metros de la central de la Policía Nacional. A partir de ahora son dos cuerpos policiales los que se dedicarán a darle caza sin tregua.
El Solitario ha burlado a la policía pero no lo sabe. Su último golpe será en Portugal. Después de un seguimiento de película, la policía portuguesa detiene in fraganti a Jaime Giménez Arbe.
El 16 de marzo de 2011 el cuerpo de Amaia Azkue aparece flotando en el embalse de Ibai Eder, en Guipuzkoa. La Ertzaintza reconstruye las últimas horas de esta mujer, madre de dos niñas, para saber quién y por qué la ha matado. De entre las pruebas recogidas solo una llevará a la Policía Científica hasta el culpable.
Julio de 1995, en plena época de la ruta del Bakalao, una joven profesora de inglés, Sonia Rubio, aparece muerta en Castellón. Tres meses después del hallazgo de su cadáver, aparecen a pocos kilómetros tres chicas más asesinadas. Tienen entre 23 y 25 años y ejercían la prostitución. La policía detiene a un camionero sospechoso de la muerte de las tres muchachas. ¿Será también el asesino de Sonia Rubio? La aparición de una quinta víctima pone en jaque a los investigadores.
La Guardia Civil no tiene pistas sobre el asesino de Sonia Rubio. La Unidad Central Operativa, la UCO, recurre a un psicólogo especialista en perfiles criminales para que elabore el perfil de un asesino en serie. Están convencidos de que Claudio Alba, detenido por la Policía Nacional, es inocente y que es una sola persona la que ha cometido los cinco asesinatos.
Un viejo rollo de cinta adhesiva conduce a Ximo Ferrándiz a la cárcel. Solo pueden probar que mató a Sonia Rubio pero necesitan su confesión para imputarle el resto de asesinatos. ¿Conseguirá la pericia de investigadores y psicólogos en los interrogatorios que el asesino en serie acabe en prisión?
El 6 de abril de 2015 Eduardo Gioiosa denuncia ante la Guardia Civil de Majadahonda la desaparición de su hermana Adriana. Lleva una semana sin saber nada de ella. Durante el registro de la casa donde tiene alquilada una habitación, Criminalística encuentra una picadora de carne industrial con restos de sangre. Las pruebas apuntan a un único sospechoso: Bruno Hernández, su casero.
La Guardia Civil confirma que la sangre encontrada en la picadora de carne industrial pertenece a Adriana Gioiosa. La sorpresa llega con la aparición de un segundo ADN. ¿A quién pertenece? Todos se preguntan si podría haber más víctimas. Los medios de comunicación bautizan a Bruno Hernández, principal sospechoso, como el descuartizador de Majadahonda.
En pocas semanas la Guardia Civil de Majadahonda desmonta cada una de las falsas pruebas que Bruno Hernández había ideado para borrar sus huellas en los asesinatos de Adriana Gioiosa y de su propia tía, Liria Hernández. Nadie duda de su culpabilidad, pero ¿cómo influirá su diagnóstico de esquizofrenia paranoide en el juicio?
La joven bilbaína de 19 años, Virginia Acebes, aparece asesinada en el monte Archanda en noviembre de 1999. Su asesino la ha agredido sexualmente y le ha propinado decenas de puñaladas. El hallazgo del pelo de un perro en la escena del crimen podría ayudar a resolver este caso.
Han pasado siete meses desde que la joven Virginia Acebes fuera hallada muerta y la Ertzaintza no da con el asesino. Otra chica es atacada en Bilbao y los investigadores están convencidos de que se trata de la misma persona que mató a Virginia, pero tendrán que demostrarlo con pruebas.
El 26 de diciembre de 2004, asesinan a un matrimonio de ancianos, Luigi y Teresa, en su casa de Santa Susanna, un pueblo de la costa catalana situado a una hora en coche de Barcelona. A la policía le sorprende la brutalidad del ataque. Tienen casi treinta golpes en la cabeza cada uno. Los investigadores piensan que se trata de un robo, porque se lo encuentran todo revuelto. A medida que avanza la investigación, sin embargo, se darán cuenta de que hay cosas que no encajan y descubrirán que las víctimas no eran el típico matrimonio de jubilados.
A principios de enero de 2005, la policía catalana ha descartado que el móvil del crimen de Santa Susanna sea el robo, aunque alguien se habría llevado las joyas y el dinero que había en la casa. La nueva hipótesis con la que trabajan es que se trata de un ajuste de cuentas. Según han declarado algunos testigos, Luigi tenía un taller de desguace donde hacía tratos con todo tipo de gente, incluso con delincuentes. ¿Será esta la línea de investigación correcta para resolver el caso?
El 29 de octubre de 2010 una casa arde en llamas en Lalín, Pontevedra. Los cuerpos sin vida de dos personas, una joven de 22 años y un octogenario, son rescatados de entre los restos del incendio. Parece un suceso fortuito pero, ¿esconde algo más? No se descarta la hipótesis del asesinato y hay un matrimonio al que nadie consigue localizar.
Tras seis horas de búsqueda en el interior y exterior de la casa, el equipo de emergencias consigue localizar al matrimonio desaparecido en el interior de una fosa séptica contigua a la vivienda. El equipo de criminalística de la Guardia Civil empieza a atar cabos.
El 9 de noviembre de 1987 cuatro encapuchados secuestran a punta de pistola a Melodie Nakachian, una niña de solo cinco años, en una urbanización de lujo en Estepona, Málaga. La noticia del secuestro da la vuelta al mundo.
La Policía Nacional rastrea cualquier pista que la acerque al lugar donde Melodie Nakachian se encuentra retenida. La suerte llega ocho días después de su secuestro, cuando uno de los raptores pierde la cartera mientras hace footing. Una nota escrita en francés dará un vuelco a la investigación.
Once días después del secuestro de Melodie Nakachian, la policía nacional sigue de cerca a los sospechosos. Controlan sus movimientos las 24 horas del día. Sin embargo, cuando los secuestradores descubren que están siendo vigilados, la policía se ve obligada a ejecutar la operación de rescate.
La propietaria de una alpargatería es asaltada y brutalmente asesinada cuando está a punto de cerrar la tienda. El crimen parece pasional, pero la policía inicia la investigación partiendo de la hipótesis del robo. Solo tiene a un sospechoso. Seis meses más tarde se entera por la prensa de que se ha suicidado. ¿Pagará alguien por este crimen?
El 3 de julio de 2015 aparecen en Arbo, un pequeño municipio de Pontevedra a orillas del río Miño, los cuerpos de un hombre y una mujer acribillados a tiros en el interior de su coche, en medio del bosque. ¿Quién enturbió la tranquilidad de Arbo ese 3 de julio de 2015?
Año 2004. La mañana del 5 de octubre, alertados por una vecina, los bomberos acuden a un piso del barrio de Bellvitge, en L'Hospitalet de Llobregat. Lo que pensaban que era un simple incendio, resulta ser algo mucho más grave. Al apagar las llamas, encuentran una escena que, según dijo uno de los bomberos, parecía sacada de una película de Quentin Tarantino. Dos chicas de 23 y 28 años han sido agredidas sexualmente y asesinadas a cuchilladas. ¿Quiénes son? ¿Por qué las han matado? A medida que se desarrolla la inspección ocular del domicilio, los investigadores van encontrando pistas importantes y sorprendentes.
Los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional trabajan sin descanso para atrapar a Pedro Jiménez, un agresor sexual reincidente y ahora presunto asesino de dos policías. Los investigadores, que conocen bien su historial delictivo, temen que agreda a más mujeres si no lo detienen pronto. Tendrán que aprovechar todos los recursos a su alcance para seguir su rastro y llevarlo ante la justicia.
En 2007 encuentran muerta a golpes y tirada en el suelo de una cuadra del municipio de Sober, en Lugo, a Pilar Palacios, una prostituta de 35 años que vivía y trabajaba en Ourense. El propietario del inmueble es José Carnero, un destilador de orujo de 51 años y está en paradero desconocido. Tras algunas horas de búsqueda, el sospechoso tiene un accidente de tráfico en Pontevedra. Cuando es detenido y presta declaración, da unas explicaciones absurdas y contradictorias.
Mientras la madre de la víctima permanece internada en un psiquiátrico por depresión, la investigación prosigue. Todo parece muy claro: en el lugar de los hechos se hallan un mazo y un hacha de José Carnero con sangre de Pilar y una camisa de rayas del aguardentero con restos genéticos de ambos. Tras una larga prisión provisional, Carnero es juzgado. El veredicto del jurado sorprende a todo el mundo, pero la astucia de un periodista local dará un nuevo giro al caso.
La entrevista del periodista a José Carnero es reveladora. El principal sospechoso de la muerte de Pilar Palacios decide abrirse ante numerosos medios de toda España. La justicia invalida el veredicto del primer juicio y ordena repetirlo. José Carnero vuelve a sentarse en el banquillo de los acusados por el crimen de Pilar Palacios.
3 de agosto de 1985. Gloria Vivancos, una muchacha de 18 años, aparece muerta a tiros en un descampado cercano a la playa de Calafell, en la provincia de Tarragona. La última vez que se la vio con vida estuvo con unas amigas en un café de Igualada. Gloria vivía con sus padres en esa ciudad de la provincia de Barcelona. ¿Cómo llegó hasta Calafell, a más de una hora en coche de su casa? Y, lo más importante, ¿quién la ha asesinado, y por qué? La Guardia Civil buceará en el entorno de la víctima buscando una respuesta y se encontrará con una historia que parece sacada de una novela, pero que es completamente real.
El 13 de agosto de 2018 los bomberos acuden a apagar un incendio en una nave industrial al sur de Madrid. Lo que no esperan encontrar es un torso humano en el interior de una maleta. La Policía Nacional se hace cargo del caso. Descubren que el propietario de la nave es César Román, un hostelero conocido como “el Rey del Cachopo”. Intentan localizarlo, pero no hay rastro de él. Su novia, Heidi Paz, tampoco aparece por ninguna parte.
Un mes después del descubrimiento del cuerpo, César Román y Heidi Paz continúan en paradero desconocido. La policía sospecha que ella pueda ser la víctima de la maleta y que él sea su asesino. Cada vez son más las evidencias que apuntan en esa dirección, pero no hay pruebas definitivas que lo corroboren.
Tres meses después de la aparición del torso llegan los resultados de la esperada prueba de ADN, que confirman que la víctima es Heidi Paz. Automáticamente se ordena la busca y captura del “Rey del Cachopo”. Los medios de comunicación difunden la noticia. En apenas unas horas, la dueña de un bar de Zaragoza reconoce a la persona que sale en las imágenes. Es el cocinero que acaba de contratar.
La madrugada del 1 de diciembre de 1990 tres novilleros son sorprendidos en una finca de Cieza, Murcia, mientras torean reses a la luz de la luna llena. A pesar de su intento de huir del lugar, mueren acribillados a balazos.
Las múltiples versiones que ofrecen los principales acusados complican el caso del triple asesinato de los novilleros. Las pruebas de criminalística, los interrogatorios y la recreación de los hechos tratarán de dilucidar quién o quiénes fueron los verdaderos autores del crimen.
Zaragoza, 10 de abril de 2014. José Manuel y Antonio, dos camioneros portugueses, paran en un área de descanso cercana al centro comercial Plaza Imperial. Para pasar el rato entran en un salón recreativo y, tras varias horas jugando, Antonio consigue varios premios que superan los 6.000 euros. Los camioneros abandonan el local poco después de medianoche y vuelven al camión, por una pasarela que conecta el centro comercial con el aparcamiento. Por el camino, son asaltados por dos encapuchados que les dan una paliza con unas barras de hierro y les quitan el dinero. Antonio consigue pedir ayuda y son trasladados al hospital. Dos días más tarde José Manuel muere a causa de las heridas.
En 2008, muy cerca de la Sagrada Familia de Barcelona, un indigente encuentra una maleta con un cadáver descuartizado en un contenedor de basura. Los Mossos d'Esquadra precintan la zona y registran los alrededores. Ante las miradas de los transeúntes, aparece una bolsa de deporte con más restos humanos. Cuando los investigadores intentan determinar si hay más víctimas, una pista inesperada les conduce directamente al escenario del crimen.
El equipo de investigación identifica a la víctima. Se trata de Jorge David Olivera, un joven de 32 años que vivía en Blanes, Girona. Pero ¿cómo acabó muerto y descuartizado en un piso de Barcelona? La investigación se centra en dos sospechosos y en la comunidad de vecinos que alberga la escena del crimen.
En noviembre de 2017 la UDYCO, la Unidad de Droga y Crimen Organizado de la Policía Nacional, recibe un aviso de la inteligencia internacional: un matrimonio de origen venezolano podría estar preparando un gran envío de droga de Sudamérica a Madrid. Durante un año y medio la policía vigilará todos los movimientos de la pareja y sus contactos internacionales. En mayo de 2019, un cargamento sospechoso con 188.140 kilos de piedra viaja rumbo al puerto de Barcelona.
Los agentes de la UDYCO se juegan el éxito de la operación. De haber droga, el alijo habría logrado esquivar las principales pruebas de detección y constituiría un modo extremadamente creativo y novedoso de camuflar la cocaína. Durante tres interminables días decenas de policías rompen a mazazos los casi 200.000 kilos de piedra que han llegado hasta una nave industrial de Humanes, al sur de Madrid.
Llançà, Girona. La tarde del 25 de noviembre de 1993 Isidre Matas, un hombre de 59 años, sufre un atropello al salir del trabajo. El impacto le provoca fracturas en la pierna izquierda y en una costilla y le obliga a permanecer ingresado en el hospital dos semanas. La Guardia Civil, que investiga el caso, concluye que se trata de un accidente pero, tres semanas después, Isidre vuelve a resultar herido. Crecen las sospechas de que alguien está intentando matarlo.
La Guardia Civil de Figueres estrecha el cerco sobre Maria Àngels Fontecha, la viuda de Isidre Matas. Los últimos descubrimientos la han convertido en la principal sospechosa. Sin embargo, todavía hay algunas preguntas sin responder que son esenciales para la resolución del caso. ¿Por qué querría Fontecha matar a su marido? ¿Y qué papel desempeñó ella en el crimen? Los investigadores la vigilarán de cerca e indagarán en su entorno buscando respuestas. Los teléfonos les serán de gran ayuda, aunque también les jugarán una mala pasada.
El 13 de enero de 2014 la Guardia Civil recibe la llamada de un hombre que asegura haber matado a su mujer y a su suegra. El doble crimen tiene lugar en Cervo, en el corazón de la Mariña lucense. Mientras los agentes intentan localizar y detener al sospechoso, criminalística busca pruebas en su domicilio para entender cómo y por qué las mató.
La madrugada del 30 de abril de 1994 Carlos Moreno, un trabajador de la limpieza de 52 años de edad, muere brutalmente asesinado mientras esperaba el autobús en el barrio de Manoteras, en Madrid. El relato de su muerte queda plasmado en el diario de uno de sus asesinos. El caso será conocido internacionalmente como el crimen del rol porque matar formaba parte de un simple juego.
Javier Rosado propone a sus compañeros del juego de rol “Razas” volver a salir de caza. Uno de ellos, Enrique, sospecha que el relato del diario de Rosado es real y que sus amigos podrían ser los verdaderos asesinos de Carlos Moreno. El joven, acompañado por su padre, decide denunciarlos a la policía antes de que vuelvan a jugar otra partida en vivo.
¿Quién es Javier Rosado? Doce profesionales, psiquiatras y psicólogos, se enfrentan en un juicio que determinará si Rosado es un psicópata sádico que debe ir a prisión, un esquizofrénico paranoico o, como él dice, su mente alberga 43 personalidades diferentes y, por tanto, debe ser recluido en un pabellón psiquiátrico. La vista se convertirá en una batalla entre los popes de la psiquiatría española y dos jóvenes psicólogas.
El 8 de octubre de 2011 José Bretón llama a los servicios de emergencias para denunciar la desaparición de sus dos hijos, de seis y dos años, en un concurrido parque de Córdoba. Asegura que sólo los ha perdido de vista unos pocos segundos. Mientras la policía investiga quién se los ha podido llevar, el equipo de la Científica encuentra unos restos óseos a pocos kilómetros del lugar de la desaparición, en una hoguera en la finca familiar de los Bretón.
El resultado del análisis de los restos óseos encontrados en la hoguera de la finca de la familia Bretón da un giro inesperado a la investigación: no concuerda con los niños. Cuatro días después de la desaparición, las sospechas se centran en José Bretón y el juez dicta orden de detención. La policía revisa minuto a minuto ese día y constata que la versión del padre cada vez tiene menos sentido.
Los investigadores se encuentran en un callejón sin salida. Están seguros de que José Bretón está implicado en la desaparición de sus hijos, pero no tienen ninguna prueba sólida que lo incrimine. Sin embargo, casi un año después del suceso, el antropólogo forense Francisco Etxeberria podría aportar un elemento clave para resolver el caso.
La mañana del 23 de julio de 2010 las fiestas de la localidad de Moraña, en la provincia de Pontevedra, quedan empañadas por la aparición de un cadáver en el embalse del río Úmia. Se trata de Enrique Monteagudo Caldas, un joven de 28 años de Moraña que ha sido asesinado. La noticia conmociona al pueblo porque el año anterior y también durante las fiestas, había muerto otro joven en el embalse en extrañas circunstancias.
La Guardia Civil aísla al principal sospechoso del asesinato de Enrique Monteagudo: Adrián Ferro, un joven con el que supuestamente habría quedado en el lugar donde apareció muerto para saldar una deuda por drogas. Los investigadores están convencidos de que Adrián no actuó solo pero, de momento, ni saben quién podría haberlo acompañado ni pueden probar que Adrián estuvo en el embalse en el momento del crimen.
En diciembre de 2017, Mohamed, un ciudadano de origen marroquí que reside en el País Vasco, es secuestrado en la puerta de su casa. Su hermano no duda en llamar a la Ertzaintza, pero no es la primera vez que lo hace. Esta es la segunda vez que secuestran a Mohamed en cinco años. En contra de lo que pudiera parecer, la víctima ni es millonario ni está envuelto en actividades delictivas. Es un trabajador que roza los cincuenta y que actualmente cobra el subsidio por desempleo. ¿Quién podría tener interés en secuestrar dos veces al mismo hombre y por qué?
La noche del 23 de septiembre de 2004 unos asaltantes entran en la casa de Manuela y Antonio Romero, conocido como el “Churrero de Chiclana”. Lo que pretendía ser un robo acaba con el asesinato de Antonio. El equipo de Criminalística peina el escenario del crimen, pero no obtiene ninguna coincidencia con la multitud de muestras genéticas extraídas. El caso queda en punto muerto. Durante años la Guardia Civil investiga todas las hipótesis posibles sin obtener resultados.
En 2014, el crimen del Churrero de Chiclana se ha convertido en el único caso sin resolver del grupo de Homicidios de Cádiz. El nuevo capitán recupera el caso, 10 años después de los hechos. Por paradójico que parezca, el largo intervalo de tiempo transcurrido juega a su favor y las nuevas técnicas forenses tendrán un papel determinante en la resolución del caso.
Una empleada de la limpieza halla el cadáver de una mujer desnuda con una bolsa de plástico en la cabeza en un piso que se alquila por días en Barcelona. La escena es inquietante: la mujer está tumbada en el sofá, en una postura plácida y todo está limpio y ordenado. El equipo de investigación de los Mossos d’Esquadra se centra en el entorno de la víctima, Ana Páez Capitán, para descubrir qué ha ocurrido. Las sospechas se centran en una exjefa con la que había quedado para cenar, aunque parece tener coartada.
La prensa llega a calificar el asesinato de Ana Páez como “el crimen perfecto”. Los Mossos d’Esquadra investigan a María Ángeles Molina, conocida como Angi, exjefa de personal de la empresa donde trabajaba Ana Páez. Descubren que ha suscrito créditos y seguros de vida suplantando la identidad de la víctima y deciden detenerla. Pero Angi había viajado a Zaragoza el día de los hechos para recoger las cenizas de su madre y la muerte de Ana Páez podía parecer un accidente durante un ‘ménage à trois’ con prácticas sexuales de riesgo.
El siete de mayo de 2014 el empresario de 50 años José Luis Vázquez Escarpa es secuestrado en un polígono industrial de la localidad de Illescas, en la provincia de Toledo. José Luis, que se dedica al negocio de la compraventa de metales, hará que su familia pague el rescate ese mismo día, pero sus captores deciden retenerlo. La investigación para descubrir la identidad de los secuestradores se prolongará durante más de dos años. La prioridad para la Guardia Civil es dar con José Luis, ya sea vivo o muerto.
Tras ser secuestrado, el empresario José Luis Vázquez Escarpa lleva un año y dos meses desaparecido. A pesar de haber cobrado los 80.000 euros del rescate, sus captores se niegan a liberarlo y crecen las dudas sobre su paradero y su estado de salud. La Guardia Civil sigue una línea de investigación que les ha conducido hasta un peligroso entramado delictivo que opera en Madrid y alrededores. Están casi seguros de que Óscar del Pino, vinculado a Ultras Sur, y su banda están detrás del secuestro, pero tienen que probarlo y encontrar a José Luis, vivo o muerto, antes de practicar detenciones.
El 11 de febrero de 2004 en la Ametlla del Vallès, un municipio a media hora de Barcelona, desaparece Joan Casals, un empresario de 60 años. Su hijo da la voz de alarma. Hace dos días que el empresario no da señales de vida y no se ha presentado al juicio en el que iba a ser juzgado por un presunto caso de violencia doméstica. ¿Dónde está Joan Casals?
Joan Casals ha aparecido muerto en el maletero de su coche y la lista de sospechosos es larga. Su hija lo denunció por una presunta agresión y le reclamaba el pago de una herencia. Casals andaba metido en negocios de contrabando y tenía una relación muy estrecha con dos prostitutas ucranianas que han levantado las sospechas de los investigadores al ser supuestamente las últimas que lo vieron con vida. Para armar el rompecabezas, los Mossos recurrirán a las declaraciones y a los registros telefónicos, que destaparán numerosas mentiras y contradicciones.
El 21 de febrero de 2019 la policía descubre el cadáver de una mujer en una casa del barrio de Ventas, en Madrid. Se trata de Maria Soledad Gómez, de 69 años. Parece claro que el autor del homicidio es su propio hijo, Alberto Sánchez, un joven de 26 años que no sólo habría acabado con la vida de su madre, sino que también la había descuartizado y cocinado e ingerido alguna de sus partes. Los medios de comunicación pronto lo bautizarán como “El caníbal de Ventas”. Psiquiatras y psicólogos forenses visitarán a Alberto para intentar dilucidar si padece alguna enfermedad mental o si es plenamente consciente de sus actos.
La madrugada del 13 al 14 de febrero de 2011 un vecino de Logrosán, provincia de Cáceres, muere tras recibir un disparo de escopeta. El hombre estaba durmiendo en su cama cuando alguien se ha colado en su habitación y le ha disparado a sangre fría. Su mujer, que también estaba en la cama, dice que se ha despertado al oír el tiro, pero que no ha visto al agresor. Los investigadores se darán cuenta enseguida de que nada es lo que parece.
Por el momento, la viuda y el hijo mayor de Alfonso Triguero son los únicos sospechosos del crimen. La Guardia Civil está segura de que están implicados porque su versión de los hechos no se sostiene. Sin embargo, necesitan recabar pruebas que lo demuestren. De lo contrario, el asesinato de Alfonso podría quedar impune.
En 2013 Aina, una niña de 9 años de Hospitalet de Llobregat, provincia de Barcelona, sube a un avión hacia Bolivia acompañada de un vecino al que apenas conoce. Lo que parece unas vacaciones por sus buenas notas acaba en secuestro. Grover Morales, su vecino, la obligará a vivir en condiciones infrahumanas en lo más profundo de la selva boliviana. La denuncia de los padres de Aina dará inicio a una compleja investigación, llena de contratiempos, para localizar y liberar a la niña.
Aina lleva más de cuatro meses secuestrada en Bolivia. La policía cree que su captor se la ha llevado para convertirla en su esposa y vivir con ella en la selva. Los investigadores esperan impacientes a que la judicatura internacional autorice su viaje a Bolivia. Esa es la única posibilidad de encontrar a Aina, aunque saben que localizar a una niña en la profundidad de la selva boliviana es como encontrar una aguja en un pajar.
Los investigadores han localizado a Aina tras 193 días de secuestro. La niña está en manos de los agricultores cocaleros que dominan esa zona de la selva boliviana. La operación de rescate está siendo muy complicada y aún no ha terminado. Mientras, en Hospitalet de Llobregat, la fiscal se enfrenta a un difícil dilema: la niña debería volver a los brazos de su madre, pero ¿hasta qué punto puede estar segura con unos padres que la entregaron a una persona como Grover Morales? Los investigadores tendrán que averiguar cuál es el grado de implicación real del matrimonio en el secuestro de su hija.
La madrugada del 12 de junio de 2005 dos jóvenes, Yalennis Valero y Juan Manuel Mata, son asesinados de un tiro en la cabeza en una casa en Càlig, en la provincia de Castellón. Todo apunta a una ejecución. Pero las piezas no encajan. Las víctimas se acababan de conocer esa misma noche. La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil investiga su pasado para comprender lo que pudo ocurrir esa noche.
Los investigadores descubren un documento firmado por Yalennis en el que escribe el nombre de su supuesto asesino. Se trata de un conocido empresario gallego, con el que ha mantenido una relación sentimental durante varios años. Aunque él tiene una coartada sólida, los agentes de la UCO no descartan su implicación. Por el momento, buscan a la persona que apretó el gatillo.
Tres años después del doble crimen los investigadores, convencidos de la implicación del empresario gallego en la muerte de Yalennis y Juan Manuel, abren nuevas vías que les llevan a descubrir algunas piezas clave para demostrarla. Pero, ¿conseguirán las pruebas necesarias para presentar un caso sólido que desemboque en una condena?
Dos turistas italianas aterrizan en la Costa Brava en junio de 2008 con ganas de pasar unas vacaciones de sol y fiesta. Se alojan en un gran hotel de Lloret de Mar y salen a tomar unas copas después de pasar el día entre la piscina y la playa. Una de ellas desaparece después de celebrar un cumpleaños en una discoteca del municipio. La policía y la familia de la joven organizan una exhaustiva búsqueda. Citan en comisaría a un sospechoso de la desaparición, que huye tras declarar.
Aparece un cadáver desnudo, tapado con ramas, en un parque situado a 10 minutos andando desde el centro de Lloret de Mar. Los investigadores creen que se puede tratar del cuerpo de Federica Squarise, la turista italiana desaparecida. Mientras, en Tarragona, unos chicos están a punto de dar caza al responsable del crimen.
La noche del 2 de febrero de 2014 dos mujeres llaman a Emergencias. Están aterradas, escondidas en una habitación de una casa de Chancelas, en Pontevedra. Al parecer dos ladrones acaban de matar a golpes a Secundino Prego, el anciano de 84 años que estaba a su cargo. Sin embargo, los investigadores pronto se darán cuenta de que las pruebas encontradas en el escenario del crimen no se corresponden con el relato de las cuidadoras.
El 11 de enero de 2003, una mujer aparece muerta en las escaleras del último sótano de un parking de la calle Bertrán de Barcelona. Maria Àngels Ribot, una madre de familia de 49 años de edad ha sido asesinada a golpes de martillo, cuando se disponía a coger el ascensor que lleva del aparcamiento a su domicilio. El homicidio ha sucedido en uno de los barrios con mayor poder adquisitivo de Barcelona. El móvil más evidente es el robo pero en la escena del crimen hay demasiadas piezas que no encajan. La unidad de homicidios de la Policía Nacional desconoce que está a punto de enfrentarse a un asesino en serie.
Se encuentra el cadáver de una segunda mujer en el mismo parking. Sólo han pasado 11 días desde que asesinaron a Maria Àngels Ribot. Las dos muertes han tenido lugar en el hueco de la escalera de emergencias del aparcamiento. Los policías está convencidos de que se trata del mismo autor. Saben que, si no lo detienen pronto, volverá a matar. El tiempo apremia a unos investigadores sometidos a la presión de los barceloneses, que a partir de ese 22 de enero de 2003 sentirán miedo cada vez que entren en un parking.
El asesino del parking se llama Juan José Pérez Rangel, tiene 24 años y vive en el barrio de La Mina, en Sant Adrià del Besós. Han pasado 16 días desde que mató a Maria Àngels Ribot y cinco desde la muerte de Mayte de Diego. La policía le sigue las 24 horas del día para confirmar si el joven actuó solo. El final de la investigación está cerca. Después de la detención de Juan José Pérez Rangel, la policía descubrirá los secretos que guarda un asesino en serie en su habitación.