En 2014, el crimen del Churrero de Chiclana se ha convertido en el único caso sin resolver del grupo de Homicidios de Cádiz. El nuevo capitán recupera el caso, 10 años después de los hechos. Por paradójico que parezca, el largo intervalo de tiempo transcurrido juega a su favor y las nuevas técnicas forenses tendrán un papel determinante en la resolución del caso.