La noche del 2 de febrero de 2014 dos mujeres llaman a Emergencias. Están aterradas, escondidas en una habitación de una casa de Chancelas, en Pontevedra. Al parecer dos ladrones acaban de matar a golpes a Secundino Prego, el anciano de 84 años que estaba a su cargo. Sin embargo, los investigadores pronto se darán cuenta de que las pruebas encontradas en el escenario del crimen no se corresponden con el relato de las cuidadoras.