Desde hace 240 millones de años es el rey de los ríos y lagos de aguas estancadas. El cocodrilo es el soberano que gobierna la transición entre el agua y la tierra Frank recorre los ríos de Thailandia buscando al cocodrilo en su estado salvaje. Durante su periplo, asiste al exclusivo momento del apareamiento del animal, algo pocas veces reflejado en televisión. Siguiendo el rastro del cocodrilo por un antiguo santuario, el equipo se pierde y duerme en la selva. Mientras, varios equipos de guardas forestales del gobierno tailandés, equipados con armas y material de supervivencia, buscan a los tres españoles que han entrado pero no salido de una zona donde hacía nueve años que nadie acampaba. Osos, elefantes, tigres y gatos salvajes han sido vistos en ese lugar...
El Indiana Jones español regresa a Cuatro para proponer una nueva aventura: observar muy de cerca al Dragón de Komodo. "Es el único descendiente real de los dinosaurios", se atreven a decir algunos expertos. El dragón de Komodo es uno de los mayores depredadores del mundo. Con el aspecto de un lagarto gigante, una simple mordedura en un dedo puede hacerte pasar tres semanas en el hospital. Comedor compulsivo de carne putrefacta, tiene una bacteria en la saliva que infecta todo lo que muerde. Hasta las islas indonesias de Komodo y Rinja, dos de los tres lugares donde habita el reptil, se desplaza Frank. Cuando tiene delante al animal de casi dos metros de largo, comienza su ceremonia. Se tumba y se pone frente a él, y empieza a erguir el tronco, de macho a macho. "Es la manera que tienen los reptiles de retarse, y poco a poco le iré sometiendo", apostilla Frank rompiendo el gélido silencio impuesto.
Un nido de pitones debajo de un fregadero. Una pitón de bola en el wáter de una ejecutiva de negocios... o una cobra en un klong de Bangkok -un barrio humilde construido sobre el agua- que tiene atemorizada a toda la calle... Esa es la hoja de servicios de un día de Frank en la caótica y cautivadora ciudad de Bangkok. Es miembro de la asociación de guardianes de animales de Thailandia y ese es su peligroso hobbie. "Donde tú estás sentado, Santi, se me murió un chaval de 25 años que fue mordido por una serpiente", cuenta Frank. En el programa del domingo, conocemos la vida de Frank en la ciudad a la que llegó hace 12 años y de la que se enamoró para siempre. El leonés está hoy tenso. Es un día muy importante para él. Su mascota de pitón está poniendo los huevos en una caja de plástico. "Es un trabajo de seis meses", confiesa nervioso. En cuanto termina la ceremonia, Frank se tira al suelo para escuchar las contracciones de su perra Churra, un chiguagua que está a punto de dar a luz. "Vamos al hospital", dice lacónico. En su casa, inquietos esperan la feliz noticia "wasabi", el papá de las criaturas Carlitos, su cócker, una nutria que tiene en cuarentena antes de ser devuelta a la selva, y sus tortugas Lola y Rudolph, que comen plácidamente lechuga ante la mirada de una iguana que toma el sol en el árbol del jardín de su casa.
Frank Cuesta busca el elefante salvaje en Bun Klá, la frontera e Thailandia y Laos. Allí, una decena de elefantes hambrientos le rodean y le obligan a pasar la noche en la copa de un árbol. "¿Acaso no lo escucháis?", pregunta Frank inquieto. La jungla suena, y la manada golpea el árbol donde habita el nuevo inquilino. Al sur de Thailandia, cerca de la frontera con Malasia, un grupo de hombres explota a elefantes salvajes en las plantaciones de caucho. Los animales arrastran árboles que pesan toneladas. De ahí saldrá caucho para fabricar ruedas de coches. "Esto sí que es maltrato animal", cuenta apenado Frank rodeado por individuos armados con machetes.
Los bosques de Sumatra, en Indonesia, y Kalimanta, en Borneo, son los dos únicos lugares donde vive el orangután salvaje. En este programa conocemos en profundidad a este fascinante animal de comportamientos casi humanos. A Frank le acompaña en su aventura por el Parque Nacional Gunung Leuser, Eddy the jungle, un nativo que vive junto a los orangutanes. Ataviado con un taparrabos y unas pinturas de guerra, Eddy se comunica con estos animales mediante sonidos. Ellos, lentamente, van apareciendo en la selva a su llamada. Es un ritual que muy poca gente puede hacer. "Este tío está loco, mira cómo trepa al árbol", cuenta Frank al ver su destreza para escalar a un milenario tronco de 30 metros. En Sumatra existe un centro de rehabilitación para orangutanes que salieron de manera ilegal de la selva. Aquí viven 51 ejemplares que fueron vendidos en el mercado negro a clientes particulares. "Mírale el cuello a este", cuenta Ian Singleton, director del centro. El ejemplar tiene la piel en carne viva. Es la señal del collar que le tenía puesto su dueño. Son decenas de simios que de manera traumática cambiaron su hábitat natural, el estado salvaje en la naturaleza, por casas, jaulas o simples cajas de madera. "Este está ciego, le tirotearon una ráfaga de balas en los ojos", confiesa Ian. En este centro les ayudan a superar los traumas y lo que es mas importante: les enseñan a volver a ser libres. En el proceso de readaptación al "estilo de vida orangután", dos cuidadores se suben a los árboles con las crías para que empiecen a pasar de rama en rama. Nunca lo pudieron hacer porque su casa era una jaula o la habitación de una vivienda. Pero tienen miedo y no pierden de vista a sus "papás adoptivos".
Frank de la Jungla nos presenta a algunos de los animales más desconocidos del planeta, como los monos pato y las serpientes del mangruf. Además, visitamos un enorme mercado en Yakarta donde se trafica con toda clase de animales salvajes. "Mira, es una serpiente pipa. Cuando se defiende eleva la cola para que los depredadores crean que es una cobra", cuenta Frank. En el capitulo, Frank Cuesta recorre las selvas de Tailandia e Indonesia para conocer animales tan curiosos como los monos pato, los únicos de su especie capaces de nadar y bucear en busca de comida. Tortugas con apariencia de cerditos, cobras escupidoras de veneno, serpientes del mangruf con un brillante color negro y amarillo... Frank también visitará el mercado de Jatinegara en Yakarta, Indonesia. Allí, traficantes de animales mercadean con murciélagos gigantes, búhos recién nacidos o "slow lories", el mono lento, una especie súper protegida en Asia y que para arrancarlo de los árboles es necesario matar a sus madres.
En Asia apenas quedan 3.000 tigres en libertad. Frank Cuesta visita las selvas de Tailandia buscando tan bello y salvaje animal. Cuando menos se lo espera, el aventurero tiene un tenso encuentro con un tigre salvaje. Frank visita el templo del tigre, un lugar donde monjes budistas y felinos conviven en extraña armonía. La historia cuenta que hace muchos años un campesino dejo un tigre malherido en la puerta del templo. Los monjes lo curaron y lo dejaron viviendo con ellos. A partir de entonces decenas de tigres crecieron allí. Cada día son paseados y entrenados por los monjes en total sintonía. Ya en la selva, Frank se encuentra con un tigre salvaje. Lo escucha llegar y se tira al suelo. "Tienes que hacerte el muerto. Si le retas, no lo cuentas", confiesa Frank.
Francisco Javier Cuesta, más conocido como Frank Cuesta (León, 16 de octubre de 1971) es un presentador de televisión y aficionado a la herpetología español.
Frank de la Jungla vuelve para descubrir las especies más exóticas de la selva de Costa Rica, donde encuentra una espectacular 'arca de Noé'. En esta primera parte, el aventurero se encuentra cara a cara con una serpiente de cascabel. Frank recorrerá más de 15 kilómetros diarios por Costa Rica en un territorio que nunca ha pisado para observar animales que no había visto con sus propios ojos. Por la selva buscará al puma y al jaguar y admirará curiosos animales como el oso perezoso o el armadillo, la mascota oficial del Mundial de Fútbol de Brasil. Su viaje, sin embargo, estará plagado de momentos en los que el aventurero verá peligrar su vida: tras oír el sonido de la serpiente cascabel con su cola cuando está a punto de atacar, se encontrará con ella, intentará cogerla y el reptil opondrá resistencia. Aunque sin duda el gran susto de su aventura americana se producirá por la noche: pese a las continuas advertencias del equipo del programa sobre la peligrosidad de un caimán de anteojos, Frank se empeñará en acercarse a él para grabarlo con consecuencias impredecibles.
Frank Cuesta cumple uno de sus objetivos desde que llegó a Costa Rica: encontrar la víbora “Bushmaster” o “matabuey”. Frank no quiere marcharse de América sin conocer a la víbora más grande del mundo, la Bushmaster. “Llevo tres años deseando ver esta víbora. Aquí la llaman la ‘matabuey’ porque es capaz de matar a un buey con un solo mordisco”, explica el aventurero. Para encontrarla, Frank y su equipo tienen que adentrarse de nuevo en la jungla más profunda de Costa Rica y caminar por lugares absolutamente vírgenes. Murciélagos blancos, ranas transparentes, insectos que parecen hojas y zaínos -una extraña mezcla de cerdo y jabalí- son otros animales que Frank descubre antes de decir adiós a la selva americana. Y de San José de Costa Rica a Bangkok (Tailandia). El equipo del programa acompaña a Frank Cuesta hasta Tailandia en un trayecto de 17.000 kilómetros de distancia durante 24 horas de vuelo. En la capital tailandesa le espera su mujer -la modelo Yuyee- y sus hijos Zape, Zorro y la pequeña Zen. Ya en casa y en familia, Frank recibe la llamada de una mujer pidiéndole ayuda para que desaloje un murciélago gigante que ha entrado en su vivienda. El aventurero, miembro de la Asociación de Rescate de Animales de Tailandia, acude a su llamada para devolver este ejemplar a la naturaleza. “En libertad. Así es como tienen que estar los animales”, asegura Frank.
Frank Cuesta navega mil kilómetros a través del peligroso Río Mekong. El aventurero nos enseña la fauna de uno de los ríos más grandes del mundo. Frank consigue pescar con una peculiar técnica un pez cuchillo de casi un metro de longitud y una especie de piraña gigante. Los buscadores de oro siguen existiendo. Están en el Mekong y Frank nos los enseña. “Vamos a ver cuántas veces puedo tocar esta pitón roja sin que me muerda”. Y a la cuarta, le mordió.Al final de viaje Frank nos presenta a Lisa, su novia. Un animal en peligro de extinción que le ha robado el corazón. Frank de la Jungla se convierte en Frank del Río. Cambia el verde de la selva por el marrón de las peligrosas aguas del Mekong, uno de los ríos más grandes del Mundo. “Me lo estoy pasando como un enano”, dice el aventurero durante el viaje al encontrar una “serpiente con dos cabezas”. El Mekong es un río difícil de navegar. Está plagado de saltos, remolinos y cascadas. Nace en China y recorre cinco mil kilómetros hasta desembocar en Vietnam. Es cinco veces más grande que el Ebro. Frank Cuesta recorre el tramo que transcurre entre Tailandia y Laos. Casi mil kilómetros de navegación. Como podrán imaginar un crucero organizado por Frank de la Jungla no es precisamente un viaje de placer. Se come lo que se pesca, se bebe agua del río y se saludan a todos los animales que haya por el camino. “¡Mira una tortuga!” o “¡Mira que pareja de culebras!”. Y Frank se tira de cabeza al agua a invitarlas a subir a bordo. Cocodrilos, delfines y peces gato de más de dos metros son algunos de los animales que habitan en este río asiático. Poco después de comenzar la aventura, la barca donde viajan Frank y su equipo se para. “El motor se ha roto. Ha llegado el momento de inflar mi barca”. No hay quien lo pare. Frank infla una barca de plástico, no de mayor calidad que esas barquitas que podemos encontrar cualquier domingo de verano en las playas esp
¿Cómo reaccionarias si el avión en el que viajas sufre un accidente en plena jungla y eres el único superviviente? ¿Qué harías si haciendo turismo en la selva te separas del resto del grupo y te pierdes?. Frank nos enseña cómo sobrevivir en medio de la selva tailandesa sin absolutamente nada. Frank Cuesta muestra cómo sobrevivir en medio de la selva tailandesa sin más ayuda que su ingenio. En su mochila, Frank suele llevar los utensilios necesarios para evitar cualquier percance en la selva, pero sin ella las cosas se complican. Sobre todo si el aventurero se encuentra con serpientes y arañas con veneno mortal o monos con colmillos afilados. Durante sus 48 horas de supervivencia, un puercoespín ataca a Frank y un elefante salvaje se cruza por su camino: “Pesan toneladas y si se sienten amenazados podrían perseguirte y aplastarte. Si te encuentras con uno lo mejor es quedarte quieto como una estatua”, explica el aventurero. Además, tiene que hacer fuego con la ayuda de dos palos e improvisar un refugio utilizando ramas de árboles, lianas y hojas de palmera. Y lo más complicado de todo, debe conseguir agua, para lo que utiliza una curiosa técnica: “Metes unas piedras dentro de un calcetín y te sirven de filtro”, dice Frank.
“Han detenido a un tipo en el aeropuerto y creen que tiene dos tigres en su casa. Me han dicho que vaya a echar un ojo”, relata Frank Cuesta al equipo del programa. El herpetólogo, miembro de la Asociación de Guardianes de Animales de Tailandia y colaborador activo con la policía tailandesa en la lucha por el tráfico ilegal de animales, se introduce en la casa donde supuestamente retienen a los dos tigres y graba, con cámara oculta, el contenido: “Tienen un leopardo ahí dentro, no dos tigres como creía la policía”, explica Frank. Una vez que la policía ha realizado las detenciones pertinentes, Frank vuelve a la vivienda acompañado por su esposa Yuyee. “Los policías no saben manipular este tipo de animales. Cuando se trata de felinos me llevo a mi mujer, porque a ella se le dan mejor. Lo sacaremos de la jaula, lo meteremos en otra y lo llevaremos al Ministerio de Medio Ambiente”, comenta el aventurero. Cuando han terminado esta aventura, el equipo de “Frank de la Jungla” viaja por el sureste asiático, cruzándose con curiosos animales como un pájaro barbudo, una tortuga de hoja que hace acrobacias, un erizo rojo. Además, localiza a una cobra real, la serpiente más venenosa de Asia. Una vez hallada, el ejemplar, de cinco metros de longitud, ataca al leonés en más de 20 ocasiones.
El aventurero Marco Polo ya mencionaba a los 'Hombres Reno' en su Libro de las Maravillas. Los describía como unos salvajes, que vivían en las regiones más extremas de Mongolia y cabalgaban a lomos de renos. Frank Cuesta y su equipo intentan llegar a uno de los confines del mundo para conocer a los misteriosos 'Hombres Reno' y convivir con ellos (13/01/20123).