La búsqueda de las autoridades a los narcotraficantes del cartel de Medellín se intensifica y alias J.J. decide entregarse antes que ser asesinado. Esconderse y seguir burlando al Bloque de Búsqueda de las autoridades ya no es tarea fácil para alias J.J., la mano derecha de Pablo Escobar en el bloque de Medellín. Ahora tienen los ojos más encima que nunca y sus rostros aparecen en televisión, ofreciendo recompensa para quienes den información sobre su paradero. Por eso, J.J. decide entregarse a las autoridades sin contarle nada a su novia y bajo el miedo de lo que pueda llegar a pensar o hacer su patrón. Una vez llega a la cárcel de Itagüí es recibido por todo lo alto y hasta con un mariachi. Sin embargo, la dicha no le dura mucho tiempo, pues luego de casarse con Alexandra en una particular boda en la cárcel, recibe la noticia de que será trasladado a Bogotá y allí su destino es otro. A su llegada se encuentra con sus enemigos del cartel de Valle y siente que el mundo se le viene abajo, y que su vida está en peligro, cuando ve la noticia de la muerte de Pablo Escobar.
Agentes de la DEA y la Fiscalía encuentran a Alexandra, quien se niega a dar información de J.J., mientras él busca la forma de mantenerse a salvo. Tras la muerte de Pablo Escobar, no solo J.J. se encuentra en riesgo de perder la vida, pues enemigos del cartel del Valle intentan asesinar a Alexandra pero en su rescate llegan agentes de la DEA y la Fiscalía, quienes necesitan su testimonio para extraditar a J.J. a Estados Unidos. La salida que él encuentra para mantenerse a salvo en la cárcel es que lo trasladen al patio de los paramilitares, donde intenta comprar la confianza del ‘comandante’ Abel Mahecha. Sin embargo, aún no se imagina que su estabilidad estará en riesgo cuando alias ‘3H’, cuñado del jefe paramilitar Carlos Castañeda, conozco su identidad. Entre tanto, a Alexandra no le queda otra salida que aceptar la ayuda de Durán, detective de la Fiscalía, y Ramos, agente de la DEA, para mantenerse protegida junto a su madre y el bebé que espera, mientras logra comunicarse con J.J.
Alias J.J. quiere ganarse el protagonismo en el patio de los paramilitares y por eso decide frustrar la operación para ayudar a escapar a alias ‘3H’. Abel Mahecha tiene bajo su cargo a alias ‘3H’, a quien debe poner en libertad lo antes posible para que nadie se dé cuenta de que es familiar de Castañeda. Sin embargo, J.J. busca la manera de convertirse en protagonista del patio de paramilitares, frustrando la operación. Su objetivo es plantear una estrategia para liberarlo que lo deje ‘bien parado’ frente a Mahecha, pero todo empieza a complicarse cuando un guardia lo delata. Mientras tanto, Alexandra halla la forma de escaparse de la casa de Protección a Testigos, bajando por el balcón con la ayuda de unas sábanas, un truco en el cual su madre sufre un accidente que la deja herida.
El plan de J.J. de ser el artífice del plan que liberará a ‘3H’ de la cárcel va por buen camino y así logra ganarse la confianza de Abel Mahecha. J.J. se limpia de toda culpa sobre el fracaso del plan de Abel Mahecha de sacar a ‘3H’ de la cárcel por un túnel. Ahora, con tal de salvar su pellejo, implica a un guardia y él se convierte en el gran artífice de un nuevo intento por liberar al paramilitar para ganarse la confianza de los líderes de ese patio. Entre tanto, Alexandra continúa en su huida de los agentes Durán y Ramos, enfrentándose a una persecución en la que termina dejando a su madre herida a la deriva en una ambulancia. Sin embargo, sigue entre la espada y la pared al saber que Rosa está en manos de ellos y sus salidas se están agotando.
Urrego contrató a dos hombres para asesinar a J.J. y a ‘El potro’, pero sus planes fallan. Ahora, las cosas en la cárcel se pondrán difíciles para todos. Después de que el plan de fuga de ‘3H’ fallara, las cosas se complican para J.J. en prisión, pues Abel Mahecha perdió la confianza que había depositado en él. J.J. tendrá que idear una nueva forma de convencer a los paramilitares de que su presencia en patio es valiosa. Pero J.J. tiene más cosas por las que preocuparse, pues el jefe del patio de narcotraficantes le puso precio a su cabeza y envió a uno de sus hombres a asesinarlo. Sin embargo, Alias J.J. logró sobrevivir.
Después de escuchar que su esposo se metió con otra mujer, Alexandra decide colaborar con Durán y Ramos para brindarles información. A pesar de que J.J. lideró el exitoso escape de alias ‘3H’ de la Cárcel Capital, las cosas están a punto de complicarse para él, pues su esposa ha decidido delatarlo ante las autoridades, lo que lo condenaría a una extradición segura.
La misión de sacar de la cárcel a ‘3H’ es todo un éxito, pero las autoridades no dejarán que se salgan con la suya y los obligarán a hablar. Ya en libertad, ‘3H’ decide llamar a la cárcel para avisarle a J.J que su escape ha sido todo un éxito y ahora podrá regresar a su casa. Por esta razón, J.J. avisa a las autoridades que su patio ha neutralizado el motín y que liberarán a los rehenes. Esta decisión toma por sorpresa al director de la cárcel, mientras que Díaz empieza a buscar las armas de los reclusos en sus escondites. Pero lo que encuentra es algo peor: varios presos fueron desaparecidos con ácido y ‘El Potro’ y ‘3H’ no se encuentran en sus celdas. Díaz no dejará que se salgan con la suya así que toma a Abel Mahecha, Urrego, Galeno y J.J. para que confiesen el plan de escape. Ninguno de ellos está dispuesto a hablar y ahora deberán permanecer en los calabozos hasta que se sepa la verdad.
bel Mahecha denuncia a J.J. como el cerebro de la fuga de ‘3H’ ante el director de la cárcel, generando más motivos para que aumenten su condena. Con tal de salir ‘limpio’ del calabozo, Abel Mahecha le hace una mala jugada a J.J. al implicarlo directamente como el cerebro de la fuga de ‘3H’ ante Bejarano, el director de la cárcel Capital, lo que perjudica sus planes de mantenerse a salvo y pagar una baja condena. Ahora tiene más enemigos y los ojos encima de los guardias. Mientras tanto, la mamá de Alexandra regresa recuperada a su casa en Medellín y siguen firmes en cooperar con los agentes de la DEA, a pesar de que ella sufre en silencio por ‘la traición’ de J.J. Él por su parte, se va enterando de lo ocurrido afuera e intentará comunicarse con ella para explicar las cosas. J.J. recibe la extraña visita de la abogada de alias ‘Bernal’, paramilitar que trabaja con Castañeda y prestó los camiones para emprender la fuga de ‘3H’, con un sobre que contiene una cuenta de cobro que él deberá pagar sin comprender la situación.
Luego de firmar un acuerdo con la Fiscalía, Alexandra no tiene más remedio que acceder a sus peticiones y llevarlos al sitio en el que está la caleta. Aunque tiene sus dudas y le cuesta revelar lo que sabe acerca de su esposo, Alexandra sigue dolida por la supuesta traición de J.J. con Paty en la cárcel, por lo que termina entregándoles a Ramos y Durán un mapa que indica el sitio en el que está enterrada la caleta. Mientras tanto, el ambiente para J.J. en la cárcel sigue hostil por parte de Abel Mahecha y sus ‘lavaperros’ en el patio de los paramilitares, cuando se entera por parte de Bejarano que Alexandra está de parte de la DEA. Por eso, J.J. intenta contactarla a como dé lugar pero sin dar con su paradero, termina siendo el ‘Potro’ el enviado a buscarla y apartarla de los agentes para que mantenga “la boca cerrada”.
Enviado por J.J., ‘El Potro’ logra dar con el paradero de Alexandra y se la lleva a la fuerza con tal de que evitar que entregue información a la DEA. Alexandra les pide a los agentes de la DEA que paren en un punto de la carretera para que ella y su mamá hagan uso del baño, cuando de repente se le aparece ‘El Potro’, enviado por J.J., para alejarla de Ramos y Durán, evitando que pueda dar más información de todos los movimientos de su esposo. Ella intenta evadirlo pero hace una llamada que la conecta nuevamente con J.J., quien ha logrado evadir un nuevo atentado por parte de Abel Mahecha y sus secuaces en su propia celda, dejándolo algo herido. Alexandra queda confundida pero decide continuar con ‘El Potro’ para no “embarrarla” con J.J., sin embargo en un ataque de ira de él termina llevándosela en un carro a un rumbo desconocido.
‘El Potro’ pierde la cordura al estar cegado por la ambición y el afán de encontrar la caleta de J.J., por lo que termina lastimando a Alexandra. Obligada, Alexandra guía al ‘Potro’ al lugar donde se encuentra la caleta de J.J. que también están buscando los agentes de la DEA y la Fiscalía. Ella intenta escapar de él pero en un ataque de ira y descontrol, comienza a agredirla y manipularla para que le colabore en su ‘misión’. En la cárcel J.J. encuentra protección temporal por parte del director, mientras Abel Mahecha se entera de que su esposa, Victoria, ha sido secuestrada por alias ‘Bernal’ para sobornarlo y hacer que le pague una buena cantidad de dinero. ‘El Potro’ al fin encuentra su anhelada caleta pero Alexandra aprovecha para deshacerse de él poniendo una granada que la deja lastimada y tendida en el suelo, hasta que Ramos la encuentra y la llevan al hospital, donde se entera de que perdió a su bebé y ‘El Potro’ escapó con el dinero de J.J. Finalmente, Abel le paga la deuda a ‘Bernal’ y cuando logra comunicarse con Victoria ella le da la noticia de que se llevará a su hijo lejos para no involucrarlo más en problemas.
Con temor Alexandra le cuenta todo lo ocurrido con la caleta y ‘El Potro’ a J.J., pero él se sale de control y terminan en una gran discusión. Ahora J.J. no solo debe cuidarse de Abel Mahecha y Urrego en la cárcel, sino también de Clemente, el guardia que ocupará el puesto de Bejarano como director para poner orden y acabar con la delincuencia. “Mientras yo sea el director a usted se le acabó el reinado”, son las palabras con las que Clemente le informa a J.J. sobre su ascenso, poniéndole las cosas más difíciles en su condena, y más cuando se entera por parte de Alexandra de que la caleta ha sido destruida y una parte del dinero y sus pertenencias se las llevó ‘El Potro’. J.J. enfurece y discute con Alexandra, sin importarle en principio que ella haya perdido a su bebé. Sin embargo, es más el miedo y tal vez el amor lo que la ata a él, por lo que deciden iniciar un plan para recuperar el dinero que ‘El Potro’ se llevó. Mientras tanto en Medellín, ‘El Potro’ se da la buena vida y encuentra un cassette que contiene una grabación que revela que el cartel de Cali financió la campaña del presidente, y la usará para sacar provecho.
J.J. es trasladado al patio de Narcos y Urrego no duda en intentar un atentado, pero él hace uso de la información que tiene para hacer un trato. La muerte persigue a J.J. en la cárcel, pues Mahecha gestiona un plan para atacarlo con ayuda de un guardia, pero Clemente se presenta antes de que pueda causar cualquier agresión y queda en evidencia su intención. Mientras tanto, fuera de la cárcel Alexandra está de nuevo en Medellín adelantando la búsqueda de ‘El Potro’, se detiene a llamar a su mamá de un teléfono público pero desde lejos la está siguiendo Ramos, quien intenta ir tras ella cuando ve que se sube en la moto de ‘Caspa’ pero se le atraviesa un ciclista y la pierde de vista. Todo es un plan para distraerlo. ‘El Potro’ por su parte se gasta el dinero de la caleta de J.J. en mujeres y trago, pero la ‘guachafita’ que arma en el hotel lo pone en evidencia y la Policía llega para requisar su habitación, pero él se les escapa. En la cárcel, J.J. es trasladado nuevamente al patio de narcos, pero en un intento de Urrego por atacarlo él saca en su defesa la información que tiene sobre la financiación del cartel del Valle a la campaña del actual presidente.
El partido Conservador revela ante los medios la existencia de los cassettes que hundirían al Cartel del Valle, metiendo en líos a J.J. con Urrego. ‘El Potro’ logra hacer un acuerdo con el secretario del partido Conservador, entregándole los cassetttes que estaban en la caleta de J.J. a cambio de dinero para él y su nuevo aliado William Tolosa, integrante del cartel del Valle, también interesado en hundir a sus anteriores colegas. Aunque en la cárcel J.J. convence a Urrego de mantenerlo con vida prometiéndole que esa información no llegaría a manos de nadie y en su primera audiencia con la Fiscalía, donde Jhon Jairo es víctima de un atentado frustrado por parte de Castañeda, no revelaría nada de los nexos de Pablo Escobar con el cartel del Valle, cuando la noticia sale al aire su vida nuevamente corre peligro. Por eso decide hacer nuevas alianzas y pagarles a algunos presos para que le cuiden la espalda, mientras le tiende una trampa a Urrego y se enfrenta cara a cara a él para salvar su vida. Pero ahora ‘El Potro’, que no le basta con el dinero que obtuvo del partido Conservador, hará uso de una agenda de J.J. que encontró en la maleta que le robó con contactos e información valiosa.
Al no dar con el paradero de ‘El Potro’, J.J. le pide a Alexandra que encuentre una caleta de su patrón que aún está escondida en Medellín. Alexandra visita a J.J. en la cárcel para contarle que no han encontrado al ‘Potro’, pero el tiempo corre y la vida de Jhon Jairo corre más peligro, así que él decide cambiar de plan y pedirle que junto al ‘Caspa’ den con el paradero de una caleta de Pablo Escobar, en la que puede haber una gran cantidad de dinero. La seguridad en la cárcel cada vez es menos eficiente y Clemente hace lo posible por mantener a J.J. lejos del peligro de todos los enemigos que quieren matarlo. Pero el lío del cartel del Valle sigue creciendo y la cárcel va a parar Tiago Medel, el tesorero de la campaña presidencial de Sampedro, a quien Urrego amenaza para que no diga ni una sola palabra. Mientras tanto, ‘El Potro’ adelante sus negocios y ahora le propone a un hombre que juntos se apoderen de las rutas y los contactos del Cartel del Valle para quedarse con las ganancias del narcotráfico.
J.J. le propone a Urrego acabar con la vida de Medel y de paso impedir que le cuente a la Fiscalía lo que sabe sobre el cartel del Valle. Jhon Jairo se siente ahora más seguro en la cárcel con la ayuda de dos hombres que contrató para que le cuiden la espalda, gracias al dinero que encontraron ‘Caspa’ y Alexandra en la casa de unos vecinos de Pablo Escobar en Medellín. Así logra acercarse a Urrego y proponerle un trato para que le respete su vida en la cárcel, a cambio de la de Medel, a quien se compromete a asesinar para evitar que revele información importante sobre la financiación del Cartel del Valle a la campaña del Presidente. Urrego acepta, pero J.J. es más astuto y compra a Medel ofreciéndole protección en la cárcel, a cambio de mucho dinero y de que hunda al jefe de narcotraficantes ante la Fiscalía. Atemorizado, acepta y le pide a Alejandro, su pareja, que le consiga 300 mil dólares que le entregará a Alexandra. Entre tanto, en Medellín las cosas se complican y los agentes de la DEA y la Fiscalía hallan el paradero de ‘El Potro’, pero él alcanza a huir junto a Tolosa. Sin embargo, logran arrestar a Néstor Pereira, quien termina aceptando colaborar con la justicia y está a punto de revelar detalles de los negocios de Jhon Jairo Velásquez.
J.J. es trasladado a un hospital luego de que un hombre enviado por Urrego, en un intento por quitarle la vida, le dispara dejándolo herido en su celda. Urrego le pide a uno de los hombres contratados por J.J. que lo asesine cuando saquen del camino a Medel, quien sale de la cárcel gravemente herido luego de que Jhon Jairo le corta las manos para hacerle creer a los guardias que se intentó suicidar en su celda. El sujeto se ofrece a cuidarle la espalda a J.J. y aprovecha para dispararle, pero este evita su muerte dándole dos disparos que lo dejan tendido en la cama y a él mal herido, luego de que una bala rozara su hombro. Antes de que Clemente revise la escena, J.J. esconde las armas y hace creer que un encapuchado intentó acabar con su vida. J.J. es remitido a un hospital, mientras Medel hace un acuerdo con la Fiscalía para revelar toda la verdad sobre la financiación del Cartel del Valle a la campaña del presidente. Cuando la noticia se conoce en todo el país, los Romero le quitan su apoyo a Urrego y queda en blanco. En el hospital, intentan envenenar a J.J. y luego llega ‘Caspa’ vestido de enfermero para ayudarlo a escapar pero Jhon Jairo reflexiona y decide no perjudicar su condena, así que le pide que se vaya y lo deje solo. Clemente hace un trato con Urrego, Mahecha y Galeno para que calmen a su gente en los patios y haya orden en la cárcel, luego de una gran requisa en la que incautan armas, drogas y dinero. En medio de esa revisión aparecen las armas de J.J., las cuales lo incriminan en el asesinato de un hombre en la cárcel, lo que daña su acuerdo con la Fiscalía y recibe la noticia de que debe pagar 360 meses de cárcel, correspondientes a 30 años.
Para garantizar su seguridad en la cárcel, J.J. sigue los consejos de una abogada y ofrece una entrevista en la que hace importantes revelaciones. Tras recibir una condena de 30 años, J.J. pierde la razón pero Alexandra no lo desampara y le lleva a una abogada que lo hace entrar en razón para mantenerse con vida el tiempo que pasará en la cárcel. Se trata de Mónica Machado, interpretada por Amparo Grisales, que le aconseja dar una entrevista a la periodista Ana María Solozábal con la idea de que hará grandes revelaciones, pero sin dar muchos detalles J.J. solo hace denuncias que terminan perjudicando a Iván Urrego y a Clemente Díaz, quienes ahora tienen que vigilarlo para que nadie le haga daño. Sin embargo, su llegada a la cárcel no es nada agradable, pues Urrego le quita los privilegios de su celda y del patio de narcotraficantes. Ahora, J.J. tendrá que encontrar una fuente de dinero para sobrevivir por lo que recurre a ‘Caspa’, pidiéndole que prepare paquetes de droga para negociar dentro de la cárcel.
J.J. quiere tener controlado el patio de narcotraficantes por medio del tráfico de cocaína, que logra meter a la cárcel con ayuda de varios aliados. J.J. sigue luchando por ganarse un lugar en la cárcel, por lo que ahora busca rutas para ingresar droga a la cárcel y así ganarse la confianza y el respeto en el patio de narcotraficantes. En su primer movimiento obtiene éxito y le entrega una buena parte de la mercancía a Urrego a cambio de que le devuelva su celda. Sin embargo, las cosas fuera de la cárcel no son nada alentadoras para J.J., pues Alexandra no quiere saber nada de él luego de darse cuenta de que quería utilizarla para ingresar cocaína a la cárcel. Ahora ella cae en brazos de otro hombre, a quien le cuenta su verdad para no perjudicarlo, pero es tarde porque alguien deja un cargamento de droga en su vehículo y termina siendo detenido por las autoridades. ¿Estará Gabriel dispuesto a colaborar con Durán en la Fiscalía con tal de mantenerse limpio a nivel judicial?
La abogada de J.J. le lleva las pruebas que demuestran que Alexandra sostiene una relación con Gabriel, llenándolo de ira e impotencia. J.J. intenta contactar a Alexandra por todos los medios, pero no logra dar con su paradero así que le pide a su abogada, Mónica Machado, que la busque y la detenga si intenta revelar alguna información a la Fiscalía. Lejos de imaginar lo que su abogada descubre, ella lo sorprende al mostrarle unas fotos comprometedoras de Alexandra con Gabriel, lo que enfurece a J.J. Su plan ahora es contactar a ese músico y vengarse de la traición de su mujer. Jhon Jairo encuentra la mejor oportunidad para conocer a ese hombre, invitando a su orquesta para que cante en la celebración de los 50 años de Urrego. Además, el mismo evento servirá para que J.J. y Galeno adelanten la construcción de un túnel por la que planean fugarse de la cárcel.
El ruido provocado por el concierto que le dan a Urrego en su cumpleaños, permite que hombres de Galeno terminen la construcción del túnel de escape. Aprovechando el ruido producido por la música del grupo Trópico, que contratan para celebrarle los 50 años a Urrego, los hombres de Galeno detonan el túnel y abren un hueco en la celda de J.J. por la que planean escapar. Cuando creen que ya todo está en calma y es el momento preciso para emprender la huida, Clemente aparece con los oficiales, frustrando el plan. Galeno, J.J. y todos los hombres que participan en el intento de fuga son llevados a los calabozos, pero la gran pregunta es ¿quién los delató? Al final del capítulo te sorprenderás cuando se revela toda la verdad. Por otra parte, Gabriel es amenazado de muerte por J.J. cuando va a tocar a la cárcel, por lo que corta su relación con Alexandra, pero esa misma noche es asesinado por dos sicarios y ella se entera a través de las noticias.
Mónica Machado se arma de todas las estrategias posibles para defender a J.J., quien se gana la confianza del viceministro de justicia. La abogada de J.J. resulta ser una mujer muy hábil e inteligente, quien demuestra que está dispuesta a hacer cualquier cosa con tal de defender a su cliente y sacarlo limpio de cuanto lío se meta con tal de que le rebajen su pena en la cárcel. Tanto así que busca a Alexandra para persuadirla de que se vaya del país con tal de evitar que colabore con la Fiscalía, y logra desviar la causa de la muerte de Gabriel. Ahora le ofrecen una nueva ‘misión’ a J.J. que consiste en determinar si alias ‘Bachué’ es Roberto Toledo, el hombre que estaría detrás del secuestro del hermano del expresidente.
Pese al operativo que arman para obligar a Toledo a confesar el paradero del hermano del expresidente, J.J. no logra sacarle ninguna pista. El secuestro del hermano del expresidente tiene en vilo a todo el país, y por eso las altas esferas políticas mueven sus fichas para hallar pistas que den con su paradero. Aunque J.J. y Urrego se alían para sacarle información a Toledo, ‘alias Bachué’, nada es suficiente pues el hombre resulta ser más inteligente y reservado de lo imaginado. Así que la abogada Mónica Machado hace uso de su astucia para convencer a la periodista Ana María de dar una noticia falsa sobre la supuesta liberación de Gavilán, la cual es transmitida en la cárcel y vista por Toledo, quien entra en pánico pero luego se entera de que todo es una trampa e intenta escapar de la cárcel. Al ser capturado y metido al calabozo, la Fiscalía intenta sacarle toda la información pero no da resultado. Hasta J.J. le propone que le entregue al hombre a cambio de dinero, pero también falla en el intento, por lo que su acuerdo de rebajarle la condena queda en veremos.
J.J. conduce a la Fiscalía al sitio donde se encuentra secuestrado el hermano del expresidente, por lo que recibe una rebaja de condena como ‘premio’. La abogada Mónica Machado convence al ministro de Justicia para que den la orden desde Presidencia, de permitir que J.J. se fugue de la cárcel para interceder en el rescate del hermano del expresidente. Así que, en contra de la voluntad de Clemente, todo se presta para que J.J. escape junto a Toledo por un túnel y sean llevados a un lugar en compañía de la Fiscalía. Allí se supone que se haría la entrega del hombre, pero Toledo cambia los planes y propone un sitio intermedio para venderlo por 1 millón de dólares. Al llegar a aquel lugar, Toledo los engaña a todos pero pronto lo persiguen y en medio de un enfrentamiento él pierde la vida y rescatan a Gavilán. A J.J. le rebajarán cinco años de condena por participar en esta operación.
Una joven ve una entrevista de J.J. en televisión y se despierta en ella tal admiración que decide conocerlo en persona en la cárcel. J.J. encuentra en esta jovencita un nuevo apoyo para ayudarle en sus más bajos planes, pero también tener un encuentro pasional ahora que Alexandra se ha ido. Cuando ella lo ve en televisión, siente un impulso que la lleva a buscar la manera de conocerlo en persona; primero enviándole cartas para persuadirlo, a las que J.J. responde con mucha expectativa, hasta que llega el día de encontrarse frente a frente. Entre tanto, la esposa de Charria es asesinada por los hombres de los hermanos Romero y le quitan el maletín que contiene todas las pruebas en su contra. Sumido en la tristeza, Charria decide colaborar con la Fiscalía pero su abogado se le adelanta y hace una jugada que termina dejándolo en libertad, así que J.J. pierde la rebaja de pena que había acordado.
La única forma de que J.J. no sea trasladado a la cárcel de Valledupar es frenando la guerra entre paramilitares y guerrilleros, ¿lo logrará? Clemente se convierte en la piedra en el zapato para J.J., pues busca tenerlo lejos de la Cárcel Capital y así poder dirigirla con éxito basado en su objetivo de acabar con la delincuencia. Por eso, busca trasladar a J.J. a Valledupar, pero él se rehúsa y empieza a gestionar acciones para proponer una tregua entre paramilitares y guerrilleros. Su imagen ante Mahecha y Galeno no es nada positiva, pero al parecer no se rendirá, mientras siga teniendo el apoyo de su abogada. Entre tanto, la esposa de Urrego adelanta sus negociaciones con ‘El Potro’, a la vez que es infiel y es vista por ‘Caspa’ llegando a su finca. J.J. le advierte al capo de narcos, pero su terquedad va más lejos. Además, pierde el apoyo de Mónica Machado como su abogada, al sentirse acosada y manipulada por él.
Una tregua en la Cárcel Capital no fue suficiente para evitar que Alias J.J. fuera trasladado. Ahora, tendrá que encontrar la forma de protegerse y volver a Bogotá. Mónica Machado visitó el campamento de Castañeda para pedirle que pare la guerra en la Cárcel Capital y, de paso, evitar el traslado de Alias J.J. a Valledupar. La propuesta fue contundente: la tregua permitiría a los líderes de cada patio montar y administrar sus negocios dentro de la cárcel. Además, Machado se comprometió a facilitar las negociaciones entre la Fiscalía y Castañeda. A pesar de que el comandante y sus hombres no confiaron mucho en la abogada, decidieron aceptar su propuesta para ganar su confianza mientras se fortalecen al interior de la penitenciaria. Sin embargo, en el momento en que la Machado le explica a Clemente las condiciones de la tregua, él le asegura que esta decisión no está en sus manos, pues le pidieron la carta de renuncia. Otro director llegará a la Cárcel Capital y el traslado de J.J. a la Cárcel de Valledupar es un hecho.
El jefe de guerrilleros y el de paramilitares llegan a un acuerdo con el director de la cárcel y la abogada de J.J. para iniciar una tregua. Los esfuerzos de Mónica Machado por lograr que se haga la paz en la cárcel al fin dan resultados, pues Mahecha y Galeno ceden ante sus ofrecimientos y los de Clemente, y así todos salen beneficiados de esta tregua que se celebra en un evento en la cárcel ante los medios de comunicación. Así las cosas, Clemente asegura su puesto como director, J.J. es trasladado nuevamente a la cárcel Capital y la abogada acepta volver a representar a Urrego. Ahora, con este tratado de paz, los internos pueden montar y manejar sus propios negocios, logrando rebajas en sus condenas de acuerdo a las horas diarias de trabajo.
Danilo Pineda hace un acuerdo con la Fiscalía que implica seguirle la pista a J.J., pero él se da cuenta de sus intenciones y lo amenaza de muerte. Danilo, el hermano de la guardia Pineda, acepta colaborar con la Fiscalía con tal de que limpien su expediente y reciba beneficios, pero J.J. logra descubrir sus intenciones de perjudicarlo y lo amenaza con hacerle daño a su familia si sigue colaborando con la justicia. Entre tanto, Urrego se reúne con la abogada Mónica Machado, a quien le pide encarecidamente encontrar a su mujer, luego de enterarse de que se le escapó a sus hombres tras ingresar de urgencias al hospital. Por la cárcel las cosas se van complicando para todos los presos, ahora que Clemente ha tomado poder y decide cambiar las condiciones de la tregua entre los patios, ordenándoles que si quieren montar sus propios negocios todos deben compartir los mismos precios y mezclarse entre sí.
Los comandantes al fin llegan a un acuerdo para montar sus negocios, de lo cual J.J. saca provecho y termina aceptando que Danilo trabaje de su lado. J.J. le insiste a los comandantes Galeno y Mahecha que dejen atrás sus diferencias y saquen el mayor provecho a aquellos negocios que cada uno puede montar para obtener dinero y también otro tipo de beneficios, como rebajas de pena. Aunque ellos se rehúsan, al final J.J. los convence y también logra la firma de Iván Urrego. Jhon Jairo recibe la visita de una mujer que asegura ser la abogada de Lorenza Penagos, esposa de Urrego, para proponerle el negocio de acabar con su vida a cambio de dinero, pero él se niega y le cuenta a Iván sobre los planes de su esposa. Deciden trabajar juntos y darle fin al ‘Potro’, mientras que al interior de la cárcel J.J. adelanta su negocio de venta de droga camuflada en los productos que ofrece en la miscelánea. Danilo Pineda busca ganarse la confianza de J.J., hasta que termina aliándose con él para trabajar juntos.
La historia de Alias J.J. da un giro inesperado cuando la abogada Mónica Machado es asesinada por una extraña mujer. Las drogas siguen siendo el flagelo de Danilo en la cárcel, su vicio lo hace enfrentarse con Zurcido en la miscelánea dejando en evidencia el tráfico que existe adentro del plantel. Después, en medio de una requisa, guardias encuentran en la celda de Danilo una caleta y el joven es trasladado a otra prisión de Bogotá. Mónica Machado visita a Urrego en compañía de Ramos para darle la noticia de su extradición y sufre una nueva amenaza por parte del narcotraficante y su vida corre peligro una vez más. La abogada teme morir y pide seguridad. Más tarde, Machado le propone a J.J. que haga una capacitación en mercadeo y emprendimiento y así ganarse la confianza de los guardias de la cárcel. El día de la extradición de Urrego, el capo aparece envenenado en su celda, desatando un caos al interior de la cárcel Capital. J.J. es el primer sospechoso y es amenazado de muerte.
Después de ejecutar un arriesgado plan para poder escapar de prisión, el capo del Cartel del Valle logró recuperar su libertad y volver a sus negocios. Después de una emboscada a la Policía, los hombres de Urrego rescatan el cuerpo, supuestamente sin vida, del narcotraficante para llevar a cabo su plan de escape y evadir la sentencia de extradición que le habían emitido. El plan del capo fue muy arriesgado, pues tuvo que arriesgar su vida para poder lograrlo. Tras la partida de Urrego de la Cárcel Capital, J.J. habla con ‘El Piojo’ y decide entregarle su miscelánea a cambio de mantener en pie el trato que había hecho con el capo del Cartel del Valle. Tras perder su caleta, Alias J.J. se propuso iniciar un nuevo negocio: el tráfico de ácidos, drogas que se estaban poniendo de moda, desde el interior de la penitenciaría. Además, J.J. logró convencer al editor de la casa editorial de escribir un libro en el que cuente todas sus historias tras las rejas. Inmediatamente buscó a sus amigos en prisión para escuchar todas las historias que tenían por contar
El detective de La Fiscalía encuentra la caleta en donde Caspa trabaja para sacar los ácidos y no se imagina el final que le espera. La novia de J.J. está dispuesta a lo que sea para proteger a Velasquez, por esta razón termina haciendo algo que nunca había imaginado: asesinar a un agente de La Fiscalía. Durán continúa con su investigación a los libros de J.J. y gracias a un aparato electrónico encuentra el lugar a donde llegan todos los ejemplares: la caleta en donde Caspa y Jennifer trabajan para sacar y vender los ácidos. Al llegar al lugar, Jennifer saca su arma y sin que se dé cuenta le dispara al detective para que no interfiera en su negocio. Pero ahora su atrevida maniobra puede poner en peligro todo el plan.
El capo logró ganarse el respeto de los presos y montar una red de narcotráfico para distribuir droga a Estados Unidos. Urrego llama a su sobrino para darle la responsabilidad de cuidar sus negocios, pero principalmente para pelear la guerra que se avecina contra ‘El potro’ y Lorenza. En silencio, el capo vallecaucano empezó a trabajar para desquitarse de J.J. y de ‘El potro’. Los comandantes Galeno y Mahecha buscan la mejor manera de armarse y estar preparados para lo que se venga al interior de la cárcel, pues serán tiempos difíciles. Además, desean quitarle los celulares a J.J., pues sienten que está tomando poder al interior del plantel, pero nada sale como lo planean. Más tarde, Alias J.J. le hace un atentado a ‘El piojo’ para quitarse esa amenaza de encima y convertirse en uno de los caciques de la cárcel capital. Con ayuda de Jennifer, logró montar una red de narcotráfico con la que llevó droga a Estados Unidos.
Pese a sus rivalidades, Abel necesita a J.J. para sacar del camino a Castañeda, quien le está quitando el poder desde que se asoció con ‘Potro’. Para todas las cabezas de los patios, las cosas siguen complicándose, ahora con la llegada de un nuevo guardia que quiere poner orden en la cárcel, y con las autoridades que, en este caso, están cada vez más cerca del negocio de J.J. Internamente, el ‘Potro’ vuelve a ser una piedra en el zapato para Jhon Jairo, pero también para Mahecha que debe protegerlo por orden de su comandante, Castañeda, quien se asoció con él desde que Lorenza le propusiera un tentativo negocio que no quiere perder. Así que en medio de una nueva disputa, los hombres de Mahecha agreden a J.J. cuando intentan acabar con la vida del ‘Potro’, pero luego tiene que buscarlo para pedirle su ayuda en un nuevo y macabro plan de sacar del camino a su comandante. Entre tanto, Jennifer sigue aceptando las condiciones de J.J. y aún se ve dispuesta a colaborarle en todo lo que le propone, con tal de seguir sosteniendo una relación íntima con él.
La joven se ofrece a dar con más pistas sobre los vendedores de ácido, pero su afán por conseguir la verdad termina delatándola y llevándola a tomar una riesgosa decisión. Jennifer y ‘Caspa’ no están en el mejor momento del negocio luego de que fuera puesto a conocimiento de la gente quiénes estaban liderando la banda de traficantes de droga. Ahora deben encontrar la forma de tener nuevos vendedores. Ana sabe en qué posición están y, gracias a su informante, encuentra el contacto de ‘Caspa’ para pedirle que los deje trabajar con ellos y así conseguir más información sobre la red que tienen azotada a la ciudad. Su joven compañera se ofrece a ayudarla, ya que a ella no la conocen, y se pone en la tarea de encontrarse con Jennifer en un auto. Allí conversan, pero su afán por hacer preguntas la delata y Jennifer decide secuestrarla. Ana pide ayuda a las autoridades y, para poder salvarse, la joven termina aventándose afuera del auto para quitarse de encima a Jennifer.
La audacia de la periodista le permite descubrir que convertirse en escritor solo era una fachada de J.J. para continuar con su vida de criminal. Ana no puede dejar atrás el negocio de ácidos que tiene azotada a la ciudad y por eso empieza a detallar cada una de sus características con los que le compró a uno de los vendedores de ‘Caspa’. Al notar que todos tienen pedazos de palabras decide unirlos para formar frases y ver si estos pertenecen a algún libro y si es mera coincidencia. El resultado termina mostrándole que la frase hace parte de uno de los libros del confeso criminal. Mientras ahonda en la investigación, Ramos le confirma que sí se trata de un red que maneja J.J. desde la cárcel y ahora están más cerca de dar con ‘Caspa’ y Jennifer. Por ahora, J.J. es enviado a un bunker de la Fiscalía para tenerlo aislado y que no entorpezca la investigación que realizarán en su contra.
Con la ayuda de un nuevo abogado, J.J. evita ser extraditado a los Estados Unidos y queda limpio dentro del caso de la red de ácidos en el país. J.J. necesita quien lo defienda nuevamente ante la Fiscalía, esta vez por el escándalo de tráfico de ácidos que se originó en la cárcel, por lo que acude a un amigo de la infancia, el abogado Manuel Serrano, quien valiéndose de su poder de convencimiento logra comprar a dos hombres para que se declaren culpables. Así, J.J. evita ser extraditado a los Estados Unidos, pero cuando se entera de la muerte de Jennifer recurre a su abogado y amigo para proponerle ser su representante en los negocios en el exterior. Entre tanto, Castañeda quiere vengarse de la jugada ‘sucia’ de Mahecha y contacta a Ramos para decirle que quiere entregarse a la justicia y ser extraditado a Estados Unidos. Su petición no es fácil, pues el detective tendrá que agilizar los trámites antes de que se le acabe el tiempo al comandante. En un ataque de ira y desespero, Castañeda le quita la vida a Lorenza y el hecho se da a conocer a través de las noticias. Lo mismo ocurre con Jennifer, a quien le encuentran en el vehículo en el que la hallaron muerta, varios paquetes de cocaína que ahora Ramos tendrá que investigar y determinar su procedencia.
Familiares de los presos desaparecidos piden respuestas sobre la verdad de lo que está sucediendo en la correccional. Ana y su compañera no están dispuestas a parar con la gran investigación que tienen en sus manos para hacer caer a los grandes capos, que desde las cárceles siguen cometiendo crímenes a diestra y siniestra sin que nadie se entere. Esta investigación toma por sorpresa a Clemente, quien empieza a dudar de quienes trabajan para él y todo el trabajo que ha realizado todos estos años. Ahora tiene que encontrar prontas respuestas a las protestas de los familiares de los presos que han desaparecido en su cárcel, generadas por una investigación periodística que podría costarle el puesto.
El hombre, quien fue la mano derecha del capo durante mucho tiempo en prisión, reveló los detalles de cómo montaron la red de tráfico de drogas en el plantel. Para evitar ser trasladados a la cárcel de Valledupar, Mahecha y Galeno se alían para entregar a alias J.J. pues esta es la mejor solución. Después, Serrano se reúne con J.J. para contarle que el detective Ramos logró llevarse a la familia de alias ‘Zurcido’ antes que él, dañando sus planes. Sin embargo, para J.J esto no es un problema, pues encontrará un aliado para ensuciar el nombre de ‘Zurcido’ ante las autoridades y evitar que reciba los beneficios que le ofrecieron. ‘Zurcido’ debe darle información a Ramos que inculpe a J.J. si quiere que su familia esté a salvo, pero el plan del capo tiene éxito y una nueva investigación retrasa el traslado de su exaliado a Estados Unidos. Más tarde, el hombre que fue la mano derecha del capo en prisión habla con la Fiscalía, brindando detalles de cómo alias J.J. usó sus libros y diferentes mujeres para crear una red de tráfico de drogas e introducirlas en Estados Unidos. El panorama para J.J. está más oscuro que nunca y la extradición cada vez más cerca.
El hombre fue envenenado para que no ‘abriera la boca’ e incriminara a su patrón, pero, después de ver como son las cosas, decide contarlo todo. Alias J.J. señala a Mahecha de ser quien está secuestrando personas al interior de la cárcel. A pesar de ser el culpable, el capo de los paramilitares niega rotundamente esta acusación. Al ver que la desaparición de la periodista tendrá una gran investigación, Mahecha decide liberarla después de un par de días de tortura. A pesar de que logran estabilizarla en un hospital, Janeth fue violada y su vida está en riesgo. Mientras tanto, la operación que los hombres de Galeno está en riesgo gracias a Horacio, hombre a cargo, pues perdió la cabeza y asesinó a Lucy, una de las favorita del comandante. Además, uno de los secuestrados logró escapar. Más tarde, el detective Ramos intenta obtener información que pueda incriminar a Alias JJ ofreciendo beneficios a ‘Caspa’, pero la mano derecha del capo decide no revelar nada. Después, en extrañas circunstancias, ‘Caspa’ es envenenado, posiblemente por orden de J.J., para que no hable. El hombre sobrevive y está dispuesto a contar todo, pero la única condición es que la policía proteja su vida.
La mano derecha de Popeye realiza todo un plan para librar al capo, sin que a este le importe traicionar a alias ‘Zurcido’. ‘Caspa’ está dispuesto a encubrir a Popeye de todos los cargos que se le acusan y, pese a que ya Zurcido ya había confesado todos los delitos que el capo había cometido desde la cárcel, ahora J.J. parece haberse limpiado las manos. ‘Zurcido’, su leal seguidor en la cárcel, se convierte en el culpable de todo gracias a las declaraciones de ‘Caspa’ y será enviado a Estados Unidos para pagar su condena. Mientras tanto, Galeno se reúne con un periodista para que le ayude a contactar al Gobierno y así poder crear un acuerdo de paz, pero la idea no le gusta para nada a Mahecha y podría empezar toda una guerra en la cárcel.
La periodista no encuentra otra manera de esclarecer lo que le pasó a su amiga, sino negociando con Alias J.J., a quien termina entrevistando. Desesperada por ver a su amiga y colega, la periodista Janeth, tendida en una camilla sin ninguna muestra de progreso, Ana María Solozábal piensa que la única forma de conocer lo ocurrido es pidiéndole ayuda a J.J. Lo visita en la cárcel y le propone “lo que él quiera” a cambio de darle información sobre los autores del abuso que recibió la practicante. J.J. acepta ese negocio, pues ve la oportunidad de volver a salir a los medios para limpiar su imagen. Entre tanto, ‘Caspa’ está a punto de volverse loco en la cárcel de Valledupar a donde fue trasladado, y J.J. siente que de no sacarlo de allí podría revelarle a las autoridades todo lo que sabe por más de ser su fiel amigo, a pesar de que una vez prefirió el silencio.
La información que poseía el hombre, que fue su mano derecha al montar la red de narcotráfico, era de vital importancia para las autoridades. Durante una la entrevista concedida a Ana María Solozábal, Alias J.J. intenta mostrarse como un preso ejemplar que ha podido reflexionar durante sus años en prisión y que ha sido víctima de diferentes atentados. Sin embargo, ante los continuos reproches de la periodista, el capo decide interrumpir el encuentro y romper el trato que habían realizado. Después, Solozábal se da cuenta de que si quiere obtener la información necesaria para encontrar a los culpables del secuestro de su compañera debe ceder ante las condiciones de J.J. y hacerle una entrevista que beneficie su imagen. Más tarde, J.J. habla con Serrano para que lo ayude a solucionar el problema que tiene con ‘Caspa’, la información que tiene es muy valiosa para la Policía y una declaración le puede asegurar la extradición. El abogado del capo mueve sus fichas y logra contactar un guardia para que acabe con la vida de ‘Caspa’ y así no preocuparse más por él.
La relación entre John Jairo y Solozabal se complica y la Fiscalía busca el paradero del asesino del periodista que intentaba mediar entre el Gobierno y la guerrilla. La entrevista a J.J. hecha por Ana María Solozabal sale al aire y él aprovecha para decir que se encuentra arrepentido. "Una vez me tocó matar a una mujer mía por orden del patrón. Es que estábamos en mafia, esto no era las hermanitas descalzas", reveló. Por otro lado, la periodista queda muy conmocionada tras ver a su colega Garcés muerto y se dirige a la Fiscalía para dar información valiosa para la investigación. El abogado de Mahecha le entrega un casete que le mando Ricardo Álvarez, donde se escucha a J.J. hablando con Solozabal. Por eso, Mahecha le pide a uno de sus hombres que secuestren y maten a la periodista.
El jefe de paramilitares amenaza a Velásquez con asesinar a la periodista, pero al ser su ‘protegida’ J.J. saca sus ‘cartas’ ´para mantenerla con vida. Mahecha se entera de que J.J. sabe perfectamente que él ordenó el ataque y la violación a la periodista Janeth, por lo que lo amenaza y le pide que se aleje de Ana María Solozabal. J.J. sabe que necesita de ella y por eso manda a su ayudante para que la proteja y le explique la situación. Al final, Ana María termina agradeciéndole por salvarle la vida, pues así evitaron que fuera asesinada una noche que entraron a su apartamento por la fuerza. Mahecha cuestiona a J.J. por seguir frecuentando a Solozabal, pero él le propone un nuevo trato que consiste en no revelar su autoría en el crimen contra Janeth, con tal de que él la deje en paz. Además, lo manipula con la existencia de un casete que contiene una grabación en la que se comprueba la participación del jefe de paramilitares.
Popeye encuentra la forma de ganarse la confianza de la periodista y ella termina contándole uno de sus más íntimos secretos. Ana María acepta a realizarle más entrevistas a Alias J.J. para poder dar con el verdadero culpable del brutal ataque a su compañera Janet. La periodista teme que Popeye esté usándola para poder limpiar su nombre y tiene que ver cómo utilizarlas en la contra del sicario. Sin embargo, Popeye está empeñado en ganarse la confianza de Ana María y la llama constantemente para hablar de lo mucho que él ha cambiado en la cárcel y lo que quiere hacer cuando salga de ella. Al escuchar sus palabras y lo sinceras que parecen, Ana María termina contándole uno de sus más íntimos secretos y al terminar de hablar no entiende cómo pudo decirle semejante experiencia.
Popeye le confiesa a la periodista el nombre del culpable del brutal ataque a su compañera, pero le pide que no le cuente a nadie más porque su vida corre peligro. Alias J.J. está dispuesto a encubrir al verdadero culpable del ataque a Janet, por eso prefiere mover sus fichas para darle un nombre falso del agresor para que ella no siga con sus investigaciones. Sin embargo, todo se trata de una mentira y cuando ella se pone en la búsqueda de ese delincuente se encuentra con que ya está muerto, lo cual resulta muy raro para la periodista. Ana María termina no contándoles nada a las autoridades porque Popeye le pide que no lo haga, asegurándole que sus vidas corren peligro si se sabe la verdad.
Janet reconoce a uno de sus agresores y la periodista se da cuenta que J.J. le dijo mentiras para proteger a uno de los paramilitares, aunque no sabe de quién se trata. Ana María está dispuesta a hacer todo lo posible para dar con los agresores de Janet, por eso la Fiscalía ha iniciado su trabajo para esclarecer los hechos que rodearon su secuestro y posterior violación al ingresar al penal. Los investigadores encuentran que uno de sus agresores es paramilitar y Janet lo reconoce. Ana María se da cuenta que Popeye le mintió y le entregó el nombre de un guerrillero, lo que le hace pensar que está protegiendo a alguien. Al verse frustrada por no poder saber la verdad y que J.J. no le diga la verdad, la periodista decide abandonar su investigación con el sicario para dedicarse de lleno a cuidar de su amiga y replantearse su carrera.
La periodista escucha el testimonio de uno de los compañeros de J.J. y se entera que ambos estuvieron involucrados en la muerte de su padre. Ana María está interesada en que su amiga recupere la cordura luego del brutal ataque del que fue víctima, pero el especial de Popeye en el noticiero la alerta de algo que podría ayudarla a recordar cosas del pasado. Por esta razón regresa al canal para ver el material de una entrevista de un amigo de J.J. y hace la relación del primer ataque de los sicarios con la muerte de su padre. La periodista empieza a recordar los momentos difíciles que vivió ese día y regresa a la investigación para buscar que Popeye confiese el asesinato de su padre. Además, Urrego es entregado por su propio sobrino, quien quiere quedarse con todo su dinero y poder para ser feliz con su pareja. El narco regresa a la cárcel y deja a más de uno con la boca abierta, quienes lo creían muerto.
La periodista decide volver al noticiero y acusa al recluso paramilitar de la brutal agresión de la que fue víctima. Janeth está dispuesta a empezar una investigación en contra de Mahecha y todos los que estuvieron detrás de la agresión que vivió y por eso decide regresar al noticiero y hacer pública su denuncia. Estas declaraciones afectan a Mahecha, quien esperaba mantener su nombre limpio para terminar de cumplir la condena en su hogar. Ahora tiene que acudir a Popeye para que le ayude a callarlas y ganarse el beneficio. Pero, ¿podría J.J. actuar en contra de Ana María?
El narcotraficante no va a dejar que su sobrino se salga con la suya y por eso decide quitarle la vida a la pareja del joven para darle una supuesta lección. Luego de entrar a la cárcel, Urrego está decidido a cobrar venganza por lo que su sobrino le hizo y ni piensa dejar que él se quede con todo su dinero y riquezas. Por esta razón, envía a un sicario para que asesine a la pareja de su sobrino y así lo efectúa. Victor, sobrino de Urrego, queda devastado al ver semejante escena y, luego de pensarlo mucho, decide que lo mejor es entregarse a las autoridades. Mientras tanto, Popeye se entera que Ana María ya sabe que fue él quien le quitó la vida a su padre y que está averiguando todo para poder hallarlo culpable.
El paramilitar no está dispuesto a quedarse toda la vida en el penal, así que toma una medida desesperada para vivir en libertad. ‘La Rata’ confiesa en una audiencia que fue él quien atentó contra Janet por una orden de Abel Mahecha para darle una lección. La periodista se enfurece con él, pero finalmente se da cuenta que logró darle más años en su condena al paramilitar. Él no está para nada contento con esas confesiones y decide que no quiere pasar el resto de su vida en una cárcel, así que idea un plan para escaparse del penal y para eso tiene que tomar como rehén a Clemente. Sin embargo, no la tiene nada fácil porque un gran despliegue policial afuera de la cárcel podría impedirle su escape.
Después del fallido intento de escape de Mahecha, las cosas se complican mucho para los reclusos en el penal, pues la Policía implementará la mano fuerte. Mahecha continúa con su intento de fuga de la Cárcel Capital teniendo a Clemente, director del penal, como el rehén que le asegurará su boleto de salida, pero el operativo policial complica su escape. El paramilitar está dispuesto a morir antes de entregarse de nuevo, pero el Fiscal General contacta a Emma, hija de Mahecha, para que lo convenza de detener su plan. En el momento de salir del penal, Mahecha se encuentra de frente con una barricada policiaca y con su hija y, en un momento de descuido, Clemente intenta escapar. El paramilitar asesina a su rehén sangre fría, por lo que las autoridades se ven obligadas a darle de baja para evitar su fuga. Los guerrilleros celebraron la muerte de Mahecha y Galeno asegura que tomará el control del plantel. Mientras tanto, Alias J.J. amenaza a Ana María Solozábal con revelarle a la prensa el supuesto intento de asesinato que la periodista tuvo hacia él. Después de la tragedia ocurrida en las afueras de la prisión, la Policía decide tomar cartas en el asunto y acabar con los beneficios que muchos presos tienen al interior del plantel.
Gracias a las artimañas de su abogado, el capo no solo logra burlarse de la justicia una vez más, sino queda como la víctima del caso. Serrano empieza a hacerse cada vez más adicto a las drogas y poco a poco va perdiendo la compostura en su trabajo, lo que podría poner en riesgo los planes de Alias J.J. Más tarde, el capo le solicita a su abogado parar los negocios ilícitos para que se pueda concentrar de lleno en el juicio del asesinato de Bernardo Solozábal, en el que está siendo acusado. Un mes más tarde, durante la audiencia el abogado intenta persuadir al juez con falsos argumentos para que J.J. sea declarado inocente de ese delito y quede como la víctima del caso, lo que indigna profundamente a Ana María Solozábal, la periodista que aún busca justicia. Después de escuchar los alegatos de ambas partes, el despacho no encuentra pruebas suficientes que relacionen a Alias J.J. con el asesinato de Bernardo Solozábal y el capo es declarado inocente de los cargos que se le imputan. Sin embargo, las cosas se complican para Jhon Jairo en prisión, pues tras los desmanes que han ocurrido en la Cárcel Capital, el gobierno decidió tomar medidas drásticas y, con ayuda de Estados Unidos, implantan un nuevo régimen al interior del plantel, con un nuevo director que se encargará de hacerle la vida imposible a J.J. para hacerle pagar por sus crímenes.
La periodista está dispuesta a mantener a J.J. en la cárcel y empieza la búsqueda exhaustiva por la exmujer del sicario. Ana María se ha puesto en la tarea de hundir a Popeye y que nadie más lo vuelva a considerar una celebridad. Por esta razón recuerda algunas de las entrevistas que le realizó y se encuentra con la confesión de su pasado amoroso. Alias J.J. le confesó que Alexandra desapareció sin dejar rastro, pero que siempre la tuvo en su mente y su corazón, amándola siempre. La periodista encuentra allí el talón de Aquiles del sicario y se propone a encontrarla para poder hundirlo y que no tenga la oportunidad de salir de la cárcel, aunque no la tiene nada fácil.
Los agentes están avanzando en la investigación y ya han encontrado que el abogado de Popeye hace parte de un gran negocio de droga. Las cosas en la cárcel para Popeye están cada vez más críticas, el director lo tiene entre ojos y su abogado está haciéndole perder dinero con su propia mercancía. Sin embargo, no se imagina que las autoridades de Colombia y Estados Unidos están atando cavos para dar con la red de narcotráfico que él mismo maneja. Los agentes ya han encontrado que el abogado, una mujer y un piloto hacen parte de esta gran organización. Mientras tanto, Ana María visita a Alexandra y espera convencerla para que hable de lo que ha hecho J.J. en su vida criminal, pero todo termina resultando muy mal.
Luego del testimonio de Alexandra y las pruebas recopiladas por las autoridades contra Serrano, J.J. se queda sin cómplices y se hunde en la cárcel. La situación de todas las personas que alguna vez ayudaron a Jhon Jairo fuera de la cárcel cada vez es más complicada, y en consecuencia su futuro se nubla aún más pues aunque ha intentado impedir su extradición a los Estados Unidos a como dé lugar, parece que esta vez no tendrá otra salida. El detective Dixon logra dar con el paradero de Alexandra y darle un buen susto que la impulsa a testificar en contra de J.J., confirmando que desde la cárcel manejó una gran red de narcotráfico y tuvo a su disposición a una cantidad de hombres, de los cuales las autoridades tenían conocimiento. Mientras tanto en Miami, los agentes de la DEA y la Fiscalía colombiana logran comprobar los nexos de Serrano con la narcotraficante Alicia, quien es capturada. En un ataque de ira y locura por el consumo de drogas, el abogado de J.J. discute fuertemente con Cindy y decide abandonarlo, pero luego aparece en las oficinas de la Fiscalía, capturada. El ministro de justicia decide visitar a Popeye para ponerlo al tanto de su situación y en ese momento siente que el mundo se le viene abajo, pero hace todos los movimientos posibles con tal de encontrar pronto un nuevo personaje que lo defienda, y así da con una nueva abogada.
Jhon Jairo Velásquez quiere cambiar a toda costa su destino e intenta quitarse la vida en su celda. Llega el día de la audiencia de imputación de cargos contra J.J., acusado por los delitos de tráfico de armas y de drogas, y aunque intenta hacer creer que él es inocente, las pruebas presentadas apuntan a que ya no le queda más salida que acatar la decisión de las autoridades. Su abogada intenta pedir anulación de las pruebas, señalando que se tratan de interceptaciones ilegales que ‘violaron la privacidad’ de su defendido, pero ya nada funciona ante la Fiscalía y la jueza lo declara culpable, perdiendo así todos los beneficios obtenidos en los meses que han pasado desde su presidio, sumándole a su condena veinte años más de reclusión intramural en una cárcel de máxima seguridad en Estados Unidos. J.J queda en shock y aunque busca hacer negocios con Galeno y comprar a un guardia para que lo ayude a escapar, todos le dan la espalda y se da cuenta que la soledad será la que lo acompañe los próximos años de su vida. Ante esta situación, Popeye intenta ahorcarse ya que siempre ha dicho que prefiere una tumba en Colombia que una cárcel en Estados Unidos. Sin embargo, no le funciona y termina tirado en el piso de su celda. Entre tanto, en Miami Serrano le propone un negocio a Edgar, el enviado del ‘Señor de los aires’, de entregarle toda la droga que sería para Alicia a cambio de que le ayude con un operativo para sacar a J.J. de la cárcel y evitar su extradición. Cindy, por su parte acepta trabajar con la DEA como informante y revela lo que sabe sobre el negocio de narcotráfico en México. Por esto, el detective Dixon propone que se le dé un beneficio a J.J. si les ayuda a dar con el paradero de este hombre. No obstante, llega el día de su extradición y él pierde toda esperanza.
Sin planeárselo, el panorama se presta para que las autoridades terminen ofreciéndole beneficios a J.J. a cambio de entregar al ‘Señor de los aires’. El detective Dixon le pide a las autoridades colombianas que permitan que se lleve a cabo el operativo de rescate planeado por Serrano, para así capturar a los hombres que trabajan con ‘El señor de los aires’, pero todo se frustra y los mexicanos terminan por darse cuenta de que son víctimas de una redada, así que cancelan sus planes. J.J. es nuevamente una figura importante para dar con el paradero de este narcotraficante, por lo que le hacen una serie de propuestas para que pague su condena en Colombia, pero él exige libertad incondicional. Finalmente, acepta pagar un año más de cárcel con tal de no ir a los Estados Unidos y se compromete a entregar al ‘Señor de los aires’. El coronel Tello da una conferencia pública, asegurando que por problemas de trámites de documentación se suspendió el traslado de Popeye a Estados Unidos, sin embargo la periodista Ana María poco cree en esta versión.
Jhon Jairo escapa de la cárcel y su primer objetivo es buscar a su exmujer con la intención de reclamarle por haberlo denunciado a las autoridades. El operativo de rescate de J.J. por parte de los hombres del ‘Señor de los aires’ resultó todo un éxito, pues al coronel Tello no le quedó otra salida que retirar la avanzada de la policía para que nadie resultara lastimado. Los mexicanos llevan a Popeye a una finca donde se encuentra con Serrano y conoce a Edgar, quien le explica que ahora tiene una deuda con su patrón por haber sido rescatado. En un ataque de ira y reclamos para Serrano por haber seguido con el negocio a espaldas suyas, además de su ‘traición’ al haberlo dejado en la cárcel luego de su juicio, J.J. le apunta con un arma, pero le perdona la vida. Él sabe que necesita un hombre que lo ayude a moverse fuera de la cárcel, por lo que le pide que busque a Alexandra. Serrano la encuentra y le muestra a Jhon Jairo fotos que comprueban que está trabajando en un hotel de la zona. Sin pensarlo dos veces y con el riesgo de exponerse en público, J.J. llega a ese hotel y la enfrenta para que le diga por qué lo traicionó.
Aprovechando su ‘libertad’, el capo hace nuevas alianzas para volver a traficar drogas dentro y fuera del país, para lo que idea un riesgoso plan. Jhon Jairo comienza a mover sus contactos para encontrar aliados en el negocio que retomará para cumplirle su deuda al ‘Señor de los aires’. Encuentra algunos sujetos dispuestos a seguir sus órdenes, de la mano de Serrano, y aprovechando esa ‘libertad’ que consiguió lejos de la cárcel, se mueve como pez en el agua tanto como para ir a buscar a Alexandra. Ella acepta reunirse con él y J.J. la persuade pidiéndole perdón y reconociendo sus errores. Ella intenta ser fuerte para decirle que no lo ama y que quiere estar lejos de él, a pesar de que Jhon Jairo abre su corazón y le confiesa que nunca ha sentido algo tan fuerte por otra mujer, y no la ha podido olvidar. Al ver que no podrá reconquistar a su mujer, J.J. sigue firme en su negocio y les sugiere a sus hombres que trafiquen droga por medio de un submarino que debe entrar por Buenaventura. Entre tanto, el fiscal general de la Nación le pide al director del Noticiero que censure a Ana María Solozábal, a quien le proponen cambiarla de sección del programa para que ahora se encargue de la farándula, razón por la que ella decide renunciar y continuar su investigación contra J.J. por su cuenta.
Genaro Romero sabe que el abogado le sirve más vivo que muerto, así que le propone convertirse en uno de sus aliados a cambio de una gran traición. Serrano tiene una deuda pendiente con Popeye, todo por consumir su propia mercancía y pagarle a los mexicanos algo que ni siquiera él mismo había pedido hacer. Además, volver al negocio no es nada fácil y el compromiso es cada vez más grande. Alias J.J. descubre que Genaro Romero se ha convertido en el nuevo socio del ‘Señor de los aires’ y ahora quiere despejar su camino para poder volver a hacer negocios con él y cumplir con el trato con las autoridades. Sin embargo, mandar a Serrano a averiguar le resultará muy caro porque una importante propuesta podría cambiar su destino.
El abogado decide traicionar a su socio y amigo por dinero, pero cuando todos creen que J.J. está muerto ocurre algo que cambia el rumbo de la historia. Serrano acepta trabajar con Dangond, el abogado de Genaro, para sacar del camino a J.J. poniendo un maletín bomba en la finca en la que el capo se esconde de sus enemigos. La traición del abogado parece no tener remedio, cuando detona el artefacto y la casa queda totalmente destruida, lo cual llega a conocerse por los medios de comunicación y las autoridades. Entre tanto, Genaro logra salvarse de un intento de homicidio en su contra cuando recibe la buena nueva, y ordena que traten a Serrano como un “príncipe”. Cuando se cree que es el fin de Jhon Jairo Velásquez, el chip en su brazo le revela a las autoridades que aún sigue con vida, pues logró escapar junto a Alirio de aquel atentado. J.J. llega al hotel en el que trabaja Alexandra para que lo ayude a esconderse y le cuenta sobre el trato que hizo con la DEA, el cual asegura que ya no podrá cumplir desde que se cayó el negocio con los mexicanos. Jhon Jairo le propone que se vayan lejos y con un beso vuelven a entregarse a la pasión. Sin embargo, ella insiste en no seguir juntos pero él la obliga a que se escapen y la sube a un vehículo. Cuando llegan a su destino, Serrano está esperándolos con los brazos abiertos, pues todo se trató de una vil trampa que le pusieron a sus enemigos. Mientras tanto, Dixon ordena encontrar a J.J., pero antes da con el paradero de Dangond y los sorprende en plena celebración junto a varias mujeres que contrataron para pasar la noche. Luego recibe una llamada de Popeye, quien le pide extraditar a Romero a cambio de revelarle la información que el agente necesita.
La periodista cuestiona a las autoridades por no poder capturar a Popeye, lanzando fuertes acusaciones que perjudican el trato que tiene con la DEA. Cuando parece que todo toma un orden en la vida de Jhon Jairo, al recuperar el negocio que tenía con los mexicanos para cumplir con su trato de entregar al ‘Señor de los aires’ a las autoridades, Ana María pone en descubierto varios hechos que los medios se han encargado de ocultar por órdenes de altos mandos del país. La periodista pone en entredicho la veracidad de los organismos de justicia y cuestiona el hecho de que J.J. continúe prófugo de la justicia haciendo de las suyas. Cuando el fiscal lee la publicación que hizo Solozábal, le ordena al agente Dixon suspender todo tipo de operación y trato con Popeye. Aunque le cuesta, Dixon le informa a J.J. lo ocurrido y lo pone en alerta para que no vaya a ser capturado nuevamente, así que les tiende una trampa a las autoridades colombianas mientras él regresa a Estados Unidos. J.J. se cansa de la intromisión de Ana María, así que ordena callarla por lo que Serrano le paga a un periodista para que haga falsas denuncias y acusaciones a través de la radio, lo cual llega a oídos de ella, dejándola totalmente vulnerable. Aunque su amigo y colega, Tito, le insiste en que siga adelante no se sabe qué decisión tomará. Más tarde, unos hombres aparecen en su casa y se la llevan silenciosamente.
Las autoridades dan con el paradero de Jhon Jairo y están a punto de darle un golpe contundente, cuando de repente el capo logra escapar de nuevo. Al mando del agente Cifuentes, la Policía llega a la finca en el Caribe colombiano en la que se esconde Jhon Jairo Velásquez, tomándolos por sorpresa con una ráfaga de disparos que deja sin vida a algunos hombres. Le piden a J.J. que se entregue, pero él se niega a hacerlo y por el contrario hace una llamada a Dixon para que lo ayude. Al principio el hombre se niega, diciéndole que está fuera del casi, pero Popeye lo convence gracias a la última conversación que tuvo con los mexicanos en la que se acuerdan reunirse con ‘El señor de los aires’ en Santa Marta. Inmediatamente la DEA hace una llamada a la presidencia de Colombia para que ordenen a las fuerzas armadas detener la operación de recaptura de Jhon Jairo, y lo dejan escapar en una lancha. Entre tanto, el coronel Tello manda a unos hombres para ‘secuestrar’ a Ana María con el objetivo de revelarle que su padre trabajaba para él en la búsqueda de Pablo Escobar, de quien recibió múltiples amenazas de muerte, hasta el punto de llegar a infiltrarse en el negocio del narcotráfico para sacar a la luz nombres, rutas y contactos internacionales del capo, pero un día lo descubrieron y le quitaron la vida. Con esa información y segura de la ejemplar forma de actuar de su padre, la periodista continúa con su investigación, mientras que las autoridades se reúnen para concretar lo que harán con respecto a J.J. una vez logre entregar al narcotraficante mexicano.
Llevado por la ambición, el capo se salta el trato con la DEA y destruye la poca confianza que le quedaba a Alexandra. Ahora es nuevamente un prófugo. Al fin llega el día en que ‘El señor de los aires’ toca suelo colombiano para reunirse personalmente con J.J. Es el momento preciso para llevar a cabo la operación que las autoridades han estado esperando, pero entre el temor y la ambición, Popeye termina aceptando el trato del narcotraficante. Él le propone convertirlo en un hombre ultra millonario, a cambio de que le consiga toda la droga de Latinoamérica para así poder ampliar su negocio. Jhon Jairo no se resiste y termina por decidir que no llamará a la DEA. Alexandra no puede ocultar su indignación y le hace una llamada a Ana María Solozábal que la pone en aviso. Luego de algunas llamadas, la periodista logra transmitir la información y las autoridades se enteran de la operación fallida, pero gracias al chip que le implantaron en el cuello dan con su paradero mientras intentaba huir por el mar. Entre tanto, el panorama tampoco es nada agradable en la selva, pues la guerrilla descubre que Ximena pretendía pasarle una valiosa información a Tito, por lo que el comandante acaba con su vida sin ningún reparo. Lo mismo hace con el periodista, cuando lo encuentra merodeando en la zona.
Cuando parece que Popeye se salió con la suya y puede quedarse con el negocio del narcotráfico en todo el continente, su amigo es llevado a la cárcel. Luego de escapar de las autoridades en un yate, Jhon Jairo y sus secuaces llegan a un hospital donde obliga a un médico a que le quite el chip que descubre que tiene puesto en la nuca. Sin poder decir que no, el hombre acepta y es secuestrado por ellos para utilizarlo en el plan macabro que el capo pretende emprender ahora que es ‘libre’. Entre tanto, la Fiscalía, la DEA y la Policía se reúnen para planear un nuevo plan de recaptura de J.J., para lo cual acuden al coronel Tello, quien acepta y busca a Ana María para que lo ayude en esta operación. En la cárcel la situación es cada vez más compleja entre los presos, y cuando se enteran de que Galeno es una ficha clave para las autoridades, Duván le quita la vida de la manera más escalofriante y sin piedad. El plan de J.J. es convencer al ‘Señor de los aires’ de operarse en Colombia y durante ese proceso dejarlo sin vida para quedarse con el negocio en todo el continente. Sin embargo, cuando esperan un camión con cargamento de cocaína, la Policía logra infiltrarse y llegar a donde se encuentra Serrano, quien termina capturado y trasladado a la cárcel.
Jhon Jairo Velásquez Vásquez cae nuevamente en manos de las autoridades, y esta vez se da cuenta de que está totalmente solo y ya nada podrá salvarlo. Cuando J.J. se entera de que Serrano fue capturado, lo primero que hace es mandarlo a callar para siempre, pero los agentes de la Fiscalía lo persuaden para que revele información, prometiéndole que lo trasladarán a una cárcel en Estados Unidos. El día que Serrano va a rendir su interrogatorio, un hombre le dispara en la Fiscalía dejándolo sin vida, por lo que pierden a un testigo clave en su tarea de recapturar al narco más buscado en Colombia. J.J. logra convencer al ‘Señor de los aires’ de operarse en Colombia, pues quiere cambiarse el rostro para obtener una nueva identidad que le permita moverse libremente en su país, por lo que el capo acomoda todo un consultorio y obliga al médico que secuestró a que lo atienda y lo deje sin vida en medio de la cirugía. Pero cuando están a punto de llevar a cabo su operación, los mexicanos escuchan la noticia en televisión en la que Ana María Solozábal asegura que las autoridades ayudaron a J.J. a escaparse, e inmediatamente asumen que todo es un plan para entregarlos a la DEA. La orden del ‘Señor de los aires’ es asesinar a Jhon Jairo, así que inicia un enfrentamiento con disparos que lo acorralan. J.J. llama a Ana María para darle la ubicación de donde se encuentra con los mexicanos, pero las autoridades llegan demasiado tarde y él es nuevamente recapturado. Al llegar a la cárcel comprende lo solo que ha quedado en el mundo, y que su condena no será suficiente para pagar el daño que ha hecho.