En 1936, coincidiendo con el inicio de la Guerra Civil Española, Sofia, una mujer poderosa, debe abandonar su casa con una de sus criadas, mientras otra que se quedará vigilándola hasta que vuelva. En 1880 empieza la verdadera historia. Teresa trabaja con su madre en una pescadería del Mercado de la Boqueria. Uno de los clientes es el señor Rovira, un hombre de edad avanzada con una buena posición social y enamorado de Teresa. Aparece también Miquel, un joven farolero con quien Teresa mantiene una relación amorosa.
La nueva vida de Teresa junto a Nicolau. Aparece en escena el matrimonio Bergadà, Joaquim y Eulàlia, así como Salvador, un amigo en común y soltero empedernido que, pronto, dejará a Teresa impresionada. Los dos amigos marchan a Viena por negocios y, allí, Salvador inicia una relación con Bàrbara, una violinista, con quien termina viviendo un amor sincero. Bàrbara muere y Salvador termina sumido por primera vez en su vida en un profundo dolor. Paralelamente, Nicolau muere y, poco antes, le pide a Teresa que vuelva a casarse. Salvador regresa a Barcelona y se encuentra con Teresa de forma casual, iniciando una relación que con el tiempo se vuelve más intensa. Teresa recibe la visita de su tía Adela, la tutora de Jesús, su vida se apaga y Teresa empieza a interesarse por su hijo, mientras Salvador comienza a interesarse por ella. Teresa tiene cierto recelo por su discreta criada, Felícia. Salvador está todavía muy afectado por lo ocurrido en Viena, pero los hechos se precipitan y, ante un nuevo encuentro entre Teresa y Salvador, la pareja se decide: habrá boda. Salvador pretende instalarse en París, pero Teresa tiene sus planes y logra convencerle para comprar una casa en Barcelona. A través del notario Amadeu Riera, Teresa recibe el regalo de sus sueños: la casa en Sant Gervasi.
En compañía del notario, Teresa y Salvador toman posesión de su nueva casa. Allí, Riera sorprende a la pareja haciendo el amor y algo se enciende dentro de él. Pasa el tiempo y nace Sofía, la hija de Salvador y Teresa. El trato con su madre es difícil. Se aprecia un cierto distanciamiento entre la pareja y, paralelamente, se manifiesta una buena relación entre Teresa y el notario Riera, que no pasa desapercibida por el servicio de la casa. Años después, Teresa es plenamente consciente de que no controla completamente a Salvador y que el fantasma de Bàrbara sigue presente en su marido, incluyendo a Eulàlia i Joaquim en su resentimiento, ya que se encontraba con él cuando su afer con Bàrbara. Teresa se vengará, con la ayuda de Riera, evitando que Salvador se venda una de sus fincas.
Ha pasado el tiempo y Sofia ha crecido. La chica se entiende muy bien con su padre, pero ha desarrollado un sentimiento muy diferente hacia su madre. Queda claro que la relación que mantienen Teresa y el notario se ha transformado en algo más que una amistad, a pesar de su boda con Constància, mientras su relación con Salvador se vuelve fría y distante.
Después de la muerte de Salvador, su hija Sofia decide comunicarle a Eladi, su prometido, que deberán llevar duelo riguroso durante dos años, antes de poder casarse. Eladi, a pesar de no compartir el criterio de Sofia, lo acepta. Teresa avisa a su hija del peligro que este aplazamiento puede suponer para su relación. Como Salvador le avanzó a Sofia, esta se convierte en la heredera universal de su fortuna, si bien Teresa, por su parte, hereda la casa familiar, algo que no termina de gustarle a Sofia.
Sofia, tras una tempestuosa noche de bodas, parece maldecir su suerte, aunque pronto se da cuenta de que debe resolver un problema. Paralelamente, Pilar se compadece de su situación ya que, aunque Eladi le envía dinero de forma regular, sus visitas son cada vez menos frecuentes, hasta que el adiós se hace inevitable. Poco después, Sofia anuncia que está embarazada.
Años después, los niños, Ramon y Maria, tienen 3 y 4 años. Sofia se siente incómoda por la presencia de la pequeña Maria, mientras su madre le recrimina su fracaso y Sofia le deja claro a Armanda el desprecio que sigue sintiendo por su madre. De forma inesperada para Eladi, Sofia consigue seducirle de nuevo y se vuelve a quedar embarazada, esperando dar a luz a una niña que pueda "sustituir" a Maria. No obstante, nace un niño, Jaume, celebrando Armanda que nadie pueda hacerle sombra a la pequeña Maria.
Con la muerte del pequeño Jaume y muy afectada, Teresa decide llamar al notario Riera una última vez, cuando hace muchos años que no se ven. Ella ha envejecido con la desaparición del niño y ha tomado la decisión de hacer testamento. Incapaz de creer que Maria y Ramon sean unos asesinos, aunque Armanda se lo había advertido, rompe la promesa que le hizo a Sofia, de quien se siente muy alejada, y decide dejarle la casa a Maria.
Pasan unos cuantos años y la señorita Rosa, secretamente enamorada de Eladi, que se acuesta con todas las criadas menos con ella, encuentra un recorte de prensa antigua que, con maliciosas intenciones, decide enseñar a Teresa. En el recorte aparece una artista de 'music hall' que se parece extraordinariamente a Maria. Teresa decide quitarle importancia y se queda con el recorte, preguntándole a Eladi si la mujer de la foto es quien ella supone.
Eladi se queda muy preocupado. Aunque ya de pequeños Maria y Ramon creían que no eran hermanos de sangre cuando Jaume la llamó "recogida", habiendo crecido confían más en esta teoría y ven comprensible haber resbalado en caminos peligrosos. Eladi no cree que los chicos hayan podido llegar muy lejos, afirmando que la señorita Rosa ha exagerado las cosas, pero decide que, a su regreso de las vacaciones, hablará con ellos.
Eladi, consciente de que entre los chicos han pasado más cosas de las que él mismo quiere admitir, y sintiéndose culpable, piensa que Ramon ha hecho bien yéndose, comunicándole su decisión a Sofia. Poco después, decide visitar al notario Riera para pedirle que localice al chico y le haga llegar dinero de forma periódica, sin que él sepa de donde viene, pensando que, cuando pase el disgusto por Maria, la situación quedará controlada.
Teresa recibe nuevamente la visita de Jesús para decirle que su padre, el primer gran amor de Teresa, acaba de fallecer. Más tarde, Armanda prepara a Teresa para ir a dormir, quien solo soporta las atenciones de Armanda, algo que a Sofia le resulta muy conveniente, pudiendo eludir así una responsabilidad que no desea. Esta vez, cuando Teresa se queda sola, sufre un infarto y muere.
El verano de 1936, en plena guerra, Jesús Masdeu convence a Armanda para que se vaya a vivir fuera de la casa, consejo que ella acepta. Pasan los años y termina la guerra y el notario Riera, muy envejecido, recibe una carta de Sofia en la que le cuenta que en Francia se ha vuelto a casar, siguiendo el ejemplo de su padrina Eulalia, y que tiene pensado volver a Barcelona unos días para derruir la casa y, en su lugar, construir un bloque de pisos.