Eladi se queda muy preocupado. Aunque ya de pequeños Maria y Ramon creían que no eran hermanos de sangre cuando Jaume la llamó "recogida", habiendo crecido confían más en esta teoría y ven comprensible haber resbalado en caminos peligrosos. Eladi no cree que los chicos hayan podido llegar muy lejos, afirmando que la señorita Rosa ha exagerado las cosas, pero decide que, a su regreso de las vacaciones, hablará con ellos.