El verano de 1936, en plena guerra, Jesús Masdeu convence a Armanda para que se vaya a vivir fuera de la casa, consejo que ella acepta. Pasan los años y termina la guerra y el notario Riera, muy envejecido, recibe una carta de Sofia en la que le cuenta que en Francia se ha vuelto a casar, siguiendo el ejemplo de su padrina Eulalia, y que tiene pensado volver a Barcelona unos días para derruir la casa y, en su lugar, construir un bloque de pisos.