La apacible y acomodada vida de Macarena se va al garete tras ser acusada por cuatro delitos fiscales. Ha sido condenada a 7 años de cárcel, pero cree que cambiando de abogado todo se solucionará y estará libertad antes de que se le acaben sus 40 pastillas de jalea Real. Ni sus padres saben que acaba de ingresar en la cárcel y ha preferido decirles que se iba a navegar durante un mes en un velero.
Macarena descubre que está embarazada e intenta hacer todo lo posible por abortar. El inspector Castillo, Miranda y Fabio coaccionan a Rizos para que Macarena confiese dónde está el dinero. Y Leopoldo y Román intentarán seguir las pistas de la tarjeta sim para ir en busca del botín de Yolanda. Zulema tiene muy claro cómo fugarse, pero para ello necesita mucho dinero. Piensa que Macarena tiene los nueve millones de Yolanda y no duda en hacer un trato con la novata: Ella se queda ocho millones y Macarena con uno para pagar su fianza.
Tras el tiroteo con El Egipcio, Macarena huye despavorida hasta que le da el alto la Guardia Civil. En el informativo, las reclusas ven que El Egipcio ha logrado huir y que no hay rastro del dinero. A ojos de ellas, el botín está en sus manos. Por otro lado, Zulema está preocupada porque lleva cuatro año sin ver a su chico. Se siente mayor y tras el incidente en el bosque no sabe nada de él. Además, Antonia se entera de que Saray se va a casar y corre a decírselo a la propia interesada.
En señal de amistad, Zulema le “presta” su criada a Macarena durante una semana. Ferreiro alucina y en principio la rechaza pero la joven le suplica que acepte “el regalo” para evitar que Zulema la muela a palos. Al final, parece que Saray ha aceptado casarse para evitar que a su familia la echen del poblado. El que debería ser el día más feliz de su vida tiene visos de convertirse en una auténtica pesadilla y no solo porque sea lesbiana y no esté enamorada de su futuro marido. Saray no es virgen y teme que cuando vengan a hacerle la prueba del pañuelo todo se vaya al traste. La directora está convencida de que a Tere le han estado vendiendo heroína y que la responsable es Anabel, aunque no lo pueden probar porque siempre se sirve de otras presas para recibir la mercancía. A partir de ahora la alerta es máxima, nada entrará en Cruz del Sur sin que los funcionarios se enteren. Macarena recibe la visita de sus padres y les confiesa que van a ser abuelos. Aunque ella intenta aparentar normalidad, a Leopoldo y Encarna no les encaja nada de lo que les está contando su hija, Y por si la situación no fuera lo suficientemente complicada y difícil de entender para sus padres, Rizos se planta en su mesa, y con su particular verborrea comienza a contarles toda su historia con Macarena. Pese a que Macarena intentó recular, Anabel ya le ha conseguido la píldora abortiva y exige que le pague de inmediato, parece que a la dulce proxeneta se le ha agotado la paciencia con su compañera de celda y volverá a utilizar a Macarena de correo para sus trapicheos. No es el mejor momento para jugársela teniendo en cuenta que los funcionarios están alerta para saber quién y cómo introduce la droga en el penal.
Rizos le pregunta a Maca por su apelación, pero Simón sigue en paradero desconocido y ella no tiene ni una sola prueba de que tuvieran una relación, pero Rizos le hace caer que ahora sí que la tiene: su hijo. Ya han hecho las paces. Maca y Rizos no soportan estar enfadadas la una con la otra. Maca ha estado a punto de que le mutilaran los pezones, ha tenido que ceder ante Sandoval y piensa que dejarse querer por Rizos es lo mejor que le puede pasar para terminar el día. ¿Será una buena idea? Sin embargo, es el propio doctor de la prisión el que tiene que autorizar las pruebas médicas para saber el ADN del bebé y teniendo en cuenta lo que le gusta a Sandoval tener la sartén por el mago no va a ser fácil conseguir esa prueba. Zulema está convencida de que le quedan pocas horas en la cárcel, parece que su plan de fuga está listo. Su abogado ha pedido cambiar su declaración, lo que supone una vista en la audiencia. El Inspector Castillo cree que la presa árabe aprovechará su traslado al Juzgado para fugarse. Todos están alerta ante el riesgo de fuga. Maca habla con su padre y le confiesa que en el bosque se encontró con el novio de Zulema y éste le dio un mensaje para la presa. Leopoldo y Román se afanan para averiguar qué hay detrás del mensaje. Ahí está la clave de todo el plan que trama la pareja. Desde el tiroteo en el bosque y el episodio que vivieron juntos, Fabio ha cambiado su opinión sobre Macarena. La ve con otros ojos y no puede evitar sentirse extremadamente atraído por ella. Tanto que no le importa ni estar casado ni que le puedan ver las cámaras de seguridad. Encarna, la madre de Macarena no sabe que El Egipcio les robó el dinero que le prestaron sus familiares en el pueblo. No le gusta cómo está actuando su marido y le da un ultimátum: Si no está con el dinero para la reunión con el abogado primero llamará a la Policía y después pedirá el divorcio.
Leopoldo y Román ya tienen al Egipcio, pero las cosas se complican para padre e hijo cuando Leopoldo comienza a sentirse mal. Parece que le está dando un ataque al corazón. Deben ir a un hospital, pero no pueden acudir con un árabe maniatado gritando en el maletero de su coche. Leopoldo le pide a su hijo que le deje inconsciente pero El Egipcio es mucho más rápido que ellos y en cuanto, Román abre el maletero el sicario salta como un resorte. Macarena está hecha un ecce homo después de la paliza que le dieron algunas presas en revancha por acusar a Sandoval. Rizos intenta animarla invitándola a ver “Pretty Woman”, la película preferida de las presas de Cruz del Sur y que emiten esa misma noche. Sin embargo, un altercado con Saray, que le reprocha que continúe tonteando con Rizos, dan con sus planes al traste. La gitana, totalmente encorelizada, amaga con golpear con una silla a Maca, ésta intenta defenderse con otra, con tal mala suerte que golpea el televisor y cae al suelo. Saray y Maca son castigadas y se suspende la sesión de cine prevista para esa noche. Una vez más, Maca, tendrá a todas las reclusas en su contra. Pero esta vez, Ferreiro no se va a quedar de brazos cruzadas e intentarán que sus compañeras la respeten de una vez por todas. Zulema ya está en el hospital, preocupada, porque su plan no ha salido como ella quería y no tiene noticias de Hanbal. Castillo y sus hombres tienen prácticamente la seguridad de que ella mismo ha provocado todo esto para escapar y está extremamente vigilada, sin embargo, hará todo lo posible para contactar con su novio.
Tras la brutal paliza que recibió a manos de Antonia y el resto de presas, Macarena vuelve a su celda con sus compañeras. Tiene dos costillas fisuradas, un traumatismo abdominal y contusiones por todo el cuerpo pero afortunadamente, no le ha pasado nada al bebé. La tranquilidad le dura, lo que tarda Zulema en aparecer por la celda. Ésta sabe que Leopoldo tiene a su novio y no duda en tomar a Maca como rehén para llegar a un acuerdo con la familia Ferreiro: Si quiere que suelte a su hija tendrá que soltar a El Egipcio. Si no lo hacen, en una hora Macarena sufrirá un dolorosísimo aborto y si acepta El Egipcio acabará con ellos tarde o temprano. Leopoldo está entre la espada y la pared, pero ha llegado un punto en que no está dispuesto a ceder. Zulema lo tiene todo estudiado para preparar un motín. Tiene a Macarena para negociar con Leopoldo y a Palacios para negociar con la directora. Mientras, Miranda, ajena a todo lo que se está preparando en el penal, quiere que los funcionarios comiencen a utilizar un vocabulario correcto y evitar términos discriminatorios y malsonantes con las presas. En mitad de la reunión, suena por megafonía la voz de una presa a todo volumen. El espectáculo acaba de comenzar en Cruz del Sur, la “guerra” está preparada.
Pasada la tormenta, parece que todo ha vuelto a su cauce. Castillo interroga ahora a Leopoldo para que comience a explicarle todo lo que sabe desde el principio. Su garaje ha quedado calcinado y allí no había ni rastro del cuerpo de El Egipcio ni ninguna huella qué sacar. Lo único que tiene Castillo en su contra es que recibió unos mensajes multimedia desde el móvil de Palacios y que el envío se produjo desde Cruz del Sur. El inspector estaba convencido de que Leopoldo había matado a El Egipcio pero unas imágenes de una cámara de seguridad de ese mismo día, tumban la hipótesis de Castillo. Eso sí, los problemas se multiplican para Leopoldo. Hambal no está solo, le acompaña su tío, Karim Hamadi, El Sirio, un sicario de las mismas características o peores que El Egipcio, a quien no le temblaría el pulso si quisiera acabar con los Ferreiro. En su desesperación, con su vida a punto de irse al traste y tras declarar ante el inspector Castillo, Román decide regresar a la loma donde secuestraron al novio de Zulema. Allí continúa su coche. Román registra todo hasta dar con los fajos de billetes. Una vez encontrado el botín, el hermano de Macarena arranca el coche y pone rumbo al garaje de Leopoldo. Tras el secuestro y su posterior aborto, Macarena está hundida, y Sandoval intenta consolarla y transmitirle cariño, pero después de todo lo que ha pasado, la joven no soporta que ahora quiera ser su amigo. Maca está totalmente rebelada, el odio le recorre todo el cuerpo y la ira le hace que responda con un tremendo bofetón al médico, algo que éste no soporta y le pasará factura en un futuro no muy lejano. Mientras, Macarena intenta recomponer su vida de nuevo. Su objetivo ahora es ver a Zulema –recluida en aislamiento-. Nadie entiende a qué se debe este repentino interés de reencontrarse con quien ha estado a punto de acabar con su vida. Sandoval cree que se trata de un brote psicótico debido a su shock post traumático.
El asesinato de Lucía ha sido un mazazo para la familia Ferreiro. Román está lleno de ira y solo piensa en venganza. Por su parte, el abogado de Zulema contacta con Leopoldo para negociar con ellos. Les dejará vivir en paz si les entrega el dinero. ¿Pero por qué en esta ocasión Zulema ha enviado a su abogado en lugar de a su novio? Tras diez días en aislamiento, Zulema pide ver a la directora. Parece arrepentida y que ha dado la batalla por perdida. Miranda no termina de creerse los argumentos de la presa. Sabe que no es de fiar y que en cualquier momento puede jugársela. Arrepentida o no, lo cierto es que Zulema no pasa por su mejor momento en Cruz del Sur. Saray no le perdona que la engañara para secuestrar a Macarena y que le provocara el aborto. Mientras, Maca está dispuesta a vengar la muerte de su sobrina. Tras el vis a vis con Román en el que le ha contado lo ocurrido. Ferreiro no duda en ir a por Zulema. Prepara una soga con jirones de sábanas y acude a los baños dispuesta a ahorcarla. Rizos intenta detenerla pero Maca está descontrolada y nadie la puede parar. Macarena no sabe que matando a Zulema va a perder una gran oportunidad. Tras su aborto, la directora y Sandoval han gestionado la petición de análisis de ADN fetal y se ha demostrado que Simón era el padre del hijo de Maca. Ahora podrá demostrar que Simón mintió en el juicio y es probable que Macarena sea puesta en libertad. Carolina está preocupada. Fabio no ha pasado por casa en toda la noche y llama a Palacios por si él sabe dónde está su marido. Fabio no tenía turno de noche, pero su coche continúa en el parking de la prisión. En el control de acceso no figura que haya salido de Cruz del Sur y el último que le vio fue Valbuena, unos minutos antes de que se produjera un breve apagón. Es como si se le hubiese tragado la tierra.
Macarena no se puede creer lo que ha pasado: tenía un pie fuera de la cárcel... pero Zulema la encontró en el peor momento y la obligó a faltar a su cita con el juez, viéndose envuelta en la fuga que la árabe llevaba meses preparando. Y sí, Macarena está fuera de la cárcel, pero como fugitiva de la justicia y sin que Zulema y Saray le quiten el ojo de encima. Está más atrapada que nunca. Solo tiene dos opciones: formar parte del plan o intentar escapar. Zulema tiene un plan para poder salir del radar de la Policía rápidamente con la ayuda que ha comprado: ropa de incógnito, documentación, transporte... ahora sólo queda esperar que todo salga bien. Una nueva vida se abre ante ella: fuera de la cárcel, con dinero... y sin el Egipcio a su lado, que murió a manos de Leopoldo y Ferrán Ferreiro después de que ella les dijera cómo encontrarle. Mientras Castillo y la Policía establecen un dispositivo para encontrarlas, en Cruz del Sur la situación es muy complicada para Miranda, la Directora. Las presiones sobre ella y los reproches por haber sido muy blanda con las presas son tremendas; las cosas van a tener que cambiar en el penal. Para empezar, nombrará un nuevo Jefe de Seguridad, implacable y con ideas nuevas para lidiar con las presas. Por su parte, la familia Ferreiro no entiende por qué Macarena ha faltado a su cita con el juez, no tiene sentido. Pero ése no es su único problema: Román no aguanta la presión y confiesa: Le cuenta a su madre que Leopoldo y él mataron al Egipcio. Y algo así, lejos de ser la solución a sus problemas, solo será el desencadenante de muchos otros.
Las presas fugadas vuelven a Cruz del Sur. Pero allí las cosas han cambiado: con la llegada de una nueva Gobernanta, el nombramiento de centinelas y Valbuena muy crecido con su nueva responsabilidad, las condiciones son mucho peores para las presas. Y ellas saben que Macarena, Saray y Zulema tienen la culpa de que esto sea así. También se reincorpora Fabio tras su baja, sin ninguna intención de hacer las paces con Sandoval, que tiene importantes noticias para todos. Además, una nueva presa llega a la prisión, jovencita, inocente e inexperta, todas la llamarán Bambi. Macarena se reencuentra con Rizos, con la duda de si fue ella la culpable de que Zulema la obligara a fugarse, manchándola a propósito en el último momento antes de ir a ver al juez. Pero Rizos tiene la cabeza en otro sitio: Valbuena la violó y la humilló y ella no ha querido contárselo a nadie. Zulema sabe que Karim, un peligroso delincuente internacional, busca venganza por la muerte de su sobrino, el Egipcio. Ella está en el punto de mira, igual que la familia Ferreiro. Además, Zulema no va a permitir que Macarena viva sin sufrir las consecuencias de haber facilitado que las detuvieran. Maca mientras confía en el pacto que hizo con Fabio para demostrar que, si ella mató a aquella presa en la huida, fue en defensa propia.
En Cruz del Sur las fuertes medidas contra el trapicheo de drogas empiezan a tener consecuencias para las presas. Mientras, las compañeras de Macarena han preparado un regalo sorpresa para ella por su cumpleaños. Anabel se ha fijado en Bambi; a la novata no le espera nada bueno. Rizos, por su parte, harta del trato vejatorio al que le tiene sometida Valbuena, ha tomado una decisión. Macarena recibe la visita de su padre. Él le confiesa que mataron a El Egipcio, ante la sorpresa de ella, que jamás esperaba algo así de su familia. Les dice que Karim va tras ellos, que tienen que huir... Leopoldo le cuenta que ya ha venido a por ellos y que mató al compañero de Castillo. El inspector, sobrepasado por el caso, es puesto en duda por sus superiores. Zulema y Macarena tienen que declarar ante el juez por su fuga, la muerte de Cásper a manos de Zulema y la muerte de la compañera de fuga a manos de Macarena. Dependen la una de la otra, pueden exculparse mutuamente o alargar su estancia en prisión durante muchos más años. ¿Mentirán o dirán la verdad? Macarena confía en la promesa que le hizo Fabio.
Un grupo de presas de Cruz del Sur son trasladadas a la nueva penitenciaría de Cruz del Norte, con su propio status quo, liderado por un grupo de presas chinas. Altagracia, la funcionaria jefa de Cruz del Norte, les dejará las normas bien claras a las nuevas reclusas, para que el módulo 3 no se convierta en una olla a presión.
El intento de asesinato de Macarena pasa factura a toda la cárcel, iniciando una escalada de tensión entre las presas. Zulema se convierte en el principal objetivo de Akame y la Triada. Altagracia descubre que Unai escondía muchos secretos. La tensión con las chinas salpica a Anabel, que tiene que asumir “por las malas” que su negocio de drogas en Cruz del Norte no tiene futuro si no pasa por Akame.
Zulema, acompañada de Saray, ha encontrado el negocio de contrabando perfecto y no va a permitir que nadie le estropee el plan. Anabel quiere llevarse su parte pero… los enemigos se le acumulan en la puerta. Mercedes se ve envuelta en una trama de la Triada Tao y encuentra apoyo en Zulema para solventar la situación.
La muerte de Anabel apunta a Sole como culpable y a este ambiente gris se suma el secuestro de la hija de Mercedes. Todas las pruebas del asesinato de Anabel apuntan a Sole y ella, cansada de luchar, se declara culpable. A pesar de las dudas iniciales Nerea accede a tener un vis a vis con Rizos. Su historia de amor es cada vez más intensa pero la estabilidad de la relación se verá afectada por una inesperada noticia.
Todos saben que Mercedes delató a Zulema y una chivata en la cárcel no dura mucho. Aun así, tiene que seguir colaborando con Castillo para que el plan de las chinas salga según lo previsto. Empieza la cuenta atrás. Mientras, la cofradía del Cristo de la Buena Muerte va a escoger a una presa para ser indultada. Toda la cárcel está revolucionada.
El clan chino liderado por Akame y con Mercedes como rehén, consiguen escapar de la cárcel, camino de perpetrar su plan perfecto de huida y robo del contenedor de dinero de la triada Tao. Entre tanto, Zulema y Altagracia continúan su alianza hacia la libertad y venganza provocando un motín en Cruz del Norte donde Tere, Sole y Rizos toman el control de la situación. Los acontecimientos se irán sucediendo de manera incesante hasta llevarnos a un final de temporada trepidante.
Altagracia, Saray y Zulema, volverán a ingresar en Cruz del Norte una vez fracasados sus planes de libertad. En su traslado Zulema protagonizará un importante percance en un nuevo intento de fuga que dejará en evidencia al policía encargado de su custodia, a pesar de las recomendaciones del Inspector Castillo. En Cruz del Norte, Sandoval, nuevo director de la penitenciaría, esperará la llegada de las reclusas huidas en medio de un régimen de terror que será implacable ante las desobediencias. Dentro de la cárcel Mercedes, dejando atrás su inocencia y fragilidad, heredará el negocio de las drogas tras la muerte de Anabel, dispuesta a todo por el bienestar de su hija.
Altagracia es odiada por los funcionarios de Cruz del Norte y por las reclusas. Sabe que no va a durar mucho dentro de la cárcel si no consigue escapar antes de que la maten. Zulema regresa a Cruz del Norte, ahora enfrentada ahora a Saray, y con la incorporación de Hierro como nuevo funcionario. Mientras, Rizos toma una decisión que puede exponerla a las represalias de Sandoval tras lo sucedido con Mercedes.
Sandoval está rabioso por la fuga de Altagracia. Sabe que Zulema conoce su paradero y trata de sonsacarle la información, pero Zulema no está dispuesta a contar nada. Sandoval impone unas normas extremadamente rígidas e injustas entre las presas hasta que Zulema se decida a hablar. La vida en prisión se convierte en un infierno a partir de entonces, generando una tensión creciente entre Zulema y el resto de presas.
Sandoval ha hecho trasladar de prisión a Fátima, la hija de Zulema para presionarla. Sin embargo, ésta no está dispuesta a doblegarse ante Sandoval. Pero su instinto maternal comienza a despertarse cuando Fátima se convierta en objetivo de Goya. Por su parte, Altagracia tiene otro plan para sacar a Zulema de Cruz del Norte. Un plan que pondrá en jaque a toda Cruz del Norte.
Saray toma la decisión más difícil de su vida respecto a su hija. Palacios organiza un coro en la cárcel que tiene previsto visitar una residencia de ancianos para su primera actuación. Sin embargo, algunas presas tienen otros planes en esta salida de Cruz del Norte. Fátima recurre a Sandoval para sentirse protegida tras la agresión sufrida por Goya, lo que puede llevarla a enfrentarse a todas las presas. Mientras, Zulema es llevada ante la Señora Cruz que trata de negociar con ella la paz en la cárcel a cambio de privilegios, pero Zulema no es de las que ceden. Una antigua presa vuelve a ingresar en Cruz del Norte.
El estado de Sole empeora día a día y Sandoval comienza a preparar su traslado a otro centro donde puedan cuidarla como se debe. Fátima se aprovecha del trato de favor de Sandoval para vengarse de las otras presas. Zulema trata de advertir a Fátima sobre Sandoval, pero Fátima no quiere consejos de nadie y menos de ella. Tere se reencuentra con Piti, su antiguo novio, en el entierro de su padre. Hierro también trata de interceder sin éxito por Fátima ante Sandoval. La Señora Cruz y Sandoval juegan su última baza con Zulema para encontrar a Altagracia.
Macarena despierta del coma y Castillo se reúne con ella para volver a llevarla a Cruz del Norte. En un registro, los funcionarios encuentran las pastillas que Sole guardaba para suicidarse antes de perder la cabeza y tiene que pedir a sus amigas el favor más grande de su vida. Tras la agresión sufrida, Fátima va a ser trasladada de prisión, pero antes de irse deja una carta para Zulema. Sin embargo, Sandoval tiene otros planes. Macarena entra en la cárcel para encontrarse una fiesta de bienvenida, a Rizos en aislamiento y a Zulema jurando vengarse de Sandoval. El intento de traslado de Sole provoca un motín difícil de controlar por los funcionarios.
Las presas controlan la cárcel tras el motín por el intento de Sandoval de trasladar a Sole fuera de Cruz del Norte. Toman como rehenes a los funcionarios de la prisión, entre los que se encuentran Palacios o Millán. Mientras Sandoval trata de huir ya que sabe que Zulema va tras sus pasos y quiere acabar con su vida. Maca por su parte va a buscar a Rizos, encerrada en aislamiento. En el exterior las fuerzas del orden empiezan a preparar el asalto a la cárcel, decisión que no comparte Castillo, pero la presencia de la Sra. Cruz dentro de Cruz del Norte dificulta llevar a cabo este plan.