En 1819, el general Simón Bolívar dirige a un ejército improvisado bajo condiciones adversas. Los recuerdos revelan el día de su boda y su infancia privilegiada.
Simón y su nuevo tutor se entienden por la forma de pensar. Carlos usa a la esclava Matea como pieza de negociación para ser el titular de la propiedad familiar.
Después de perder a sus alumnos y suscitar sospechas, Rodríguez se da cuenta de que debe huir. Los otros miembros de la causa intentan atracar el cuartel.
Joaquín descubre cuál será su suerte. Simón aprende sobre el negocio familiar de producción de cacao y hace una apuesta estratégica en un juego de cartas.
Simón comienza su capacitación en la academia militar y conoce a sus profesores, mientras que el resto de su familia se da cuenta de sus límites sin un título español.
María Antonia y Matea dan a luz, pero hay complicaciones en uno de los partos. Simón descubre a Lorenzo de Ulloa en una mentira, y conoce a la reina de España.
Simón le revela al padre de María Teresa sus intenciones con su hija. Lorenzo perjudica la reputación del marqués, y Simón lo reta a un combate a espada.
Simón decide seguir a María Teresa a La Sierra, pero, cuando Delfina cuenta mentiras para que lo arresten por herir a Lorenzo, debe evadir a la policía.
A pesar de la reticencia de Bernardo, Simón y María Teresa se casan y se dirigen a Venezuela. En el barco, conocen al nuevo oidor de la Real Audiencia de Caracas.
Al llegar a Venezuela, Simón descubre la desastrosa administración de las haciendas, y él y su hermana se ven obligados a pedirle un préstamo al nuevo oidor.
Simón viaja primero a Madrid y, después, a París, donde se topa con su antiguo tutor, Rodríguez. Carlos se entera del romance de María Antonia y Felipe.
María Antonia se ve obligada a despedirse. Manuelita recibe autorización para dejar el convento. Simón se da cuenta de su verdadera vocación y vuelve a casa.
Simón le pide al general Miranda que dirija a un ejército. María Antonia debe decidir si quiere escaparse con Felipe. Manuelita se muda con su tío sacerdote.
Simón forma la Sociedad Patriótica para enseñarle a la Junta las demandas de la población de independencia. Manuelita se entera de las historias de los ejecutados.
Tras la victoria en Valencia, Simón y el general Miranda no están de acuerdo con el siguiente paso. Llegan malas noticias del extranjero. Dionisio regresa.
Los españoles confiscan los bienes de Simón, quien llega pobre a Cartagena y se une al ejército de la Nueva Granada. Un soldado realista intenta seducir a Manuelita.
Decidido a regresar a Venezuela y enfrentar al general Monteverde, Simón dirige a su ejército en un camino sangriento hacia Caracas. Le encuentran un marido a Manuelita.
Simón envía a Dionisio y al sargento D'Elhuyar al campamento de Monteverde para proponer un intercambio de prisioneros. Manuelita se reúne con el pintor Rafael Morán.
Cuando un coronel de Cartagena se rehúsa a darle armas, Simón dimite y viaja a Jamaica. Manuelita elabora un plan para liberar a un importante prisionero de guerra.
El general Morillo se entera de que Simón está en Jamaica y le pone un precio a su cabeza. Manuelita recibe una visita inesperada de Fausto, el realista que la sedujo.
Al cruzar el llano, los soldados desertan, y el general Santander comienza a dudar de las decisiones de Simón. Justo antes de la boda, Manuelita se acobarda.
Simón aguarda ansiosamente el regreso de Santander con más reclutas. El padre de Felisa espía a los hombres de Simón mientras hablan sobre la nueva ruta que tomarán.
El doctor Thorne intenta controlar a Manuelita y se mete en problemas con un prestamista. El ejército de Simón sufre pérdidas al atravesar las montañas.
Felisa y su padre se ven cara a cara en lados opuestos del campo de batalla. Manuelita y Rosita asisten a la fiesta del general de la Mar para obtener información.
Simón planea que sus soldados pasen desapercibidos por el ejército español durante la noche. Secuestran a Pepita y José. Manuelita escucha un rumor acerca de su marido.
Los soldados de Simón combaten la última batalla que se interpone en su camino para tomar Santafé de Bogotá. Manuelita obliga a su marido a revelar lo que oculta.
Simón regresa a Venezuela, donde recibe un mensaje del general español Morillo. Manuelita intenta persuadir a su hermano José María de que cambie de bando.
En Quito, Manuelita atiende a los soldados heridos mientras esconde a sus padres. En la bienvenida triunfal de Simón, ella le tira un ramo para que la mire.
En una fiesta, vuelan chispas cuando Manuelita y Simón se conocen. El doctor Thorne llega de sorpresa. Santander lee noticias alarmantes sobre un préstamo urgente.
Santander debe doblegar las leyes para poder financiar al ejército y ayudar a un veterano. El doctor Thorne organiza un evento para dejar claro quién es Manuelita.
Aumenta la tensión en la comida del doctor Thorne. Un abogado defiende a Humberto ante la corte. Una comadrona le da su opinión profesional a Manuelita.
Para visitar secretamente a Simón en Guayaquil, Manuelita le dice al doctor Thorne que irá a Lima. Cuando falla el plan de las monedas falsas, Santander dicta un decreto.
El general San Martín toma una decisión. El doctor Thorne encuentra la casa en donde se hospeda Simón y espía lo que pasa ahí. La gente se resiste a obedecer el decreto.
El presidente del Perú se entera del tamaño del ejército de Bolívar y cambia de lado. Simón se da cuenta de que tiene que formar su ejército sin la ayuda del Congreso.
Simón vuelve a Bogotá. La hermana de Elsa y su marido urden un plan para deshacerse de Manuelita permanentemente, para que Elsa sea la esposa del doctor Thorne.
Simón se topa con Humberto, quien ahora trabaja como prisionero, y se reúne con su hermana María Antonia, que le cuenta sobre la grave situación en Venezuela.
Simón se reúne con el general Páez y, después, se entera de la traición de Bustamante. Berta y Saldarriaga intentan obtener pruebas de la antigua profesión de Gervasio.
De vuelta en Bogotá, Simón se reúne con Manuelita, quien le da una misión secreta a Marcela, su costurera. Julio hace que Berta sea una prisionera en su propia casa.
En la fiesta para el cónsul inglés, Simón y Manuelita se roban la atención de todos. Con un poco de ayuda, Berta se escapa a la iglesia, donde es testigo de un asesinato.
Atrapan a uno de los ladrones y lo obligan a delatar a sus cómplices. Manuelita le pide a Marcela que espíe a los detractores de Simón en las reuniones con Sotomayor.
La ejecución divide a Bogotá. Manuelita y Dionisio intentan hacer que Simón cambie de opinión. Gervasio toma una decisión sobre el trabajo que le pidieron hacer.
Manuelita descubre que madame Rocha intercepta y lee la correspondencia de Bolívar. O'Leary le informa a Simón que Santander está manipulando a los delegados.
Simón regresa a Bogotá, donde el consejo del Gobierno anuncia cuál será su posición y qué poderes tendrá. Llegan noticias alarmantes del Perú y Bolivia.
Simón se entera de lo que hizo Manuelita en la fiesta. Marcela escucha al círculo de madame Rocha planear un levantamiento. Julio descubre que Saldarriaga visita a Berta.
Fernando le da a madame Rocha una nueva perspectiva sobre sus amigos. Al inicio de un baile de máscaras, Manuelita se entera del plan para asesinar a Simón.
Mientras Simón hace planes para regresar a su país, recibe noticias del general Páez. Manuelita usa el poder de la seducción para asegurar la pensión de Simón.