Todo comienza una noche de tormenta. Jimena, una madre normal, se despierta en una pesadilla y es testigo de cómo secuestran a su hija, sin poder hacer nada. Sin entender lo que está pasando, su vida se hace pedazos y recorre la ciudad en busca de su pequeña. Pero la policía sólo le da negativas y desesperanza… hasta que conoce a un hombre que le hará abrir los ojos. Silvestre sabe porqué han secuestrado a su hija y sabe que hay más niños que están en peligro, más personas especiales. La hija de Jimena tenía un don y necesita ser protegida, pero no está sola. Carlos, un niño tímido que es capaz de mover objetos con la mente. Culebra, el chico más gamberro de la ciudad, se escabulle con demasiada facilidad tras sus fechorías, pues es capaz de hacerse invisible. Sandra, la niña guapa de la clase, tiene un secreto entre las manos transmite electricidad. Y Lucía, que es capaz de leer la mente, sólo quiere tener una familia. A todos ellos se une Mario, el padre de Carlos, un hombre superado por las circunstancias “especiales” de su hijo. Buscados por unos hombres misteriosos, todos estos personajes acabarán sus destinos juntos, alejados de su ambiente y familias. Están unidos por sus dones, pero alejados por sus grandes diferencias, y a pesar de todo, tendrán que convivir en una casa como una familia normal, si quieren sobrevivir. Así, los personajes aterrizarán forzosamente en un chalet de las afueras, con unos vecinos muy curiosos. Acaban de conocerse pero tienen que aparentar ser una familia corriente. Pero, aunque se crean alejados del peligro, los dones de estos chicos son demasiado especiales como para pasar desapercibidos, así que no tardarán en tener visita.
Es la mañana de reyes, pero "los protegidos" no tienen regalos… aunque ese es el menor de sus problemas. Su vecina y casera, Rosa, ha conseguido que admitan a los niños en el colegio y eso supone, entre otras cosas, que tendrán que crearse identidades falsas… y falsificar documentos. Jimena está dispuesto a intentarlo, pero Mario piensa que es una locura que puede acabar con sus huesos en la cárcel.
La llegada de Silvestre a la casa de la familia Castillo no ha sido una grata sorpresa para todos. Lucía intuyó desde el principio que algo iba mal y advierte a su nueva familia que el hombre que se hace llamar Silvestre y dice ser su padre, no lo es en realidad. La identidad del nuevo inquilino se descubre y moviliza a todos los miembros de la casa.
La familia Castillo continúa su vida "normal" y Lucas, se adapta al día a día. Sin embargo, a pesar de ser un chico muy especial, sus compañeros de clase ven en él el blanco de todas sus burlas y lo que podría ser un día normal se convierte en una pesadilla para Lucas. Sólo un compañero, Hugo, sale en su defensa y la mutua devoción por los superhéroes y los cómics los une irremediablemente.
Mario (Antonio Garrido) no está dispuesto a esconder a sus hijos como si fuesen delincuentes y, sin pensárselo dos veces, decide apuntarse, con todas las consecuencias. Algo sencillo para una familia normal, pero para los Castillo es, sin duda, un reto. ¿Cómo van a mantener la apariencia de una vida corriente frente a los padres y la incisiva Rosa Ruano?
Sandra extraña un pendiente muy querido, el que le regaló su hermana y que dijo le devolvería sin falta. Se teme lo peor: que lo ha perdido en Villa Dorita pero no duda en volver a buscarlo. Las transformaciones inesperadas corren de la mano de Lucas, que no consigue pasar desapercibido ni para su nueva familia ni para sus compañeros de clase, que piensan que está alejado de sus padres por un motivo bien distinto al real. Si no les bastaba con los conflictos que de por sí acarrean sus nuevos hijos, a Mario y a Jimena les llega la hora de la crisis de pareja. O por lo menos eso es lo que piensa su vecina Rosa Ruano.
Los ahorros de Mario y Jimena empiezan a menguar y el trabajo de Jimena ya no es suficiente. Así que Mario decide actuar y optar a la plaza vacante de profesor de dibujo infantil del Astoria. Jimena se aferra más en su lucha por encontrar a Blanca y remarca a los demás una norma olvidada: cada vez que utilizan los poderes están poniendo en peligro el plan original. Todos entienden su postura, pero no pueden evitar usar sus dones cuando llega el momento. Así, Lucas salvará a Mario de una situación embarazosa y Lucía desvelará a Sandra un secreto ansiado.
Culebra tendrá un accidente en el que D. Andrés se ve involucrado y Sandra, al intentar salvarlo, dejará en su profesor unas marcas sospechosas para la policía. De ahí que tanto Sandra como Culebra necesiten destruir todas las pruebas que los relacionan con la escena, incluido el DVD de la cámara de vigilancia que los ha grabado. Pero la aventura se complicará y los adolescentes se verán metidos en un lío difícil de esquivar. A pesar de todo, es San Valentín y para algunos es la fiesta del amor. Así lo entienden Carlitos y Lucía que harán todo lo posible porque Jimena y Mario duerman juntos y pasen una noche inolvidable.
Culebra tiene sus propios problemas: se enfrentará a un profesor, mostrando su rebeldía. Pero sin darse cuenta que sus actos pueden tener consecuencias graves no solo para él, sino para toda la familia. La apertura de un expediente disciplinario pude suponer que sus identidades falsas sean descubiertas. No son los únicos en problemas, Lucas, intentando devolver una broma pesada, acaba desencadenando una serie de hechos que pueden llevar ¡Al divorcio de los Ruano!.
Lucas y Hugo se preparan para el campeonato de baloncesto. Un equipo rival visita el colegio para enfrentarse en la cancha contra nuestros preadolescentes. Pero a Lucas le cambia la cara cuando ve entrar por la puerta a los jugadores del equipo visitante. Conoce a un de ellos; se trata de su hermano Mateo. ¿Qué pasará cuando le vea? Paralelamente, se organiza un concurso de ciencias en el Astoria. Claudia necesita ganar para demostrarle a su madre que es la mejor.
Los padres de Lucas han tenido noticias de que su hijo está estudiando en el Astoria. La situación familiar de Los Protegidos se complica, así como su objetivo de mantener su paradero en secreto. Los padres de Lucas se presentan en el colegio y plantan cara a quien haga falta para llevarse a su hijo. Pero los lazos que unen a nuestros protagonistas son demasiado fuertes, a estas alturas, y todos lucharán por permanecer unidos para entender lo que les pasa y mantenerse alejados de aquellos que les persiguen. Los niños pequeños, más alejados de los peligros que perturban a la familia, se enteran de que se va a celebrar un cumpleaños, el de su vecino Borja Ruano. Carlitos, ilusionado, espera con ansias su invitación pero ésta nunca llegará.
Jimena y Mario regresan decepcionados de su cita con el contacto de Silvestre, que no ha aparecido. En casa, los niños duermen plácidamente y Don Andrés logra huir sin ser visto, pero dejando una huella que nadie da importancia,excepto Jimena, convencida de que Nuria y Don Andrés ocultan algo. Las desconfianzas de Jimena aumentan a medida que pasan los minutos y a medida que encuentra más y más pruebas que verifican su teoría. Pero Mario no tiene tiempo para conjeturas. Su hijo Carlitos enferma repentinamente y no puede llevarle al médico.
Jimena no está, pero en la familia nadie se ha dado cuenta, quizás haya ido pronto al trabajo o quizás esté haciendo recados. Pero no, Jimena desapareció en Villa Dorita y no sabemos que suerte ha podido correr. La familia, sin embargo, tiene un problema mañanero de los gordos. La foto de Sandra aparece en el periódico porque su madre la está buscando. Mario y Culebra se las apañan para ayudarla a resolver momentáneamente el problema. Sin embargo la madre de Sandra no se va a conformar con salir en prensa, acude a la televisión. Pero su hija, que tiene mano con los aparatos electrónicos, va a hacer todo lo posible porque en Valle Perdido nadie conozca quién es realmente.
Pero sin saber cómo, lo único que consigue que Rosa eche a Antonio de casa… Y se mude a vivir con los Castillo, poniéndoles a todos en peligro. Ahora más que nunca, los chicos necesitan controlar sus poderes y no llamar la atención. Si Rosa Ruano descubre que los Castillo no son una familia normal, todo se habrá acabado y Jimena no podrá encontrar a su hija. Sandra intenta controlar sus descargas definitivamente… no solo por la presencia de Antonio, sino porque la invitación a una fiesta con piscina hace que el más mínimo desliz pueda suponer una tragedia. Pero otro lado, Carlitos está harto de controlarse. Cansado de que se metan con él y ser el pelele de la clase, decide que a partir de ahora será un tipo duro, como su nuevo compañero de habitación: Culebra.
Mario y Jimena buscan emocionados a la persona que puede ayudarles a llegar hasta Blanca. Y aunque no tienen manera de saber su identidad… Pueden localizar su casa. Pero cuando lo hacen, surgen las dudas. ¿Será esa la persona que estaban buscando? ¿Y si no quiere hablar con ellos? y ¿Hasta que punto deberán arriesgarse para descubrir la verdad?
Sandra y Ángel parecen estar cada día más unidos, para disgusto de Culebra… que ve cómo la chica de la que está enamorado se va alejando cada vez más. Pero todo esto puede cambiar el día del cumpleaños de Sandra, porque tanto Ángel como Culebra le han preparado una sorpresa. Ahora la pelota está en el tejado de la chica y será ella quien tenga que elegir entre los dos. Tras una costosa investigación, Jimena cree saber quién es la persona que le puede ayudar a encontrar a su hija. Alguien muy cercano a ellos… Y sin perder un solo momento… se mete en su casa para conseguir más información.
Lucia despierta con un dolor de muelas. Lo que en cualquier otro hogar es una cosa “normal”, en casa de los Castillo se convierte en una situación de peligro cuando, a causa de la fiebre los poderes de la niña se descontrolan de forma sorprendente. Y el riesgo es aún mayor con la presencia permanente de Rosa, que ha convencido a Mario de formar un negocio juntos… lo que significa que estará constantemente en casa de los Castillo, ante el disgusto de Jimena.
La relación entre Mario y Jimena es cada día más fuerte. Ambos se sienten atraídos el uno hacia el otro y tienen que tomar la decisión más importante de su vida. Empezar juntos como pareja una nueva etapa o seguir como hasta ahora. Pero, ¿están realmente preparados? ¿Saben las consecuencias que esto podría tener en la familia?
Jimena no tiene dudas de quién es la persona que sabe dónde está Blanca: es Ana. Y está dispuesta a todo con tal de llegar a la verdad. El problema es que para conseguir más información, Mario y ella tendrán que ganarse su confianza. ¿Pero cómo te haces amigo de alguien que tiene que ver con la desaparición de tu hija?
Mario y Jimena se encuentran atados de pies y manos: ante la amenaza recibida, no pueden seguir investigando. Y además, inmediatamente descubren que “alguien” ha convencido a Rosa de que venda sus propiedades y se marche a otro lugar, dónde empezar de nuevo. Si los Castillo no hacen algo para convencer a su vecina, y rápido… deberán abandonar Valle Perdido.
Culebra no puede más. No puede seguir compartiendo el mismo techo con Angel… está decidido a desenmascararle de unas vez por todas, cueste lo que cueste, pase lo que pase… Aunque tenga a forzar a la familia a elegir entre ellos. No hay sitio para los dos en esa casa. Algo parecido le ocurre a Jimena: no aguanta más. Sabe que no debería seguir indagando, pero… a pesar de las súplicas de Mario, decide interrogar a Leo para descubrir más cosas de su madre, para averiguar la verdad. Aunque eso pueda tener consecuencias dramáticas para todos. Mientras, Carlitos y Lucia se dan cuenta de que Borja Ruano está triste porque su padre no viene a verle, según Rosa porque está muy ocupado “resolviendo secuestros”. Los niños tienen una idea: ¿Y si Antonio no tiene más remedio que volver… para resolver el secuestro de Borja?
Los Castillo intentan adaptarse a su nueva vida sin Culebra. Cada uno lo lleva como puede. Mario se siente culpable, y Jimena no puede consolarle: ella está abatida, después de no descubrir nada en casa de Ana... ¿O si? Pronto se dará cuenta de que tiene algo que la madre de Leo quiere... Y está dispuesta a cualquier cosa con tal de conseguirlo. Incluso revelarle el paradero de Blanca. Sandra, triste, comienza a notar sin embargo que algo extraño está pasando con sus poderes. Es como si por fin pudiera controlarlos completamente. Puede tocar a quien quiera. Si solo Culebra estuviera a su lado... Por su parte, Lucia ha dejado de hablar, como si fuera muda. Los demás creen que simplemente está apenada por la ausencia de su “hermano” favorito... Pero lo que no saben es que la niña simplemente tiene miedo... de Angel. Éste, por su parte, se está dando cuenta de que a ausencia de su gran enemigo no ha solucionado sus problemas, sino todo lo contrario. Va a tener que tomar una decisión drástica... Mientras, Culebra intenta empezar una nueva vida, pero se verá sorprendido por la visita de un viejo “amigo”: Padre. El chico se resiste desde el principio, pero poco a poco el hombre comienza a convencerle... ¿Y si con sus otros “niños”, Culebra encontrara su nuevo hogar?
Culebra ha vuelto a casa… inmediatamente les cuenta a los demás miembros de la familia todo lo que sabe sobre Ángel. Sandra no da crédito, y Ángel intenta defenderse… Pero es tarde. Ya nadie confía en él. Todos saben que les ha traicionado… Pero pronto descubren que tienen un problema mucho mayor: el más grande de todos. Los hombres de Padre les han encontrado. Están en Valle Perdido, así que sus peores miedos se han hecho realidad… Los Castillo tienen que salir huyendo, abandonar sus vidas para siempre… ¿O no? Y es Jimena la que reacciona primero, no quiere marcharse. Está cansada de huir, cansada de no encontrar a su hija… Si esos hombres vienen a buscarla, se enfrentará a ellos, y no parará hasta conseguir que le lleven hasta Blanca…
Jimena se encuentra contra la espada y la pared ante la oferta de Padre. ¿Será capaz de entregar a uno de sus niños, para recuperar a Blanca? Mario la tranquiliza: Sea como sea, pase lo que pase, van a conseguir que vuelva a abrazar a su hija… Aunque tengan que pelear y luchar contra esos hombres y los otros niños con poderes… Están dispuestos a todo.
Los Castillo han derrotado a Padre, han conseguido lo que nunca pensaron que iban a lograr, vencer al que les había estado persiguiendo, a su enemigo. Y lo más importante, han conseguido que Jimena recuperase a su hija y que las dos vuelvan a estar juntas.
Mario decide enterrar todas las cartas que ha ido escribiendo a Jimena durante 72 días en la cápsula del tiempo de Carlitos y Lucía. El padre de los Castillo se da cuenta de que la mujer de su vida se ha ido para siempre y asume que ahora tiene que ser el doble de fuerte para mantener a esa familia unida.
Los Castillo no han tenido muchas alegrías desde que Jimena se fue de Valle Perdido. Por eso, el cumpleaños de Lucía se presenta como una ocasión única para celebrar y olvidarse de los problemas del día día. Mario, empeñado en que Lucía tenga el mejor cumpleaños del mundo, inicia los preparativos de la fiesta.
Culebra no sale de su asombro tras haber descubierto el misterioso vídeo que Ana tenía escondido. Es él, de pequeño, el que está jugando en esa extraña sala. ¿Quién grabó esas imágenes, hace más de ocho años? ¿Qué era ese sitio, en el que no recuerda haber estado? Las respuestas a esos interrogantes podrían explicar no sólo su pasado, sino el de toda la familia Castillo.
Los últimos acontecimientos en Valleperdido resultan de los más sospechoso para la organización de El Elefante y Madre no está dispuesta a que estos arruinen sus planes de separar y hacerse con los niños de la familia Castillo. Por un lado, Leo está experimentando unos extraños cambios que parecen apuntar a que tiene poderes, pero, si esto es así… ¿Cuáles son? Madre encomienda a Michelle la misión de averiguarlo, y la chica utilizará a sus insectos para sacarle sangre. Pero cuando los resultados obtenidos son extraños e inesperados, lo mejor es dejar a un lado la ciencia y pasar al ataque. Michelle sabe muy que poniendo a Leo al límite y haciendo que pierda los nervios hará que su poder se revele. Y para con eguirlo el mejor sitio es el lago. Un lugar lleno de insectos para usar a su antojo sin que nadie pueda ver lo que le hace a Leo.
Uno de los miembros más destacados de la familia Castillo pierde la vida en un accidente de coche ante la impotencia de su amor, Chispitas. Lucía cuenta a los miembros de la familia que Culebra ha muerto. ¿Cómo afrontarán ese duro golpe los Castillo?
El cielo de Valleperdido ya no tiene el mismo color, no brillan las estrellas y el viento sopla fuerte, rabioso. Sandra está arrodillada en el suelo abrazada al cuerpo inerte de Culebra. Intenta reanimarlo para que abra los ojos y la mire, aunque sea por última vez, pero ya nada vale porque Culebra se ha ido para siempre. Entonces Sandra furiosa mira al cielo y, rabiosa de dolor, lanza dos enormes rayos que provocan truenos y relámpagos.
Culebra no quiere investigar más los poderes después del mensaje que recibió de Leo, pero Sandra decide no darse por vencida. La joven recoge la información tirada por Culebra y con la ayuda de Lucas sigue las pistas de Humberto que le llevan a la vieja tienda de música de Valleperdido. ¿Encontrará allí lo que necesita? Rosa Ruano quiere un hijo, la vecina de los Castillo cree estar embarazada, cuando descubre que todo era un error, se empeña en adoptar un nuevo niño junto a Antonio. El policía no quiere volver a ser padre y hace todo lo posible para evitar que le den un niño adoptado, Rosa ante la actuación de su marido, le confiesa que ha aprendido a manejarse sola. ¿Se volverán a separar los Ruano? Sandra quiere seguir los pasos de la investigación que comenzaron Culebra y Leo, junto con la ayuda de Lucas acaban en una tienda de música en Valleperdido en la que el propietario le pide el colgante. La joven llega hasta un tocadiscos con una canción, al final del tema hay un mensaje de Humberto. ¿Qué significa este mensaje para Sandra? Carlitos quiere conocer la verdad sobre su madre después de una conversación con Martín, Julia decide contarle lo que sabe y el pequeño de los Castillo huye al bosque. Mario no puede con la desaparición de su hijo y sale en su búsqueda. Al final Julia encuentra al pequeño y vuelve a casa con él sano y salvo. Este acontecimiento hace que Julia ponga en juego la vida de su padre, Humberto, ¿Qué hará Madre con Humberto?
Sandra continúa con la investigación sobre Humberto, pero Julia se interpone en el camino de Chispitas para que no conozca la verdad sobre su padre. Carlitos y Lucía quieren que Julia y Mario sean novios y preparan la guarida mágica para que ambos superen sus miedos, cuando llega el beso, Sandra descubre que Humberto es el padre de Julia e interrumpe el momento mágico. Antonio Ruano no está dispuesto a soportar más la indiferencia de su mujer, y con la ayuda de su hijo Borja y de Mario decide preparar un bolero y dedicárselo a Rosa Ruano en El Búho delante de todo el mundo. Michelle y Culebra están cada vez más unidos, los jóvenes deciden pasar una velada romántica en un camping y acaban fundiéndose en un apasionado beso. Sandra sabe que Culebra ha estado con Michelle, pero la joven le rechaza y le dice que lo suyo es imposible.
Mario se ha levantado feliz, después de su beso con Julia, está convencido de que va a terminar de cuajar la relación entre ellos. Pero Julia no está en casa, no parece que haya dormido allí. Cuando Mario la llama, Julia le asegura que ha tenido que salir de Valleperdido para resolver unos asuntos, nada importante, pero él siente que le está mintiendo. La realidad es que, sin Julia en el pueblo, la familia está desprotegida y Martín puede avanzar en su plan para separar a los Castillo. Martín crea millones de dudas en Mario sobre quién es realmente Julia, evidenciando lo extraña y reservada que es y Michelle redondea el plan y le muestra la prueba definitiva: una carpeta cerrada con una contraseña numérica que resulta lo suficientemente inquietante para que, al encontrarla Mario, se despierte la duda. ¿Quién es realmente Julia, la chica de la que está enamorado?
Mario ha vuelto a sufrir un revés emocional y esta vez las circunstancias han sido especialmente dolorosas. Es un dolor distinto. Esta vez no se limita a la tristeza, la decepción, la sensación de abandono. Julia le ha traicionado y además ha jugado con lo más importante que tiene en su vida: los niños.
Al final del último capítulo, Mario recibía en el bar un mensaje de vídeo a la vez inquietante y revelador. En él, Julia le descubre que Martín pertenece al Elefante y el bar es sólo una tapadera temporal para tenerles controlados. Pero antes de que Mario y los niños puedan huir y ponerse a salvo, Martín se cruza en su camino y les deja a todos encerrados: Lucas, Lucía, Carlitos y Mario.
Dispersos, fuera del hogar, así es como empiezan nuestros protagonistas este capítulo, cada uno intentando escapar de los planes de Madre, intentando salvar su vida.
Amanece un nuevo día en Valle Perdido y una extraña tranquilidad invade sus calles y Los Castillo no están en casa. Poco a poco, descubrimos que cada miembro de la familia ha aparecido en un lugar diferente, perdido, desconcertado y sin memoria reciente. Han olvidado todo lo vivido durante el último año, como si nunca se hubieran encontrado, como si nunca hubieran sido una familia.
El final con el que se pretendía dar continuidad a la serie depara un futuro incierto en el que sin la fórmula que les quite sus poderes los niños se enfrentan a la corrupción de sus propias mentes, cuyos efectos ya comienza a sentir uno de los miembros de la familia Castillo...