Al final del último capítulo, Mario recibía en el bar un mensaje de vídeo a la vez inquietante y revelador. En él, Julia le descubre que Martín pertenece al Elefante y el bar es sólo una tapadera temporal para tenerles controlados. Pero antes de que Mario y los niños puedan huir y ponerse a salvo, Martín se cruza en su camino y les deja a todos encerrados: Lucas, Lucía, Carlitos y Mario.