Los ahorros de Mario y Jimena empiezan a menguar y el trabajo de Jimena ya no es suficiente. Así que Mario decide actuar y optar a la plaza vacante de profesor de dibujo infantil del Astoria. Jimena se aferra más en su lucha por encontrar a Blanca y remarca a los demás una norma olvidada: cada vez que utilizan los poderes están poniendo en peligro el plan original. Todos entienden su postura, pero no pueden evitar usar sus dones cuando llega el momento. Así, Lucas salvará a Mario de una situación embarazosa y Lucía desvelará a Sandra un secreto ansiado.