La familia Pérez Casado vive en Moraleja de En medio, un pueblo de Madrid. Estaba formada por el matrimonio y las tres hijas. Pero desde hace un año incorporaron un nuevo miembro a la familia: Álex, el novio de Tamara, su hija mayor. La finalidad era que la joven pareja ahorrara para independizarse. Pero han conseguido lo contrario: Álex y Tamara viven muy acomodados, pero ni aportan ni ahorran. Y para colmo la economía familiar se ha visto muy resentida. Esperanza y Juan, los cabeza de familia, tendrán que tomar decisiones que ni ellos mismos imaginan si quieren solucionar su crisis.
Cuando Miriam y Juan se casaron, no se imaginaban la grave situación financiera que atravesarían pocos meses después del enlace. Ambos aportaron al matrimonio hijos de relaciones anteriores y un deficiente sistema a la hora de administrar la casa. Su necesidad de comprar una casa más grande aumentó la mensualidad de su hipoteca. Y para mantener el nivel de vida que llevaban, Juan, que se ocupa de la gestión, solicitó múltiples créditos al consumo cuyos intereses les dejan al borde de la ruina. Su nivel de deuda ha generado un clima de desconfianza, de reproches continuos y de peleas que están poniendo en peligro la felicidad de la familia. La Familia Camino tendrá que tomar decisiones vitales que afectan a su futuro como pareja si quieren acabar con una deuda que crece día a día.
Los Bartolomé no son una familia al uso. Trabajan como feriantes y sólo reciben ingresos en primavera y verano. Esta situación, sumada a una mala administración y una nefasta gestión, ha hecho que los Bartolomé estén en bancarrota, con un nivel de deuda que desconocen, y unas posibilidades de futuro reducidas a la nada si no toman medidas. Una madre que saca dinero de dónde no hay, se endeuda constantemente y que pide a toda su familia. Un padre que no es consciente de la situación que hay en su casa, y que antes de escuchar prefiere huir. Tres hijos que no aportan pero exigen. Y un cuarto que sueña con ser piloto de motociclismo.
Vicens Castellano, el presentador de Ajuste de cuentas, el coach de Cuatro que intenta ayudar a solucionar problemas financieros, tendrá ante sí un difícil reto: la de solucionar la complicada situación económica de un matrimonio joven con tres hijos que acaba de recibir una orden de embargo. David y Ányela (26 y 32 años) llevan 6 años casados y tienen tres hijos en común. Su situación está muy alejada de ser la ideal, y actualmente se enfrentan a una orden de embargo de su casa. Al comprar la casa solicitaron un préstamo personal, que dejaron de pagar, al igual que otros dos créditos para que Ányela visitara a su familia en Colombia. Los impagos han hecho que el sueldo de Ányela esté parcialmente embargado; que el de David esté a punto de serlo, y que haya una orden de embargo sobre la casa. El problema de los Gil deriva de su cabeza de familia, que se niega a renunciar a su nivel de vida. Vicens Castellano, el experto en conflictos financieros del programa, tiene una misión doble: poner soluciones a su problema económico, y cambiar la mentalidad de David, un padre de familia que se define como "un rico en cuerpo de pobre".
Vicens Castellano intenta subsanar la difícil situación económica en la que se encuentra la jovencísima familia Sabuco. Y es que con tan sólo 19 años, Carlos y Olga ya son padres. Con unos ingresos bajísimos y unos gastos elevados, su economía está en crisis y, como consecuencia, el miedo les ha dejado paralizados. Olga y Carlos se verán en la obligación de tomar las riendas de su vida, y sacrificar muchas cosas si quiere tener una mínima esperanza en un futuro mejor. Para romper con esta compleja situación, Vicens Castellano, experto en conflictos financieros, les ayudará a replantear la gestión de sus gastos e ingresos.
La familia Agudo Ortiz pasa por una situación delicada. María Jesús, la madre, tiene tres hijos y se divorció hace 5 años. Desde entonces, su situación económica es muy delicada. Trabaja en Yuncos –Toledo- como conserje en un colegio, y cobra 850 euros. Sólo su hipoteca le supone 837. Con esta situación, sacar adelante a sus tres hijos se ha convertido en una lucha contra los elementos. Los Agudo Ortiz son Roberto, que tiene 17 años, y trabaja como pintor, y el pequeño, Iván. Elvira, la hija mayor, tiene 21 años y vive de alquiler en otra casa. Sin embargo, está en paro, y es su madre la que tiene que hacer frente a sus pagos. Las relaciones entre los miembros de la familia Ortiz están muy deterioradas y nadie confía en nadie. El diálogo ha sido cambiado por los gritos, y las mentiras han sustituido al afecto. Vicens Castellano, el experto de Cuatro en conflictos financieros, se enfrenta a una familia económicamente insolvente, y emocionalmente necesitada.
Pedro -ingeniero de telecomunicaciones de 40 años-, Raquel -propietaria de un negocio de estética de 38 años- y su hijo de 9 años mantienen un alto nivel de vida, a veces por encima de lo que deben. Tanto es así que suelen llegar a final de mes en números rojos. Raquel reconoce que cuando va de compras es incapaz de controlarse. Nunca mira el precio de las cosas y es frecuente que se gaste más de 600 euros en un pantalón y un bolso. Pedro, su marido, afirma que su mujer vive ajena a la verdadera situación por la que están atravesando y se muestra incapaz de cerrarle el grifo. Y aunque las discusiones por cuestiones económicas y por su elevado gasto son frecuentes, al final, calla.