Pedro -ingeniero de telecomunicaciones de 40 años-, Raquel -propietaria de un negocio de estética de 38 años- y su hijo de 9 años mantienen un alto nivel de vida, a veces por encima de lo que deben. Tanto es así que suelen llegar a final de mes en números rojos. Raquel reconoce que cuando va de compras es incapaz de controlarse. Nunca mira el precio de las cosas y es frecuente que se gaste más de 600 euros en un pantalón y un bolso. Pedro, su marido, afirma que su mujer vive ajena a la verdadera situación por la que están atravesando y se muestra incapaz de cerrarle el grifo. Y aunque las discusiones por cuestiones económicas y por su elevado gasto son frecuentes, al final, calla.