Hace casi un millón de años, los primeros representantes del género humano llegan a la Península. Desde entonces, el solar ibérico es escenario de un lento e imparable desarrollo cultural: de la economía predadora del paleolítico se pasa a la ganadería y la agricultura del neolítico, y de los toscos útiles de piedra a las armas de la edad de los metales. En el I milenio a. C. surge el entramado de pueblos célticos y de sociedades íberas, en contacto con fenicios y griegos, que llegan de oriente.
Hace casi un millón de años, los primeros representantes del género humano llegan a la Península. Desde entonces, el solar ibérico es escenario de un lento e imparable desarrollo cultural: de la economía predadora del paleolítico se pasa a la ganadería y la agricultura del neolítico, y de los toscos útiles de piedra a las armas de la edad de los metales. En el I milenio a. C. surge el entramado de pueblos célticos y de sociedades íberas, en contacto con fenicios y griegos, que llegan de oriente.
En el siglo V d.c., el Imperio Romano se hunde. Los pueblos bárbaros atraviesan sus fronteras y llegan a todas sus províncias. En Hispania, que sufre la devastación causada por alanos y vándalos, se asientan suevos y vándalos. Los visigodos construyen un poderoso reino con capital en Toledo y, convertidos al Catolicisimo, unifican la Península bajo su dominio.
Entre los siglos VIII y X surgen en el norte de la Península pequeños núcleos cristianos que se resisten al poder musulmán. Estos reinos se afirman para avanzar en el siglo XI, cuando el califato peninsular se rompe en reinos de taifas. En los reinos cristianos de Asturias, León, Castilla, Navarra, Aragón y en los condados catalanes, conviven campesinos libres y dependientes, clérigos y monjes, soldados y nobles.
En la vida cotidiana de la alta edad media, la presencia y el peso de las acciones bélicas - la Reconquista - no excluyen la tolerancia entre los miembros de las tres comunidades que viven en la Península: cristianos, musulmanes y judíos. Sin embargo, en los siglos Xi y XII avanza el afán excluyente: al espíritu de cruzada cristiano se le opone la fuerza del yihad ( guerra santa ) de almorávides y almohades.
La Corona de Aragón nace en el siglo XII, fruto de un matrimonio que une el reino de Aragón y el condado de Barcelona. En la centuria siguiente incorpora a sus dominios las Baleares y Valencia, para luego adueñarse de Sicília, Cerdeña, Nápoles... Éstos son los pilares de un imperio marítimo que debe defenderse frente a las apetencias de Francia, y que se tambalea en el siglo XV, cuando Catalunya se desgarra con los enfrentamientos entre señores y campesinos, menestrales y patricios, nobleza y monarquía.
En 1492, Colon pisa el Nuevo Mundo creyendo haber Ilegado a las Indias Orientales. Menos de cinco decadas despues, los espatioles han conquistado los vastos imperios azteca e Inca, y saben que han Ilegado a un continente nuevo, America. Organizan el territorio en virreinatos y en audiencias, emprenden la explotaciOn de sus recursos naturales, y crean una sociedad variopinta y compartimentada por el mestizaje, fruto del contacto entre espaMoles e indios, a los que mäs tarde se anaden los africanos, importados como esclavos.
La primera mitad del siglo XVI está marcada por el reinado de Carlos, nieto de los Reyes Católicos, a quien la fortuna convierte en heredero de Castilla y Aragón, Borgoña y el Sacro Imperio. Dueño de la plata americana y de las rentas de Castilla ( a la que doblega tras su victoria sobre las comunidades ), destina estos inmensos recursos a sufragar las guerras contra Francia, contra los Turcos y contra el avance del protestantismo, que no se puede detener.
Durante los reinados de los Austrias menores —Felipe III, Felipe IV y Carlos II—, sucesores de los Austrias mayores —Carlos V y Felipe II—, la hegemonia espanola en Europa Ilega a su fin; se acaba la guerra de los Treinta Anos y se impone la vitalidad de la Francia de Luis XIV, el Rey Sol. Sin embargo, este siglo de hierro es también el Siglo de Oro de la pintura y la literatura hispánicas, que viven su epoca de maxima esplendor. De Cervantes a Quevedo, de Velázquez a Murillo, artistas y escritores dan cuenta de las contradicciones de la Espana barroca.
El siglo XVIII es el siglo del reformismo borbónico. Los reinados de Fernando VI y Carlos III, con la presencia de personajes como Campomanes, Floridablanca o Jovellanos, conocen una intensa efervescencia politica, económica y cultural. Se reorganiza la administración y el sistema financiero, se regulan las instituciones culturales, se fomenta la agricultura, las manufacturas y el comercio, y se moderniza el ejército. Se respiran los aires de la I lustración mientras en America se consuma el mestizaje.
El reinado de Carlos IV marca el principio del fin del Antiguo Régimen, La Guerra de la Independencia otorga al pueblo español un protagonismo consagrado por la Constitución de Cádiz, carta Magna del liberalismo español.
Entre 1833 y 1874, España conoce el reinado y el exilio de Isabel II, la monarquía de Amadeo I de Saboya y la experiencia democrática de la Primera República, que concluye cuando el ejército repone a los Borbones en el trono, en la persona de Alfonso XII.
En 1874, un golpe militar devuelve el trono a los borbones. Alfonso XII y Alfonso XIII estarán en la cúspide del sistema político de la Restauración, caracterizada por el turno: la alternancia de liberales y conservadores en el gobierno. En 1923, las tensiones derivadas del caciquismo político, del desastre de 1989 ( conla independencia de Cuba y Filipinas ), de la fuerza creciente del movimiento obrero y de la guerra en Marruecos llevarán al poder al general Primo de Rivera, cuya dictadura será la antesala de la Segunda República.
En 1931 nace la segunda República. Bajo el nuevo Régimen, son constantes los enfrentamientos entra izquierdas y derechas. En 1936, la derecha contraria al reformismo republicano se suma a los militares ejecutores de un golpe de Estado que desencadena la Guerra Civil. A su término, en 1939, el general Franco, jefe de los sublevados, ocupa el poder, en el que se mantiene hasta 1975
En 1975, tras la muerte del general Franco, empieza la llamada transición democrática, un proceso de gradual apertura política que culmina con la aprobación en referéndum de la Constitución de 1978. España, convertida en un Estado Democrático, se estructura en comunidades autónomas, se integra plenamente en la OTAN y en la Unión Europea, y experimenta transformaciones decisivas durante los sucesivos gobiernos de la Unión de Centro Democrático, del Partido Socialista Obrero Español y del Partido Popular.