Dos décadas después de vagar por el mundo y de huir de su amor fracasado con la doctora Paula, Pedro Coral regresa a Colombia, deportado, casi en ruina. Su hijo Junior, quien es vicepresidente en una empresa en crecimiento, se ve obligado a acogerlo en su hogar a pesar del abandono de estos años. Pedro, entiende las diferencias y la incomodidad que genera en Junior y está decidido a mostrarle de qué está hecho, su deseo es reconstruir los lazos familiares. Sin embargo, el resentimiento y desconfianza de Junior son obstáculos en su camino. Mientras Pedro se esfuerza en ganar respeto y lugar, en la vida de su hijo, descubre que tienen mucho en común. Juntos enfrentarán desafíos, sanarán heridas y, finalmente, tendrán una segunda oportunidad para construir una relación sólida, llena de amor.
Pedro se enamora al instante de Fernanda, jefa de Junior. Deciden ocultar su relación para evitar conflictos. Sin embargo, Junior en desacuerdo lo confronta. Pedro siente que su hijo lo menosprecia y decide alejarse, instalándose en casa de su amigo Fernando. Durante su estancia, conoce a Elvira y mientras conversan, Elvira le revela que Fernanda es suegra de Junior y no solo su jefe, significa que su enamorada es su consuegra. Esta revelación lo sorprende, pues desconocía el parentesco entre Fernanda y Mariana. Ahora, no solo debe mantener su relación en secreto ante Junior, sino también lidiar con la complicada situación con su amada. En medio de la confusión, Pedro se pregunta cómo manejar la dinámica familiar, mientras intenta mantener oculto su amor por Fernanda.
Mariana sufre un desmayo en la oficina, consecuencia de un serio trastorno alimenticio; Junior y Fernanda quedan muy preocupados, sin saber cómo ayudarla. Otro preocupado es Pedro, con el insistente acoso de Elvira: como sea necesita un trabajo urgente para independizarse. Sin medir consecuencias, Pedro se postula a un cargo en la misma empresa donde trabaja Junior, con intención de estar cerca de Fernanda. Cuando vuelve a casa, feliz con su nuevo empleo de mensajero, una inesperada visita lo espera.
El reencuentro con Paula deja a Pedro muy trastornado y preguntándose cómo, aquella mujer aún podía dejarlo en ese estado. Junior le hace una invitación que él sin pensarlo acepta, deseando un acercamiento con su hijo; pero Junior le reclama por ese empleo de mensajero que consiguió. Pedro se ve obligado a reconocerle su precaria situación. Junior, preocupado por su papá, le ofrece ubicarlo en un cargo mejor, pero Pedro rechaza su ayuda: quiere valerse por sí mismo.
Junior se siente orgulloso de su padre y para demostrárselo, decide contar a todos en la empresa, que son padre e hijo, sin importar las consecuencias que esto pueda traer. Pedro teme el rechazo de Fernanda y trata de impedírselo, pero una nueva crisis de Mariana lo salva de ese momento. Fernanda obliga a Mariana a ir al psiquiatra; queda devastada cuando le revelan que el trastorno de su hija está asociado a su padre. Pedro la encuentra llorando sin consuelo en su oficina y conmovido, decide entrar sin importarle su atuendo de mensajero.
Al ser descubierto en su cargo como mensajero, Pedro se ve en la obligación de contarle a Fernanda como es su situación económica. Ella, que también tiene también sus secretos bien ocultos, lo entiende y apoya, haciendo que esto aumente su complicidad y confianza. Junior se va a un viaje de negocios con Fernanda. Pedro aprovecha la oportunidad de mudarse al apartamento de su hijo, para escapar del acoso de Elvira. La empresa sufre un robo cibernético que toma por sorpresa a todos, al parecer se trata de un infiltrado; Cata, una de las ingenieras, parece dar con el culpable.
Por las acusaciones de Cata, Pipe decide chantajearla con un video sexual y la obliga a callar. Pedro a su manera, trata de ayudar a descubrir al infiltrado sin éxito. La soberbia con que Mariana maneja la crisis provoca una situación peor con una renuncia general. Pedro siente que debe salvar a su hijo de las garras de esa mujer como sea, y habla con todos para que recapaciten y no abandonen a Fernanda en tan delicado momento. Pipe decide apoyar a Mariana y siembra desconfianza entre todos, incluido Pedro Junior.
Mariana pasa la noche con Pipe y al día siguiente, él no duda en dejarle claro que nadie se puede enterar de lo que pasa entre ellos. En el viaje, Fernanda trata de recomponerse del inesperado encuentro que tuvo con el padre de su hija y le pide el favor a Junior de guardar el secreto de que el papá está vivo, pues no quiere tener problemas con Mariana. Gracias a Pedro, los empleados aceptan una reunión con Junior y Fernanda para aclarar la situación que vive la empresa. Pedro recibe una dura noticia, Paula está enferma de un cáncer terminal, y no quiere recibir tratamiento.
Cata sigue investigando por su cuenta y encuentra la forma de poder librarse de Pipe y cómo devolverle el chantaje; Sabe quién es su socio, le exige una suma considerable de dinero por su silencio y le enseña como borró todos sus videos del computador, de esta manera Pipe queda desarmado. Paula acepta una invitación de Pedro y le pide disfrutar del reencuentro y no hablar de su enfermedad. Fernanda, angustiada por los sucesivos encuentros con Julio, se abate en la indecisión de contarle o no a su hija que su padre esta vivo, finalmente sabe que lo justo es que Mariana sepa la verdad y concluye en adelantar su regreso para contárselo ella misma.
Mariana le reprocha a Fernanda la gran mentira que le hizo vivir respecto a su padre y abandona la casa. Cuando Junior regresa de su viaje, Pedro lo pone al tanto de su enfrentamiento con Mariana, sin contarle que la joven quiere incriminarlo en el robo cibernético. Pedro queda abrumado cuando Junior le anuncia que Mariana se viene a vivir con él; para evitarle problemas a su hijo, Pedro decide buscar un nuevo hogar.
Fernanda cae en una profunda depresión por el enfrentamiento con su hija; sin embargo, encuentra apoyo en Pedro que muere por ser algo más que un hombro sobre el cual llorar. El sueño se hace realidad para Pedro y terminan pasando una apasionada noche juntos. Mariana conoce a Julio que le da una versión del pasado muy diferente a la que sabía por parte de su mamá. Junior se ve obligado a poner condiciones de convivencia a Mariana, mientras Pedro vuelve a casa de Elvira y Fernando, que ahora está llena, con la presencia de Enrique, su hija y su ex Yadira, viviendo ahí.
Junior se entera que su papá pasó la noche en lo de Fernanda y se lo reprocha; Pedro evita darle detalles de lo que pasó. Mariana reúne a sus padres y le anuncia a Fernanda su intención de vender su parte de la empresa a Julio; Fernanda se niega rotundamente a tenerlo de socio. Además, busca a Pedro para aclarar las cosas entre ellos. Pedro queda gratamente desconcertado cuando ella le propone seguir adelante sin importarle los demás, pero ve más complicado contarle toda su verdad.
Paula le comunica a Pedro que no le queda mucho tiempo de vida por culpa de su enfermedad y, con la noticia, le pide que sea feliz, aconsejándole que no cometa otra vez el error de enamorarse de quien no debe; Pedro sabe que le habla de Fernanda, pero le niega que haya algo con ella. En casa de Elvira, Pedro organiza un almuerzo para sus amigos y también invita a Fernanda para que comparta con él este momento, ella sin duda disfruta del universo de Pedro, a pesar de ser el centro de atención. Mariana descubre que el papá de Junior está en Bogotá y él no le ha dicho nada.
Junior se ve obligado a confesarle a Mariana que su papá es Pedro Coral. Ella, incapaz de asumirlo, lo abandona y le revela a su mamá quién es en realidad el mensajero. Fernanda se siente dolida por el engaño y ellos, asumiendo el error de su mentira, renuncian. Fernanda pide un tiempo a Junior hasta encontrarle remplazo y a Pedro, que no tiene sustento económico, limitarse a sus funciones; pero él, incapaz de vivir con esa distancia, irrevocablemente renuncia y absorto en sus penas, se accidenta en la moto.
Fernanda piensa en Pipe para sustituir a Junior, Mariana le oculta que él es el infiltrado que las traicionó y propone a Cata: Junior deja entonces la empresa. Pedro ya recuperado, emprende su propio negocio de mensajería y retoma sus estudios de programación. Aún afectado por su ruptura con Fernanda y rodeado de amigos con amores fallidos, tiene la idea de crear una aplicación de citas que identifique las mentiras. Nadie cree que eso sea posible, pero logra que Junior y su profesora Lucía se conozcan.
Diego, el cómplice de Pipe, comete el error de ofrecer el programa robado a Paula. Lucía le enseña a Junior la versión de prueba de un programa que detecta cambios en la pupila cuando una persona miente; Junior teme que esté apoyando la idea loca de su papá, pero ella le hace ver todas los beneficios y el potencial que tendría si logran perfeccionarlo. Pedro hace trabajo de campo en su idea, a punta de formularios. Paula hace llegar el programa a Fernanda, con Pedro como mensajero. Al recibir el programa, Paula se pone en alerta.
Fernanda le pone trampas a Pipe, pero no logra hacer que se delate. Mariana asiste a un congreso en representación de la empresa y utiliza sus contactos para que Junior sea invitado. Aprovecha esa inventada casualidad para proponerle que regresen, pero él evade la propuesta; sin embargo, el aún siente afecto por ella, finalmente cede y se reconcilian. Julio queda al descubierto como un patético seductor con Cata que le da una lección. A medianoche, Pedro recibe una inesperada llamada de Fernanda que lo pone en pie. Necesita verlo.
En mitad de la noche Pedro acude al llamado de Fernanda, le explica ahora sí todos los motivos que tenía para haberla engañado y suplica su perdón, pero ella no quiere relacionarse con Pedro en un romance así que solo le ofrece su amistad sincera. Pedro se lamenta y le confiesa que lo que él siente es amor. Junior regresa del congreso con noticias para Lucía, hizo excelentes contactos para desarrollar la aplicación de citas. Fernanda le pide ayuda a Junior, para hacer que Mariana olvide la idea de convertir a Julio en socio.
Pipe se entera que Diego va a delatarlo y chantajea a Mariana con la noche que pasaron juntos, para que lo saque del problema. Ella ve en peligro su reconciliación con Junior y desesperada acude a Fernanda que no la puede ayudar y le aconseja que lo mejor es sincerarse con Junior. Los contactos norteamericanos llegan a trabajar en la aplicación de citas y quedan encantados con la inteligencia y belleza de Lucía, y la amabilidad de Pedro. Fernanda pone al tanto a Pedro de la infidelidad de su hija y lo deja en un difícil dilema, pensando en cómo ayudar a su hijo.
Mariana sin más salida que contarle a Junior sobre su error, le confiesa que se acostó con Pipe, él le pide tiempo para asimilarlo. Pedro sabe que algo pasó entre ellos y ofrece sus oídos a su hijo, pero Junior evita contarle cualquier cosa sobre lo sucedido y se va a confrontar a Pipe antes de ser detenido. La aplicación finalmente está lista y Pedro es el primero en probar el detector de pupilas. Junior termina con Mariana y ella enardecida e impotente, decide cerrar su trato con Julio. Fernanda, para no tener que enfrentarlos, resuelve vender sus acciones a sus empleados.
Junior habla con Lucía para proponerle que trabaje en la compañía y ella decide aceptar fusionarse con Fernanda para ayudarle a equilibrar fuerzas contra Julio y su hija. La principal condición que Junior pone sobre la mesa es que su papá pueda representarlo en la junta directiva. Mariana queda pálida y desconcertada al ver sentados a los nuevos accionistas y enloquece cuando Pedro entra y toma lugar. Mariana le declara abiertamente la guerra a Fernanda y Pedro Coral, más tarde tienen una emotiva despedida para Paula, Fernanda le propone que, en lugar de novios, sean amantes.
Fernanda nombra a Pedro jefe de personal por su carisma para tratar y escuchar a la gente, aunque con Mariana y Julio el día a día es una guerra directa. Pipe queda en libertad por fallos en el procedimiento de captura y anuncia represalias. La muerte de Paula lleva a que Pedro solo pueda superar ese profundo dolor con el apoyo incondicional de Fernanda. Junior y Lucía cada día más atraídos el uno por el otro, finalmente dan el primer paso. Mariana desaparece sin razón aparente y todos, incluidos los empleados moto mensajeros de Pedro, emprenden su búsqueda.
Mariana finalmente aparece y todo resulta ser otra más de sus mentiras para llamar la atención. Su disputa con Fernanda va en aumento y, con una sucia jugada, ella y Julio se apoderan de la mayoría de la empresa. Pedro entonces renuncia para hacerle la vida más fácil a Fernanda, pero todo empeora cuando Mariana anuncia que está embarazada de Junior y demuestra hasta dónde está dispuesta a llegar para satisfacer su venganza, sacrificando los amores verdaderos entre Junior y Lucía, y el de Pedro y Fernanda, con tal de salirse con la suya.