¿Te imaginas a los gemelos cambiando pañales a un bebé, dándole la papilla o bañándole? Pues no te lo imagines, Zipi y Zape estarán ensayando todas estas cosas con Tina, la hermanita bebé de Invi, para “vacunarse” ante la llegada de un hermanito propio ¡Si, si, un hermanito de los gemelos!
Mañana es el examen de Fin de Curso y los chicos no han estudiado. Zipi y Zape tienen una pesadilla donde se les aparece “Kete-Kateo” un taxista zombi con sus mascotas “los Back Street Bones”, el conjunto de esqueletos raperos del retrovisor, que amenazan con llevarles para siempre a “Estado Suspenso: ciudad sin piel” un lugar poblado por esqueletos donde quitan la chicha a los niños que copian y suspenden.
Claro, tanta mutación genética, tanta pata de elefante por contar mentiras, que al final la ve una misteriosa Coleccionista y ordena a su ayudanta Caroline, una siniestra muñeca con muy mal genio, que se apodere de Evilina para llevarla a su mansión con el resto de objetos y animales insólitos.
Nadie podía imaginarlo, pero los padres del guarrete Puag ¡son dos refinados aristócratas! Cuando vienen a ver a su hijo, después de pasar varios años viajando por negocios, ven que está hecho un troglodita, así que deciden llevárselo al refinado internado "Hilton College".
Los gemelos están a punto de ganar la liga de fútbol, pero su mejor jugadora pasa de ellos. Wanda no quiere jugar en las horas libres y también ha abandonado a su más fiel amigo, al Coronel Jimmy.
¡No puede ser!, ¡Por fín!. Después de mucho lucharlo, después de mucho tiempo persiguiéndolo lo han conseguido. ¡Ya tienen el cromo que les va a permitir tener el mega casco virtual!.
Shhh silencio... están a tu espalda aunque tú no puedas verles, son ¡los mooooonstruos y vienen a comerte! ¿Quién les ha invitado a hincarte el diente?
La invasión de los monstruos continúa: un bicharraco sin cabeza armado con cuchillas y una patinadora terrorífica, que está hasta el moño de dar vueltas en su caja de música, se preparan para papearse a Wanda y a Invi.
Los piojos han llegado al cole y nada más y nada menos que a la cabeza de los hermanos Zapatilla. Jaimita les da un tratamiento de choque en una larga sesión de bañera y champú Kitotelbicho y les advierte que si les ve otro piojo ¡Les rapará a cero!
¡Horror! La mascotita de Evilina, una gigantesca boa constrictor, se ha zampado los dos hámsters que Zipi y Zape habían llevado a su clase de naturaleza. ¡Para una vez que tienen mascota!
Evilina sufre un tremendo ataque de estrés al enterarse de que, accidentalmente, Zipi y Zape se hacen famosos. Y esto la trastornará tanto que la hará sufrir horribles pesadillas. Mientras, Zipi y Zape están encantados con su fama, tanto que Invi, Puag y Wanda también quieren ser famosos, así que los gemelos deciden ayudarles y les animan a grabar un vídeo de presentación.
Veinticinco de Diciembre ful, ful, fuuul de Estambul! Porque resulta que Santa Claus no trae a los gemelos lo que habían pedido. Así que los chicos se suben a sus barbas y le piden explicaciones. Pero el anciano tiene una buena excusa: una niña con aparato en los dientes, Evilina, ha secuestrado a los Reyes Magos y a él, y les ha obligado a entregarle todos los juguetes.
¡Pdotezto Zeñodía, pdotezto zeñodía y vuelvo a pdoteztaz!, y es que a Evilina todo lo que sea protestar y fastidiar le encanta, sobre todo si tiene que acusar a Zipi y Zape en juicio por la nueva fechoría.
¿Es un pájaro? ¿Es un avión? No, son ¡la Superpandi! No nos hemos equivocado de serie, es que en este episodio los gemelos y sus amigos consiguen sorprendentes poderes. Así, Zipi se convierte en Superratón, pero de los de ordenador, Zape en Mega Mazas, el acorazado jugador de futbolín, Invi en Gosi, el chico chuche, y Evilina en... ¡la niña en blanco y negro! ¿Qué?...
¡Al sótano y sin cenar! Y que no protesten más, Zipi y Zape, porque han cometido la peor de las travesuras: quemar los bigotes de Don Minervo. ¿Pero han sido realmente ellos?. Y mientras intentan desenmascarar al culpable tienen que hacer de niñera de un aprendíz de monstruo. ¿Cómo...?
Algo ha aparecido en las taquillas del vestuario de los chicos. El más pe- pe ligroso de los ca- ca balleros del pasado, al te te- mible: ¡Sir Toi dormido No despertes! ¿Podrán Zipi y Zape dormir de nuevo a Sir Toi o vivirán eternamente atrapados entre los larguísimos exámenes de Don Minervo y las esponjas jabonosas de Jaimita?
Shhh, es un secreto! Esta tarde llega al cole el cargamento de bolís más chulos del mundo, y, como al final todo se sabe, los chicos se proponen mangarlo. Pero el astuto don Minervo decide nombrar a Zipi y Zape ?sheriffs? de los bolis para que respondan de ellos con sus notas.
¡El honor zapatilla está en juego! El valiosísimo zafiro "Sedaelpiro" cae en manos de Zipi y Zape cuando están visitando un Museo... ¡por fin tienen pasta para comprarse el mega casco virtual! Pero su padre, don Pantuflo, es implacable: hay que devolverlo a su dueño.
Mañana es la reunión anual de padres del cole, y Zipi y Zape temen ser el hazmerreír de la clase cuando todos vean lo carcas que son sus padres: Pantuflo empeñado en huir de los aparatos eléctricos que estropean las meninges y Jaimita entregada a la elaboración de croquetas para sus niños "que no le comen nada".
¿Alguien?, y no digo que son los protas de la serie para que no me llamen chivato, ha tirado por el retrete del cole un chiringuito de playa que ha dejado las cañerías hechas un asco, así que mientras duran las reparaciones Don Minervo no tiene más remedio que enviar a Zipi, Zape y Evilina al Royal Pijeshion School College, el más requetepijo del mundo, donde conocen a pijorrillos como Max Ketú, un niño que tiene de todo y más que tú, y a Lord Sire, del que Evilina cae rendidamente enamorada...
Plan: adentrarse en el Bosque Tasusto. Objetivo: conseguir el sobresaliente en Ciencias que ha ofrecido don Minervo al mejor trabajo. Armas: una videocámara digital y echarle un par de narices... porque según la leyenda, en ese bosque se esconde el alma de la malvada cucaracha Bleeg que acecha a los niños para convertirles en donuts y croquetas.
Que si ahora te duches, que si ahora que te cortes, que si luego que recojas la habitación... ¡Ya está bien!, los hermanos Zapatilla se rebelan y se unen al ídolo de todos los chavales, el único, el inimitable, el payaso ¿¡TEPIRES!?. Así que sin pensárselo dos veces se van con él. Sin embargo, una vez allí verán que las cosas no son tan ¿fantásticas? como ellos pensaban. Y por si fuera poco, la madre de Zipi y Zape aparece para plantar cara a ¿¡TEPIRES!?.
Si es que no se puede jugar al fútbol al lado de un solar abandonado en el que se escuchan terribles gritos y del que existen horrorosas leyendas, porque al final pasa lo que tiene que pasar: el balón se cuela y hay que ir a buscarlo... Zipi y Zape organizan una audaz operación de rescate, mientras Evilina y Peloto aprovechan para prepararles una espeluznante broma.
¿Quién ha saboteado los lavabos del cole? Sea quien sea, han logrado su objetivo, porque Zipi y Zape, no consiguen hacer pis y están que se lo hacen encima, hasta que al final se lo hacen en clase ¡delante de Peloto y Evilina!.
¡Y Romeo y Julieta seran Zipi y Waaanda! Pues eso, que a Zipi y su ruidosa barriga le han tocado la peor de las misiones imposibles: hacer de enamorados en una obra de teatro ante todo el cole. Ante el lógico miedo de dar un beso a Wanda, y hacer el ridículo ante los colegas, los gemelos se lanzan a la persecución de un beso de prueba... en el más raro de los sitios.
¡Bienvenidos a la verdadera historia del rey Arturo! Todo comienza cuando Sir Zipilot y Sir Zapeval tienen que estudiar el examen de Caballero del Pupitre Redondo. Están buscando una excusa para no hacerlo cuando ¡blam! aparece ante sus ojos el mago Merlín con la fórmula mágica: el COPON, una gran copa con la que, según la leyenda, si te das en la cabeza, te “entran las lecciones como por arte de magia”.