¡Al sótano y sin cenar! Y que no protesten más, Zipi y Zape, porque han cometido la peor de las travesuras: quemar los bigotes de Don Minervo. ¿Pero han sido realmente ellos?. Y mientras intentan desenmascarar al culpable tienen que hacer de niñera de un aprendíz de monstruo. ¿Cómo...?