Un atentado terrorista sacude el casco histórico de Bilbao dejando 7 víctimas mortales y casi una treintena de heridos de diversa gravedad. Una furgoneta se llevó por delante a los transeúntes y después el conductor se dio a la fuga. Todo apunta a un joven nacido en Tánger llamado Omar Jamal. La policía nacional, la Ertzaintza y la Guardia Civil trabajan conjuntamente para atar cabos aunque las pistas indican que se trata de un nuevo atentado yihadista en Europa.
Omar Jamal sigue prófugo de la justicia. Gaizka Azkarate es quien ha contratado a Gorostiza para simular un atentado terrorista y de esta manera ocupar el lugar que le arrebató su hermano Gorka sin despertar sospechas. Mientras Gaizka habla en el funeral de las víctimas, vemos en un flashback como él es quien contrata a Gorostiza para simular el atentado para matar a su hermano y quedarse con su puesto sin levantar sospechas.
En este capítulo la trama se va a enredar un poco más y a su vez se aclararán unas cuantas incógnitas: unos mensajes de móvil que podrían arrojar dudas sobre la culpabilidad de Omar; un DNI escamoteado; unos cuantos teléfonos indetectables; y una explosión que lava como el mejor de los detergentes van a jugar un papel esencial en el capítulo titulado 'Empezar a creer'.
Después de ver cómo la grúa se llevaba su coche con el cadáver de Ahmed en el maletero, Gaizka intenta evitar que le descubran y se dirige a retirar el coche al depósito municipal. Pero el vehículo ya no está allí. Se lo había llevado Almudena quien, tras abrir la parte trasera del coche desubre, con horror, el cuerpo tiroteado de un joven...
Gorostiza advierte a la agente Koro sobre su intromisión en la investigación en Madrid y la ordena volver a Bilbao pero, en ese momento, la agente Olaegui rompe aguas...Mientras, Edurne y Omar están escondidos en una pensión del centro de la capital. Omar le cuenta que Ahmed está muerto y que fue asesinado unos falsos policías. Edurne se siente culpable.