Durante el concierto virtual, Rosario y El Coloso recibieron una donación anónima que resolvió por completo el pago de la multa y puso a salvo el futuro del bar. Aunque Rosario ya había buscado ayuda con El Chile Bazán, no fue necesario recurrir a él gracias a este inesperado acto de generosidad. Tras recibir la donación que salvó el bar, Francisco Lara propone organizar un evento especial para celebrar y seguir adelante. La idea: una noche con luces bajas, ambiente íntimo, música en vivo y una especie de bazar en el que puedan recoger fondos para comprar los instrumentos y todo lo necesario para retomar sus presentaciones.