La señora Gloria contrata finalmente a Jules y Ren para ayudarla a resolver su caso. Les narra con todo lujo de detalles cómo sucedió la historia: Se entrevistó con el dueño de la empresa, un multimillonario también ciego, que le estuvo hablando de las capacidades especiales de la gente invidente. Gloria aceptó el trabajo, que consistía en sentarse cada día frente a un ordenador y apretar un botón rojo si pensaba que el contenido era violento o potencialmente peligroso. Cuando llevaba ya varias semanas trabajando allí, se presentó en la oficina y todo había desaparecido: los carteles, los muebles, todo. Preguntó al dueño del edificio, pero este decía no saber de qué le hablaba. Y, de pronto, mientras Gloria cuenta su historia, les disparan desde un coche. Es el coche que los sigue. La cosa parece estar poniéndose seria, pero... ¿Qué demonios está pasando aquí?