Jules y Ren, tras mantener una charla aparentemente trivial sobre pensamiento lógico e intuitivo, acuden hasta la puerta de un restaurante chino. Jules no quiere explicarle a Ren lo que hacen allí, pero es obvio que está buscando a alguien. Aunque Ren trata de averiguarlo, Jules escapa con evasivas. Al dejar el restaurante acuden al encuentro de su nueva clienta: Una misteriosa mujer llamada Señora Gloria. Tras dudar de la capacidad de nuestros protagonistas para resolver su caso, y, demostrándole estos sus increíbles capacidades detectivescas, la señora Gloria les cuenta su inquietante historia: Una macroempresa tecnológica ha solicitado su servicio para visionar y detectar vídeos peligrosos en sus foros. El problema es… Que Gloria, en realidad, es ciega. Y, por si todo esto fuera poco, un coche lleva horas siguiéndolos.