Un asesino apuñala al hombre equivocado y mata a un candidato presidencial. El pastor Emilio, político inexperto pero astuto, se convierte en el foco de atención.
Aunque Remigio Cárdenas confiesa, nadie cree que el caso sea tan simple. Mientras, Emilio se debate con su esposa Elena y con Dios sobre el próximo paso a seguir.
Rubén, el asesor de Badajoz, está convencido de que Emilio es el sucesor natural para vencer en las elecciones. La conversión de Julio se detalla en flashbacks.
Emilio se compromete a la candidatura, pero Elena cree que la campaña atraerá atención perjudicial para la iglesia. La fiscal siente la presión de un juez.
Jonathan y Tadeo se preparan para huir. Julio descubre la verdad y la reacción de Rubén lo desconcierta. Mientras, Elena toma una decisión crucial para salvar la iglesia.
Rubén tiene casi todo preparado para lanzar al nuevo candidato presidencial: una noticia explosiva, un chantaje y un asesinato, pero Emilio lo sorprende.
Las violentas protestas contra su Gobierno inquietan a Emilio. Osorio urde un plan para crear un nuevo enemigo público y así desviar la atención de la crisis.
Candia recibe amenazas... y una visita sorpresa. Una lúgubre visión atormenta a Osorio. Emilio lucha para hacer frente a la situación y retomar el control.
Julio avisa a Tadeo de que se encuentra en peligro. La investigación en torno a Emilio despierta interés. La Iglesia de la Luz reza para que ocurra un milagro.
La guerra sucia contra Tadeo irrumpe en los medios. Los pretorianos, al servicio de Emilio, siembran el caos. Está a punto de empezar una batalla entre el bien y el mal.
Emilio pone en marcha una cruzada contra sus enemigos. Las alucinaciones de Osorio empeoran mientras intenta desvelar un misterio. Tadeo y Jonathan explican su misión.
El tablero ya está listo. Emilio planea tomar el control del Congreso. Tadeo lo arriesgará todo por su causa. Osorio busca un as en la manga. Empieza la partida.