Laia está superada por la situación y abandona al grupo mientras la teoría de que su vida es un videojuego empieza a cobrar fuerza entre ellos. A modo de confesión, las chicas comparten algo que han escuchado: al parecer, hay una pastilla que puede hacerles despertar al mundo real. ¿Son ciertas entonces las informaciones que han encontrado? ¿dónde está la ayudante del Maestro de ceremonias? Cuando están a punto de saberlo, son secuestrados y despiertan maniatados en una sala vacía. “Bienvenidos a Monster, si quieres seguir jugando, intentad no morir antes que él.”