Un chico con síndrome de Down sufre un accidente al cruzar una calle. Una vez ingresado en el hospital, descubren que está aquejado de una grave enfermedad cardiovascular que los médicos del Hospital Central no pueden operar. La solución está al otro lado del océano.
Un profesional estadounidense es capaz de hacerlo, de modo que, a través de una videoconferencia, irá dando instrucciones a Santiago para hacer la operación.
Por otro lado, un hombre acude a urgencias con un fuerte dolor en el pecho. Javier le atiende ayudado de una estudiante de medicina que visita el hospital. A pesar de que se le practican todo tipo de pruebas, no logran descubrir qué mal aqueja al paciente. Finalmente, será la estudiante la primera en sospechar que pueda ser un cáncer de mama.