Javier y Esther montan en un helicóptero para traer un riñón compatible con una paciente. En el viaje de regreso al hospital el piloto pierde el control y se estrellan en el campo.
El suceso llena de preocupación a los profesionales del Central, en especial a Maca y Laura. La receptora de dicho órgano es Olga, una mujer que se muestra reacia a curarse para sorpresa de su hijo Ramón.
Por otro lado, la situación de Mari Ángeles, la ex-mujer de Aimé, no puede ir peor. Su marido le ha dado tal paliza que no tiene más remedio que ir al hospital. Sangra mucho y teme por la pérdida de su bebé.
Además, un ya recuperado Vilches atenderá a un cura que en su día tuvo problemas de corazón. Francisco, el sacerdote, se mostrará muy reflexivo con Clara, la monja que le acompaña.
Por último, los hijos de Vilches han bebido mucho alcohol. Alejandro es el que se encuentra en peor estado y será Cruz quien les ayude. Ante todo, los chicos no quieren que se entere su padre, pero del castigo de Cruz no les libra nadie.