En la mañana del 2 de mayo de 1992, el boy scout Luis Miguel Correia, de apenas 15 años, fue encontrado muerto al pie de los acantilados de Caniçal al este de Madeira. ¿Se había precipitado accidentalmente o alguien le había empujado? El sacerdote homosexual, Frederico Marques Cunha, fue rápidamente considerado como principal sospechoso porque le habían visto con la víctima el día anterior, y por todos era conocido su gusto por los chicos jóvenes. Condenado por asesinato, logró escapar a su país de origen, Brasil, donde vive a día de hoy proclamando su inocencia.