Walter vivía una vida buena en la Riviera italiana. Era todo un caballero italiano a quien le encantaba vestirse bien, jugar en los casinos y matar. En menos de dos años, asesinó a 17 personas, tanto a personas que conocía y con las se había enfadado, como a trabajadoras sexuales que escogía al azar. Pero no fue hasta que comenzó a matar a mujeres en una línea de tren regional que fue localizado y arrestado en mayo de 1998. Finalmente, L'assassino dei treni fue detenido.