20 de marzo de 1999. Albuquerque, Nuevo México. Eran pasadas las 10 de la noche y Cinthya Vigil Jaramillo se prostituía, como de costumbre, paseando por las calles de la ciudad. De pronto, un coche se paró a unos metros de ella. El conductor hizo sonar el claxon para llamar su atención y que se acercara al vehículo. Cinthy caminó hasta el coche. El conductor bajó la ventanilla y ambos se pusieron a hablar con la intención de negociar sus servicios. Pronto llegaron a un acuerdo. Cinthya se subió al coche. El conductor le dijo que era oficial de policía y la esposó, después arrancó el coche. Cinthya sabía que algo no iba bien y que esa no era la forma de actuar de la policía. Viajaron hasta Elephant Butte, una pequeña localidad de poco más de 1000 habitantes, en el mismo estado de Nuevo México.