Carlota descubre que está embarazada. La joven no sabe cómo decirle a Gonzalo que, a pesar de que se separaron precisamente porque él no quería tener hijos, va a ser padre. Mientras ella busca las palabras y el momento adecuados, Gonzalo está muy ilusionado preparando una cena romántica con Aurora, su nueva pareja. Cuando Carlota encuentra el momento para contárselo, inesperadamente él le pide el divorcio; la mujer se derrumba y es incapaz de confesarle su estado.