Para desgracia de Catone, su más enconado rival, Dog Moran, llevaba varios meses amañando el resultado de las carreras de galgos sin que nadie hubiese descubierto cómo lo hacía. Con este motivo, Elliot Mouse y sus Intocables son requeridos por la Comisión Nacional de Juego para ayudar al agente Robert Camenbert a resolver el misterio.