Los expertos ayudarán a renovar el salón de un piso compartido por tres jóvenes y el dormitorio de un adolescente.
Ana e Irene son dos hermanas que viven en un ‘minipiso’ 20 metros cuadrados y que sueñan con una cocina. La convivencia no es fácil en tan poco espacio. Se han puesto en contacto con La Escuela porque desean redistribuir su casa para que les quepa una cocina. Hasta ahora cocinaban en las cocinas de familiares y amigos o recurrían a comida preparada. Otro problema provocado por la falta de espacio es su necesidad de buscar sitio para almacenar. Usan el maletero del coche para guardar la ropa de los cambios de temporada. La Escuela de Decoración va a orientar a Ana e Irene con originales ideas de almacenamiento para que aprovechen mejor sus 20 metros cuadrados. Otro reto será crear una zona de estar y dormitorio a la vez. Virginia y Manuel son padres de tres hijos: el mayor de tres años y dos mellizos de once meses. La pareja se siente desbordada por el cuidado de los tres pequeños y aseguran que cada vez que tienen que sacarles al parque les faltan “ojos y manos” para vigilarles., por eso quieren transformar el patio de su casa en una zona de juegos , además de adaptar el espacio para toda la familia y crear una zona de relax para que los adultos estén cómodos mientras cuidan a los niños. Ella es periodista y él ingeniero de Minas, ambos compatibilizan el trabajo con la vida doméstica y aseguran que la solución de tener un parque infantil dentro de casa les “cambiará la vida”.
Carmen es una madre de familia y periodista que durante 20 años ha trabajado en el área de Marketing de una empresa de Comunicación. Hace dos años perdió su trabajo y decidió matricularse en la Escuela de Hostelería y estudiar Dirección de Cocina. Acabados sus estudios, quiere montar en su casa un negocio de repostería a domicilio y quiere ayuda de los expertos de la Escuela. Carmen se pasa el día entre fogones porque además de cocinar para su familia, también experimenta recetas de cocina que luego publica en su propio blog. Su actual cocina no le resulta cómoda: Apenas tiene encimera, trabaja de espaldas a la luz, la placa de cocina está en un rincón, sus armarios son pequeños... todo son inconvenientes. Necesita una distribución diferente, pero no sabe cómo planificarla; La Escuela de Decoración le va a asesorar para diseñar una cocina funcional, con más zona para trabajar. Ángel es un coleccionista de bonsáis y a punto de jubilarse quiere hacer de esta afición su modo de vida. Su primer bonsái lo adquirió hace 35 años y, desde entonces, su pasión ocupa la mayor parte de su tiempo. Tiene más de 300 ejemplares, a los que dedica más de ocho horas al día. Ángel se ha puesto en contacto con la Escuela porque quiere dedicarse a impartir talleres sobre el cultivo y cuidado de bonsáis. ¿El problema? Que su invernadero no está a la altura y, aunque él se “apaña”, reconoce que lo tiene destartalado y desordenado. Esta situación provoca continuas discusiones con su mujer, Esmeralda, que desde hace tiempo no pone los pies en el invernadero. Por esto, Ángel se ha visto “obligado” a ponerse en contacto con La Escuela de Decoración para que le oriente en cómo organizar su invernadero y convertirlo en un lugar de trabajo digno y profesional.
Pablo vivía a sus anchas en un piso de un dormitorio, con un amplio salón, que era más que suficiente para él. Pero hace un año su hermana y su madre, delicada de salud, se mudaron a vivir con él. Desde entonces, el caos se ha adueñado de la casa. La falta de espacio y un mobiliario insuficiente para las necesidades de tres personas, están deteriorando la convivencia familiar. A Pablo le gustaría mejorar la distribución del espacio y almacenar sus pertenencias de manera adecuada, pero no sabe por dónde empezar. La Escuela de Decoración le asesorará para conseguir que la nueva unidad familiar pueda convivir de forma cómoda y ordenada. Esther es una joven abogada que detesta el despacho donde trabaja porque le parece triste y aburrido. Necesita un despacho que proyecte su personalidad: alegre y vital; un espacio del que sentirse orgullosa al recibir a sus clientes. La abogada lleva un año en ese despacho y reconoce que, a veces, le roba el despacho a su compañera porque en el suyo no puede trabajar. La Escuela de Decoración ayudará a Esther a buscar un estilo moderno que no desentone con el resto de los despachos del bufete, que está decorado con muebles clásicos. Un nuevo mobiliario que aúne la belleza estética con la funcionalidad que requiere un despacho profesional.
Elena lleva diez años sin pisar el salón de su casa porque le trae recuerdos negativos del pasado. Su ex marido lo decoró sin contar con ella y esos muebles le provocan rechazo. Su hija es la única que lo utiliza y lo ha convertido en su cuarto de juegos. Elena quiere recuperar el espacio y pasar más tiempo con su hija, disfrutando de una de sus aficiones comunes: la lectura. También le gustaría poder invitar a amigos y organizar reuniones familiares en su casa. El equipo de La Escuela de Decoración tiene por delante una misión complicada: Conseguir que el salón de Elena deje de resultarle hostil y se convierta en algo suyo de nuevo. Por su parte, Arancha es una actriz que, debido a la inestabilidad de su trabajo, quiere poner en marcha un proyecto alternativo. Su ilusión es montar un gabinete de maquillaje y estilismo en su casa con el que podría compatibilizar los dos trabajos. Arancha tiene una habitación, que apenas utiliza, donde los aparatos de gimnasia acumulan polvo. Su idea es crear un espacio donde conviva una zona para showroom y otra donde maquillar y dar clases a sus clientas.
Sara es una terapeuta de Reiki que lleva tres años yendo de casa en casa para dar sus sesiones. Otras veces, se ve obligada a atender a sus pacientes en el salón de su casa, ocasionándole molestias a toda la familia. Para poder conciliar vida familiar y laboral, Sara sueña con montar un gabinete profesional en el garaje de su casa y para lograrlo, necesita transformarlo en un espacio nuevo, que emane la tranquilidad y el sosiego que sus pacientes necesitan para relajarse. Sara no quiere cometer fallos en esta aventura y ha solicitado asesoramiento a La Escuela de Decoración para que todo quede perfecto. El siguiente caso es el de Margarita y Jaime, una pareja que ha decidido dar el paso de irse a vivir juntos tras muchos años de relación. Pero el traslado de Jaime a la casa de Margarita se ha topado con un problema: la ropa de ella ocupa hasta el último rincón de los armarios. A Margarita le encanta ir de compras y ya no sabe dónde meter toda la ropa, zapatos y complementos que acumula. Su dormitorio y armarios necesitan un cambio profundo para que su pareja encuentre su hueco. De hecho, él le ha dado un ultimátum: O le hace sitio en el dormitorio o no se va a vivir con ella.
Rosana tiene dos pasiones: su familia y la costura. Hace años dejó su trabajo para cuidar a sus hijos y ahora, que ya son mayores, ha decidido convertir su hobby en su profesión, sin salir de casa. Quiere montar un club de costura donde dar clases de confección, patronaje, punto de cruz… Dispone de una amplia buhardilla donde montar su taller. Pero antes, debe deshacerse de los trastos de la familia y organizar el material de costura que tiene repartido por todos los rincones de la casa.El personal de La Escuela de Decoración tendrá que trabajar en la distribución del espacio y en la selección de los sistemas de almacenaje necesarios para que el sueño de Rosana se haga realidad. La pareja formada por David y Laura son padres de trillizos. Residen en una casa de tres plantas, pero desde hace tres años, los cinco duermen y hacen la vida en el salón. En un principio montaron allí la cama de matrimonio para evitar las escaleras durante el embarazo de Laura; después instalaron las de los niños, por miedo a que pudieran tener un accidente subiendo y bajando, y allí siguen... Ahora han decidido que es el momento de separarse de los niños, pero no saben por dónde empezar.