Pablo vivía a sus anchas en un piso de un dormitorio, con un amplio salón, que era más que suficiente para él. Pero hace un año su hermana y su madre, delicada de salud, se mudaron a vivir con él. Desde entonces, el caos se ha adueñado de la casa. La falta de espacio y un mobiliario insuficiente para las necesidades de tres personas, están deteriorando la convivencia familiar. A Pablo le gustaría mejorar la distribución del espacio y almacenar sus pertenencias de manera adecuada, pero no sabe por dónde empezar. La Escuela de Decoración le asesorará para conseguir que la nueva unidad familiar pueda convivir de forma cómoda y ordenada. Esther es una joven abogada que detesta el despacho donde trabaja porque le parece triste y aburrido. Necesita un despacho que proyecte su personalidad: alegre y vital; un espacio del que sentirse orgullosa al recibir a sus clientes. La abogada lleva un año en ese despacho y reconoce que, a veces, le roba el despacho a su compañera porque en el suyo no puede trabajar. La Escuela de Decoración ayudará a Esther a buscar un estilo moderno que no desentone con el resto de los despachos del bufete, que está decorado con muebles clásicos. Un nuevo mobiliario que aúne la belleza estética con la funcionalidad que requiere un despacho profesional.