Pelayo tiene un coche nuevo al que cuida como a un hijo. No deja que nadie lo toque, ni siquiera Pati. Animada por Lola, Pati se lleva el deportivo de Pelayo a dar una vuelta y lo abolla contra un parquímetro. A raíz del accidente, Pelayo se deprime y queda impotente. Pati está arrepentida y muy preocupada por su marido, no sabe cómo ayudarle. Pati tendrá que buscar una solución, que pasa por convertirse en la perfecta y amantísima esposa, una estrategia urdida entre Fran y Pelayo.