El primer plato que hizo Pepe Solla fue un bacalao para sus padres. "Estaba intragable". El prestigioso chef de Casa Solla, restaurante pontevedrés con una Estrella Michelín, era un ‘bala perdida’, sin ningún talento especial. Fue en aquella época cuando descubrió la cocina y decidió hacerse cargo del restaurante familiar. Su cocina está íntimamente ligada a Galicia, tierra que también inspira sus otras pasiones: la música y el mar. Pepe ha conseguido, con los años, desarrollar un estilo propio y contemporáneo, siendo siempre fiel a la tradición y al producto.