Klaus y Dany son invitados por sus amigos, los gnomos Noruegos, a asistir a su fiesta anual. Durante el viaje, Henry, que no está acostumbrado a las bajas temperaturas, se pone malo y tiene que regresar. Klaus y Dany continuan el viaje con una gaviota. Olaf, Christian e Ingrid (hija de Olaf), esperan su llegada. Una de las tradiciones de los gnomoruegos en estas fiestas es construir trolls de chocolate para enseñar a los pequeños a no tenerlos miedo. Pero, por supuesto, los verdaderos Trolls aparecen intentando arruinar la fiesta. Klaus les obliga a marcharse y la fiesta continua en paz.