Con César localizado, Valle pone los medios para tenerle vigilado dentro y fuera de casa. El departamento también investiga el robo de la reliquia. Todo con el mismo objetivo: seguir la pista a la banda de ladrones y cogerlos.
Por su parte, Mario se encuentra con un doble inconveniente. No sólo vigilan a uno de su banda, sino que esto significa que tampoco puede contar con César para el nuevo trabajo. Esta vez no se trata de un objeto valioso, son doce. Para colmo, la familia de Mario recibirá dos visitas tan inesperadas como peligrosas.