Diego sufre una crisis de edad que se acrecienta con los comentarios de sus hijos. Todo el problema tiene su origen en un documental que ven Diego y Santiago acerca del envejecimiento del león y la pérdida del liderazgo en favor de los más jóvenes. Santiago cree que en la raza humana sucede lo mismo y los jóvenes van dando el relevo a los ancianos. Diego empieza a sentirse mayor y le afecta tanto este sentimiento que no tolera cualquier broma referente a la edad o a su físico. Guille y sus amigos invitan a las chicas a jugar a “La botella”. El juego consiste en sentarse alrededor del recipiente y hacerle girar. A los dos primeros que se les pare, de diferente sexo, entran juntos en un armario oscuro. Teté se pone celosa cuando a Richi, el chico que le gusta, le toca entrar con su amiga Lorena. Desde ese momento Teté convence a Guille para que se ligue a Lorena y así Richi se quede libre para que ella le pueda conquistar. Lucía se marcha a trabajar y deja a su madre encargada de la comida. Cuando llegan del colegio les sorprende una explosión en la cocina. Lucía se acerca alarmada y se encuentra con la olla explotada y todos los garbanzos pegados por las paredes. La profesora teme que le haya pasado algo a su madre, pero cuando la localiza, es Carmen quien le reprocha a Lucía su descuido. Esta situación, unida a varios despistes que su madre ha mostrado últimamente le hacen pensar a que su madre padece algún tipo de demencia senil.