Carolina es una joven y hermosa asistente de estrellas y artistas snobs. Por la admiración que le genera el mundo en el que se mueve, vive fingiendo ser más moderna y abierta de lo que realmente es. Está enamorada de Ludovico, un pintor ególatra del que es asistente y al que consiente. Por miedo a perderlo, ella acepta que él tenga otras relaciones, pero sufre en silencio porque desearía tenerlo sólo para ella. Mientras tanto Gloria conoce a Manuel y luego de la insistencia de él acepta una invitación para tomar un café sin saber que está abriendo una puerta al amor.